La principal lección de las elecciones andaluzas
Andreu Pagès*. LQSomos. Mayo 2015
Nadie pone en el centro de la acción política resolver las necesidades de los trabajadores
Los resultados electorales
Las elecciones andaluzas han provocado todo tipo de análisis, pero siempre ha quedado al margen la lucha de clases y las necesidades más urgentes de los trabajadores.
En términos electorales, los resultados de las elecciones han sido muy claros: ha habido un aumento del 3% de la participación electoral con 130.000 votantes más, pero los partidos tradicionales han perdido votos (PSOE 120.000, PP 500.000 e IU 160.000) mientras han irrumpido con fuerza los partidos emergentes que han ganado votos como Podemos (590.000 votos) y Ciudadanos (369.000 votos).
Estos resultados son el reflejo electoral de la profunda crisis del régimen constitucional español, uno de los pilares del cual han sido el PP y el PSOE, pero la entrada de Podemos y Ciudadanos en el Parlamento andaluz aparece como el principio de un cambio en profundidad de la representación política en todo el estado y que incrementará la crisis del régimen.
Tan importante como los votos es saber de donde provienen. En Andalucía, al igual que en el conjunto del estado español, la población se encuentra repartida al cincuenta por ciento entre las ciudades de más de 50.000 habitantes (29 ciudades) y entre las ciudades de menos de 50.000 habitantes (741 municipios). Los resultados muestran que PP, Ciudadanos y Podemos obtienen mejores resultados en las gran ciudades, al revés del PSOE, y de alguna manera IU-CA, que obtiene sus mejores resultados en las localidades de menos de 50.000 habitantes.
Las conclusiones son claras: las zonas rurales y con menos ingresos han votado el PSOE mientras que Podemos, PP y Ciudadanos recogen más bien el voto de las clases medianos.
Susana Díaz retrasa el derrumbe del PSOE
El PSOE, respecto a las elecciones anteriores, ha mantenido el mismo número de escaños (47) a pesar de la pérdida de votos (115.000 votos) y un 4,12% de porcentaje de voto. Gracias al hundimiento del PP el PSOE recupera la primera posición parlamentaría, pero pierde votantes en beneficio de Podemos.
Así Susana Díaz, al avanzar las elecciones, ha evitado el desplome del PSOE y pero no ha conseguido mayor estabilidad parlamentaria y no cambia la dinámica general en la que ha entrado el PSOE.
Sin embargo, hay tres factores que no se pueden obviar al valorar los resultados socialistas: Primero: que Susana Díaz ha hecho una campaña totalmente personalista, basada en el aparato de gobierno, identificándose con Andalucía y escondiendo las siglas del PSOE. Segundo: que el mundo rural continúa siendo lo gran apoyo del PSOE. Tercero: a pesar de su política de recortes a la administración andaluza ha conseguido no pagar un elevado precio electoral, desviando la responsabilidad al gobierno de Rajoy. Estos factores difícilmente se repetirán en las próximas elecciones autonómicas y municipales. municipales.
La derrota del PP y Ciutadans como recambio de la derecha
El castigo al partido del gobierno Rajoy ha sido mayor del esperado. El PP pierde más de medio millón de votos, un 30% de los votos y 17 escaños (quedándose en 33). El voto supone un absoluto rechazo a la política del gobierno Rajoy y ha tenido repercusiones inmediatas en la acentuación de la crisis interna del PP.
También es cierto que Ciudadanos es quien más se ha beneficiado de la crisis del PP gracias a un discurso demagógico y españolista. Ciudadanos se sitúa como recambio de la derecha aunque la obtención de 9 diputados y de casi 370.000 votos se hagan a expensas del PP y de UPD. Pero Ciudadanos es un partido con una dirección débil y personalista sin una organización política territorial.
Con este panorama, la representación directa de la burguesía española ha entrado en crisis y aunque el PP se pueda mantener con dificultades, el recambio de la derecha está todavía en formación.
La irrupción de Podemos, con sabor amargo
Con 590.000 votos y 15 escaños, Podemos entra en el Parlamento andaluz y este hecho cobra una gran importancia. Sin embargo, la política autoproclamativa que había elaborado su propia dirección política ha convertido lo que es un salto político importante en un relativo fracaso pues el objetivo era ganar las elecciones. Teresa Rodríguez, en una entrevista a Cuarto Poder del 17 de marzo respondía: “Nuestra prioridad es tener mayoría suficiente para gobernar. Este es el reto. Todo el que se salga de aquí, no será un buen resultado.”
Pero el principal problema de Podemos no es su autoproclamación, sino que su estrategia está al servicio únicamente de ganar votos y por lo tanto se lo juega todo al electoralismo hasta disolver su programa y su propia identidad llegando a desmentir que sea un partido de izquierdas, no se pronuncia sobre la monarquía o la OTAN y olvida los problemas económicos más importantes de los trabajadores andaluces cómo es la elevada tasa de de paro que es del 34,5 %. Su programa sobre los problemas de campo andaluz obvia la reforma agraria, los latifundios y las ocupaciones de tierras,
El otro gran derrotado es IU-CA
Izquierda Unida-Convocatoria por Andalucía pierde 170.000 votos y 7 diputados. Se han quedado en 5 diputados. Es el resultado de la combinación de la entrada de Podemos, de su papel subalterno al pasado Gobierno de la Junta y de la división interna de Madrid que afecta de pleno a la dirección federal de Izquierda Unida. Izquierda Unida está perdiendo la oportunidad de recoger los votantes descontentos del PSOE.
Este fracaso es todavía más significativo si se tiene en cuenta que Alberto Garzón, diputado por Málaga, militante del PCE y de IU y que consiguió notoriedad como portavoz del 15-M, es el actual candidato de IU a la presidencia del gobierno español. Ha sido considerado como uno de los militantes que podía tender puentes con Podemos, pero su implicación personal en la campaña no ha podido evitar el gran fracaso electoral.
La investidura del nuevo gobierno de la Junta
Las circunstancias actuales son diferentes a las últimas elecciones de 2012 en que ganó el PP. Ante la formación de un gobierno socialista que depende otras fuerzas de izquierdas sólo hay dos actitudes posibles: una la que tomó IU de Extremadura hace cuatro años, cuando recogiendo el justo rechazo de sectores de la izquierda, se abstuvieron en la votación y permitieron que el PP se hiciera con el gobierno extremeño. La otra la que tomaron IU de Andalucía y de Asturias y IC en Catalunya que fue entrar a formar parte del gobierno socialista en minoría e intentar escorarlo vanamente hacia la izquierda. La primera opción es nefasta porque entrega el poder al PP en nombre del rechazo al PSOE y la segunda porque liga la izquierda en un gobierno burgués que apoyará a la Monarquía.
Ante esta disyuntiva, ¿hay alguna alternativa posible? Lucha Internacionalista sigue el consejo de Lenin respeto el apoyo en el gobierno de Kerenski en 1917: hay que sostenerlo «como la sogas que aguanta al colgado». Los socialistas revolucionarios no somos neutrales entre el PSOE y el PP. Si nos hubiéramos encontrado en la situación en la que se encontró al 2012 IU-CA en el Parlamento andaluz, habríamos dejado gobernar al PSOE, sin comprometernos con su gobierno ni con su programa y actuando desde fuera con total independencia de clase movilizando en la clase trabajadora en torno a sus necesidades y exigiendo a la Junta respuestas inmediatas a sus problemas y denunciándola si no lo hace.
Hoy, al 2015, la situación es diferente. La investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta está asegurada, sean qué sean las alianzas que se formen. Si Díaz no consigue la investidura, haría falta finalmente volver a convocar elecciones con toda la inestabilidad, incertidumbre y crisis que esto provocaría. Ningún partido quiere acentuar la crisis política del régimen y por tanto de una o otra forma ayudaran a la formación del nuevo gobierno andaluz.
Así, IU-CA ha anunciado que votará en contra de la investidura de Susana Díaz en la primera votación, pero su papel es marginal. Por otro lado, Podemos pone condiciones para permitir un gobierno del PSOE. Estas condiciones, según las declaraciones publicadas a la prensa, son las siguientes:
1) La dimisión de Griñan y Chávez como senador y diputado (que el PSOE ya ha decidido ).
2) Retirar las cuentas bancarias de la Junta de los bancos que ejecuten los desahucios.
3) Reducir el número de cargos de confianza en la administración y dedicar el ahorro a incrementar las plantillas de educación y sanidad.
Estas condiciones significan que las soluciones a los graves problemas de los andaluces son muy sencillos: la dimisión de dos dirigentes del PSOE, cambiar las cuentas bancarias de banco y reducir unos cuántos altos cargos. Pero ninguna condición tiene que ver con el paro del 34’5%, con los 65 % de los menores de 25 años sin trabajo ni con el 40% de la población vive al límite de la pobreza.
Un plan de medidas urgentes contra la crisis
Lucha Internacionalista, tanto si si tuviera representación o no en el Parlamento andaluz, exigiría un plan urgente de medidas contra los recortes, el paro y la miseria, que debería tener como mínimo, los siguientes puntos:
1. Rechazar el pago de la deuda, la nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores/as para dedicar estos recursos a un plan de medidas urgentes.
2. Una Reforma Agraria que expropie las grandes propiedades a los terratenientes poniéndolas en producción bajo control de los jornaleros.
3. La denuncia de la Política Agraria Común que entrega el 64 % de los recursos al 15% de los propietarios, mientras el campo se hunde en la miseria y que legalizar las ocupaciones de tierra como la de Somonte potenciando su desarrollo.
4. Recuperar que recupere las condiciones de trabajo perdidas en las sucesivas reformas laborales.
5. Devolver al sector público el que ha privatizado y que defender el derecho a la vivienda y en una educación y sanidad públicas.
Este es el eje principal de Lucha Internacionalista porque sabemos sólo la movilización puede arrancar este plan al gobierno con los métodos de democracia obrera (asambleas decisorias, comité de huelga elegidos por la asamblea y revocables, etc.) y con la solidaridad de los trabajadores y de las clases populares.
No es esta la política de IU-CA ni de Podemos que no hablan de movilización y de lucha para conseguir las reivindicaciones más esenciales de los trabajadores andaluces. Al contrario dicen que está en el Parlamento y en el gobierno donde se tienen que hacer las políticas sociales.
* Miembro de Lucha Internacionalista