La “Querella” y el fascismo
Milagros Riera*. LQSomos. Enero 2015
El año ha terminado… un año sangriento. Vamos a recordar algunos de los acontecimientos que trajeron sangre sudor y lagrimas a varios países y terminaron con la vida de miles de personas. Siempre estará en nuestra memoria el verano de los asesinos, mientras nos dorábamos al sol: el estado fascista de Israel bombardeaba Gaza, destrozaba todo un territorio y exterminaba a sus habitantes. Ya sabemos que Israel es como el 007, tiene permiso de matar y no se priva, sabe que puede hacerlo y que nadie protestará… el dinero da mucho poder y su aliado el imperialismo norteamericano le protegerá siempre, los dos tienen los mismos intereses en el Medio Oriente. Pudimos ver en directo cómo se destruían inmuebles, cómo se bombardeaban hospitales, cómo se asesinaba a mujeres y niños… las escuelas eran destruidas con los alumnos dentro. Nada se respetó, el genocidio fue espantoso. Mientras, los habitantes de ese maldito Estado asistían a la destrucción cómodamente sentados en sus sillones y aplaudían los bombardeos mientras los niños judíos firmaban las bombas que se lanzaban a los niños palestinos. Todo ello en directo, sin pudor, sin vergüenza.
A unos kilómetros más allá, la destrucción de Siria continuaba… el país debía desaparecer para servir a los intereses de los imperialistas. Israel deseaba su destrucción para que cesara su apoyo al Líbano, país al que nunca pudo dominar a pesar de numerosas invasiones. Los Estados Unidos también estaban dispuestos a destrozar el país para acabar con el único régimen laico que aún quedaba en aquella región. Su interés era poder pasar por su territorio los conductos de gas y petróleo que desde Arabia Saudita y otros emiratos llegaban a Turquía, de allí a Europa y así poder acabar con el suministro ruso. Es lo mismo que intentaron hacer en Afganistán y no les salió bien. Surgieron los rebeldes, esos grandes demócratas apoyados y jaleados por toda la prensa occidental, los gobiernos europeos, los norteamericanos y la OTAN. Todos contribuyeron a armar a los democráticos enemigos de Siria hasta los dientes, unos rebeldes que no eran demócratas como quisieron hacernos creer, eran islamistas fanáticos financiados por Arabia Saudita entre otros. Pero no importaba, el caso era hacer creer que los asesinatos que se cometían en el campo rebelde eran obra del gobierno sirio, ataques inventados con gases… Todo era bueno para justificar el bombardeo que esperaban los islamistas rebeldes para tomar Damasco y apoderarse del país. Pero no se llegó a realizar, ya que Rusia lo impidió con su apoyo al estado sirio… pero pronto se lo harían pagar caro.
Actualmente, el monstruo que Occidente ha financiado comete los mayores crímenes: grupos enteros de personas son exterminados, los cristianos son asesinados, las mujeres vendidas como esclavas sexuales… nada parece poder pararlos. Seguramente siguen sirviendo a los intereses de los que desean un Medio Oriente en manos del fanatismo, pero adicto a los occidentales como Arabia y los emiratos. La noche negra cierne sus alas sobre esos pueblos víctimas de intereses que no son los suyos. Parece que Turquía sigue aprovisionando de armas a los islamistas y, si lo hace, es con la venia de la OTAN, a la que siempre ha servido.
Veamos lo que pasa en Ucrania. Había que castigar a Rusia y aislarla. Pronto se puso en marcha una de esas revoluciones naranja con todo el buen hacer de la CIA. Hubo golpe de estado, el presidente democráticamente elegido temió por su vida y tuvo que huir, el régimen golpista fue legitimado por las urnas. La gente creía en las promesas de que Europa les iba a cubrir de oro, pero no todo el país lo creyó, una buena parte preferían seguir sus relaciones con Rusia y no aceptaron la mascarada fascista. No importaba, se les bombardea, se les asesina o se les quema vivos entre las risas de los que enarbolan cruces gamadas y saludan con el brazo en alto.
No olvidemos que todo esto se hace con el apoyo de Europa. A esos asesinos se les arma con nuestro dinero y el fascismo se extiende con el apoyo del imperialismo ante la indiferencia de la gente, que parece haber olvidado quiénes son y lo que hicieron. Para recordarlo aquí estamos nosotros, con nuestra Querella.
La Querella sigue adelante, los querellantes son numerosos, los que denuncian y apoyan aún más. La juez ha dictado orden de busca y captura para varios torturadores y otros nefastos personajes que dictaron condenas de muerte en juicios inicuos, fusilamientos, garrote vil, asesinatos en iglesias. Por todo esto se pide justicia en Argentina ya que aquí nos la niegan.
Durante años hemos intentado buscar a nuestros desaparecidos, excavando cunetas con las manos casi desnudas. Hemos pedido que se anulen los juicios ilegales en los que se condenó como rebeldes a los que defendían un régimen legal, y hemos gritado por calles y plazas nuestro afán de Verdad, Justicia y Reparación. Pero todo ha sido en vano: los fascistas y los descendientes de los asesinos que nos gobiernan han hecho todo lo posible por callarnos. No lo han conseguido del todo y es necesario que sigamos gritando. Es necesario por la memoria de nuestras víctimas, por nosotros y por toda la sociedad. Nosotros hacemos visible lo que fue el fascismo, su cortejo de horrores, cosas de las que apenas se ha hablado, de las que no se podía hablar durante años, porque el miedo estaba ahí. El resultado es que una sociedad sin memoria no sabe lo que representa un régimen nazi, no se da cuenta de que están ya muy cerca. El racismo que se extiende y se ve apoyado por asesinatos que seguramente organizaron los mismos que nos sumieron en la crisis que vivimos. Así se recortan libertades, así se pierden los derechos por los que luchamos, así se instala el fascismo, así se arman a los fascistas del próximo Oriente. Regímenes autoritarios, eso es lo que quieren los que mueven las finanzas internacionales con el apoyo de la Unión Europea.
Nosotros somos la memoria de una sociedad que la pierde, somos la voz de los que desaparecieron, de los que se asesinó sin piedad, de los que no pudieron hablar por miedo, por miseria, para poder sobrevivir. Aquí estamos, no nos podrán hacer callar. Seguiremos adelante con nuestra Querella, para intentar que se recupere la memoria de lo que fue el nazismo y de lo que nos espera si vuelve, como algunos desean. Para que sepamos defendernos siguiendo el ejemplo de nuestros antepasados, que se enfrentaron heroicamente con el fascismo internacional. Ahora nos toca a nosotros continuar la lucha y que no nos cojan desprevenidos. Para todo eso sirve la Querella, una parte integrante de la lucha contra el fascismo de ayer y de hoy.