La RD del Congo desamparada ante la agresión de Ruanda

Por Paul Martial*
La capital del Kivu del Norte, Goma, ha caído. Las tropas conjuntas de la milicia M23 y Ruanda derrotaron el dispositivo de urgencia desplegado para defender la ciudad. Estaba compuesto por el batallón especial de la Monusco (Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo) y las tropas de Sudáfrica desplegadas en el marco de la Sadec, la estructura regional de África austral.
El rápido avance de las tropas ruandesas en la República Democrática del Congo, ilustrado por la toma de Goma, no permite aclarar las intenciones de Ruanda
Incertidumbre sobre la política ruandesa

El avance del M23 y de las tropas ruandesas en el este del país, que incluye Kivu del Norte y del Sur, así como Ituri, parece inevitable. El presidente congoleño Félix Tshisekedi solicitó los servicios de una empresa de mercenarios rumanos que se suponía que marcaría la diferencia gracias al uso de drones. Pero no contaba con la eficacia de la defensa antiaérea y la interferencia GPS del ejército ruandés, que inutilizaron estas armas.
En los territorios conquistados, los milicianos del M23 han establecido una nueva economía que permite la explotación de coltán y oro, cuya producción va a parar a Ruanda. Las pérdidas para Kivu del Norte se estiman en 7 millones de dólares al mes. Más allá del aspecto económico, los objetivos de Ruanda siguen siendo vagos. De hecho, aunque el embajador itinerante de Ruanda para la región de los Grandes Lagos, Vincent Karega, declaró que los milicianos del M23 «continuarán en Kivu del Sur, porque Goma no puede ser un fin en sí mismo», el Ministerio de Asuntos Exteriores de Kigali lo desmintió de inmediato. Sin embargo, James Kabarebe, un importante dirigente del país de las Mil Colinas (Ruanda), reivindica las dos regiones como históricamente ruandesas.
Al mismo tiempo, Corneille Nangaa, líder de la Alianza del Río Congo (AFC), que afirma ser el ala política del M23, afirma: «Nuestro objetivo no es Goma ni Bukavu, sino Kinsasa, la fuente de todos los problemas». La AFC está haciendo un gran esfuerzo para tratar de unir a las diferentes milicias armadas, muy numerosas en la región. Dada la situación, no se descarta que algunos wazalendo (los patriotas en kiswahili) que luchaban junto a las fuerzas armadas congolesas cambien de bando.
Cualquiera que sea el objetivo de Ruanda, ya sea transformar la región oriental de la RDC en una especie de dominio o derrocar el poder para favorecer a un gobierno asociado, o incluso subordinado a Kigali, el desafío para Ruanda es la administración de estos vastos territorios.

La República Democrática del Congo está aislada
Esto es, obviamente, un duro golpe para Tshisekedi, quien había hecho de la defensa de la soberanía su principal argumento electoral en las últimas elecciones presidenciales. Lanzó un llamado a la unidad nacional, exhortando a los jóvenes a enrolarse en el ejército. Anunció una contraofensiva que corre el riesgo de no ir más allá de la retórica, dado el estado de deterioro del ejército congoleño, sobre todo porque pocos países de la región están dispuestos a comprometerse militarmente.

En el plano diplomático, la situación no es mucho mejor. Es cierto que la mayoría de los países han condenado la toma de Goma, pero estas declaraciones no van acompañadas de medidas disuasorias. Los países occidentales no tienen muchas ganas de enemistarse con el presidente ruandés Paul Kagamé, que sigue siendo un fiel apoyo del bando occidental al proteger las infraestructuras de las grandes petroleras, entre ellas TotalEnergies, en Mozambique. Además, su liberalismo autoritario no les desagrada, por supuesto, a Trump y sus acólitos.
Las negociaciones también parecen estar en callejón sin salida. Tshisekedi rechazó la invitación del keniano William Ruto para reunirse con Kagamé. Prefirió viajar a Angola, donde el presidente João Lourenço ya ha mediado entre los dos países. Lourenço denunció la toma de Goma por parte de Ruanda, a riesgo de comprometer su neutralidad con Kigali.
En esta guerra, la población civil es la que paga el precio más alto de la agresión de Ruanda en la República Democrática del Congo, especialmente las mujeres y las niñas víctimas de violaciones y agresiones sexuales, las cuales se han multiplicado.
* Nota original: La RDC démunie face à l’agression du Rwanda.
– Traducción tomada del CADTM.
República Democrática del Congo – LoQueSomos
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