La sugerencia de Lukashenko de aprender de Wagner no significa que el golpe fuera “maskirovka*”
Por Andrew Korybko.
El hecho de que el presidente Putin evitara el derramamiento de sangre a gran escala que los enemigos existenciales de su país querían ver y luego convirtiera esta crisis en una ventaja para el Estado de la Unión no significa que todo fuera “maskirovka” como afirman los “sextacolumnistas” de la comunidad Alt-Media. Los que creen esto han caído en la trampa psicológica de Occidente para cuestionar su integridad y la del FSB, la de otros funcionarios rusos como el jefe de la Guardia Nacional y la de los medios internacionales rusos financiados con fondos públicos
Anteriormente se valoró que “Exiliar a Prigozhin y sus colaboradores a Bielorrusia sirve a los intereses rusos“, lo que acaba de confirmar el Presidente bielorruso Lukashenko el viernes. Elogió a Wagner por “martillear a los franceses en África“, por no mencionar su papel en la operación especial de Rusia y especialmente su victoria en la batalla de Artyomovsk, antes de sugerir que compartieran sus experiencias bélicas con sus fuerzas. Esto ocurrió el mismo día en que Bielorrusia aprobó la creación de una milicia popular.
El contexto más amplio es que el líder bielorruso advirtió anteriormente de que Occidente está tramando otro golpe de Estado contra él, junto con la posibilidad de lanzar incursiones por delegación similares a las de Belgorod. Su país necesita toda la ayuda posible para defenderse, por lo que es prudente aprovechar el resultado del acuerdo de la semana pasada en el que Lukashenko medió con ese fin. Rusia tampoco tendrá ningún problema con esto, ya que el presidente Putin describió repetidamente a Wagner como héroes patrióticos a pesar de la traición cometida por su jefe.
Por tanto, tiene todo el sentido del mundo que defienda a su aliado del Estado de la Unión de las amenazas que representan sus enemigos existenciales comunes, lo que puede hacerse compartiendo sus experiencias bélicas como sugirió Lukashenko, así como llevando a cabo operaciones multidimensionales de guerra de la información. Respecto a esto último, se informó anteriormente de que Rusia bloqueó la red “Patriot media group” de Prigozhin, tras lo cual optó por cerrar sus actividades en el país.
Puesto que él, sus cómplices y sus partidarios se trasladan ahora a Bielorrusia, esos especialistas recién desempleados pueden ir con ellos para reanudar allí sus operaciones de guerra de la información. Éstas pueden adoptar la forma de ofensivas dirigidas contra los vecinos de la OTAN de su anfitrión, así como de operaciones de defensa destinadas a galvanizar el apoyo al gobierno bielorruso ante otro golpe inminente. En conjunto, Wagner puede convertirse en un activo de seguridad nacional para Bielorrusia con la plena aprobación rusa.
En el supuesto de que se lancen incursiones por poderes similares a las de Belgorod desde territorio ucraniano, algo que Zelensky podría estar dispuesto a hacer a instancias de sus patrocinadores occidentales, como sugiere el sospechoso refuerzo de la frontera norte de su país, entonces Wagner podría ser la primera línea de defensa de Bielorrusia. No sólo podría detener directamente a los invasores, sino que también podría recibir órdenes de Lukashenko para realizar incursiones transfronterizas destinadas a destruir sus campamentos base, incluso de forma preventiva si se tomara tal decisión.
“Es poco probable que Wagner abra un frente septentrional tras el fallido golpe de Prigozhin“, a pesar de las ilusiones bienintencionadas de la comunidad de medios alternativos (AMC) y de las maliciosas fake news de sus rivales de los medios dominantes, aunque tampoco se puede descartar por completo. Lo que sí se puede saber con certeza, sin embargo, es que el presidente Putin no organizó un “golpe de falsa bandera” y se confabuló con Prigozhin para derribar a pilotos rusos como parte de un “plan maestro de ajedrez 5D” para desplegar a Wagner en Bielorrusia.
Lamentablemente, esta teoría de la conspiración se ha hecho viral en todo el mundo durante la última semana y ha llevado a innumerables personas a caer en esta narrativa de la “sexta columna”, cuyo objetivo es hacerles creer que el líder ruso cometió traición. Aquellos que posteriormente construyan su visión del mundo sobre esta base estarán cada vez más separados de la realidad y por lo tanto serán aún más fáciles de manipular por los servicios de inteligencia occidentales, razón por la cual esta falsa narrativa debe ser cortada de raíz tan pronto como sea posible.
El presidente Putin no mató a Prigozhin y a sus cómplices porque quisiera evitar que se convirtieran en mártires y, al mismo tiempo, evitar de forma pragmática la guerra civil que Occidente pretendía provocar a través del que podría haber sido su “idiota útil” más desestabilizador de la historia si no se hubiera detenido su golpe. Ni el FSB ni el presidente Putin mentían cuando describieron acertadamente la traición del jefe de Wagner como una “puñalada por la espalda”, respectivamente.
Evidentemente, lo mismo puede decirse de los funcionarios y los medios de comunicación internacionales financiados con fondos públicos que repitieron su descripción de lo que hizo, pero las personas influyentes de la AMC que difunden esta teoría de la conspiración quieren que su público piense lo contrario. Es posible que estas figuras se hayan ganado el respeto por la precisión de sus análisis y/o reportajes, pero están traicionando la confianza que sus seguidores han depositado en ellos al mentir sobre este asunto para generar influencia, impulsar su ideología y/o solicitar donaciones.
El fallido golpe de Prigozhin fue un hito por más de una razón, ya que representó el mayor desafío a la autoridad constitucional de Rusia desde 1993, el intento más artero de subversión de ese país por parte de Occidente desde 1917 según el propio presidente Putin, y un punto de inflexión en la AMC. En cuanto a lo último, se refiere a lo escrito anteriormente con respecto a aquellos de sus engañados partidarios que construyen sus visiones del mundo sobre la afirmación de que llevó a cabo un “golpe de falsa bandera”.
El hecho de que el presidente Putin evitara el derramamiento de sangre a gran escala que querían ver los enemigos existenciales de su país y luego convirtiera esta crisis en una ventaja para el Estado de la Unión, como ya se ha explicado, no significa que todo fuera “maskirovka” como afirman los “sextacolumnistas” del AMC. Los que creen esto han caído en la trampa psicológica de Occidente para cuestionar su integridad y la del FSB, la de otros funcionarios rusos como el jefe de la Guardia Nacional y la de los medios de comunicación internacionales rusos financiados con fondos públicos.
Sirve a los intereses de los enemigos existenciales de Rusia que sus partidarios piensen que estos pilares del Estado mienten, por no mencionar la insinuación de que el presidente Putin supuestamente ordenó a Prigozhin derribar a esos pilotos rusos a los que luego conmemoró durante toda la semana pasada en sus discursos. No hay término medio: o todos los nombrados en el párrafo anterior dicen la verdad o mienten. Los verdaderos partidarios de Rusia creen lo primero, mientras que sus enemigos alegan ridículamente lo segundo.
* En la antigua doctrina militar de la Unión Soviética y ahora de Rusia se usa el término Maskirovka (маскировка), literalmente: camuflaje, ocultación, enmascaramiento.
– Traducido para LoQueSomos por Selodi Gasan Adie
– Nota original: Lukashenko’s Suggestion To Learn From Wagner Doesn’t Mean That The Coup Was “Maskirovka”
– Andrew Korybko es un analista político estadounidense con sede en Moscú que se especializa en la relación entre la estrategia de EEUU en Afro-Eurasia, la visión global de China One Belt One Road de la conectividad New Silk Road y Hybrid Warfare. Otras notas del autor
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