La vida desde la ventana y la pantalla
Fabiola Calvo*. LQSomos. Junio 2020
Sentido común ¿dónde están los narcotraficantes del país del norte? Si el producto sale desde Colombia ¿quién recibe allá? Pero el problema central no es la coca, ni el paramilitarismo…
Todavía no es posible asegurar nada y tampoco pensar que un día sabremos el origen de la actual pandemia, cuanto sí sentimos las consecuencias, que como en cualquier guerra, son para “los de ruana”, es decir que debemos prepararnos para dos circunstancias ya anunciadas: la hambruna y el auge de los movimientos sociales.
Nuestra condición de seres sociales impedirá que sigamos viendo la vida desde una pantalla o desde la ventana, lejos de la conversación cara a cara, del buenos días vecina, un ¿tiene pan de coco? ¿Escuchó la noticia de esta mañana? Se me hizo tarde, ¡salgo corriendo para mi trabajo! o sentir el calor de un abrazo, de un beso, una mano.
La cotidianidad cambió y el provecho lo han sacado gobernantes del Centro Democrático y élite económica y política cuyo grado máximo (y no porque no puedan hacerlo peor) de absolutismo e incapacidad de independencia con el “Ave César” frente a Estados Unidos y su presidente, para permitir el ingreso de tropas norteamericanas a nuestro territorio. ¡Soberanía! Soberanía, esa misma que utilizaron con las mentiras descaradas para invadir Irak, país casi inexistente. Lo destrozaron.
Mientras tanto nuestra vida transcurre entre el computador, el celular, el televisor y la ventana (si se tiene), una vida virtual sin libertad de movimiento, sin derecho a nuestro territorio, a nuestro espacio público, entre tanto reciben a los “asesores” militares y extranjeros involucrados como institución en invasiones, masacres, violaciones, torturas y, llegan a la vida real para instruir a un ejército que con décadas de lucha contra el narcotráfico (no sólo), ha sido incapaz de hacer la tarea.
Sentido común ¿dónde están los narcotraficantes del país del norte? Si el producto sale desde Colombia ¿quién recibe allá? Pero el problema central no es la coca, ni el paramilitarismo, son Venezuela, las disidencias de las firmantes de los acuerdos, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional -ELN-.
Mientras el ministro de Defensa (¿qué defiende?) se esfuerza en argumentar la “visita de tropas”, continúan los asesinatos de líderes y lideresas para minar la fuerza de las comunidades, para bajar el ascenso del movimiento social en los territorios, para continuar con el extractivismo.
Seguimos viendo la vida desde la pantalla y la ventana, pero el sentir, la necesidad (cualquiera que sea) y la dignidad, harán que hombres, mujeres y ser humano que se respete salga a la calle en busca de derechos. ¿Qué está ocurriendo hoy en Estados Unidos tras el asesinato de un hombre afro? El dolor y la injusticia hacen que salga el inconsciente colectivo y no desde el querer racional.
“Tanto rueda el cántaro hasta que por fin se rompe” hemos escuchado decir a una y otra abuela, pero también sabemos que en tiempos de crisis avanzan las derechas, el autoritarismo, el fascismo, se fortalece el militarismo y todas sus variables siempre y cuando el movimiento social se encuentre también en crisis, sin líderes y sin un objetivo común, o mirando la vida desde la pantalla o la ventana.
Mario Benedetti con su poesía nos baja de la ventana, aunque sigamos con la virtualidad: Esperando que el viento/doble tus ramas/que el nivel de las aguas/llegue a tu arena/esperando que el cielo/forme tu barro/y que a tus pies la tierra/se mueva sola/pueblo/estás quieto/cómo/no sabes/cómo no sabes/ todavía/que eres el viento/la marea/que eres la lluvia/el terremoto.
* Semanario Voz
* Doctora en Ciencias Políticas y Sociología, periodista, poeta, escritora, Red Colombiana Periodistas Visión de Género
@fabicalvoocampo
Síguenos en Facebook: LoQueSomos Twitter@LQSomos Telegram: LoQueSomosWeb Instagram: LoQueSomos