Las pérdidas de la SAREB: una gran estafa

Por Carlos Sánchez Mato*.

La decisión que se tomó en 2012, se ha confirmado una gran estafa y se debe a las decisiones políticas de Mariano Rajoy y su ministro Luis de Guindos. La Sareb fue financiada con recursos públicos que suponían un 95,31% del total, pero el porcentaje de propiedad accionarial público solo sería del 45,68%. Al mismo tiempo, los socios privados que solo aportaban solamente el 4,69% de la financiación total, se quedaban con el 54,33% de las acciones…

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), ha aprobado las cuentas de 2022 con pérdidas de 1.506 millones de euros. Además sus activos sufrieron un deterioro adicional de 2.994 millones que no se apuntan en cuenta de explotación. El agujero total ha sido de 4.500 millones de euros. De esto Feijóo y Partido Popular (PP) no han dado explicación alguna.

La decisión del PP de crear Sareb ha generado un quebranto hasta 2022 de casi 20.000 millones. 8.211 millones de pérdidas ya sufridas y 11.621 millones de minusvalías latentes en activos. Rajoy no ha explicado nada. De Guindos, haciendo de las suyas en el BCE. Feijóo callado…

De los casi 20.000 millones de quebranto de Sareb hasta ahora, 17.224 millones son pérdidas que nos tocan a ti y a mí (87% del total) y 2.608 millones de los accionistas privados. Por cierto, que no te den pena. A ellos sí que les ha salido a cuenta. Por cierto, falta lo peor.

Sareb ha reducido un 48% los activos tóxicos (inmuebles y préstamos) que adquirió en 2012. Le quedan 26.325 millones a valor contable en su balance. Pero sigue debiendo 30.481 millones en deuda que avalamos tú y yo, no los accionistas privados. Una operación redonda del PP…

Esta desastrosa gestión no ha impedido que los gestores y altos directivos de Sareb se hayan hecho de oro. Pérdidas y quebrantos de casi 20 mil millones, pero hasta 2021 los jefazos se han embolsado 39 millones de euros.

Tampoco le ha ido nada mal a los encargados de vender activos de Sareb en esta década. La empresa le ha encomendado las operaciones a los denominados “servicers” que se han llevado 1.963 millones de euros por colocar inmuebles a inversores que también se han hecho de oro.