Los árboles y el bosque
El Financiero de El Garaje. LQS. Diciembre 2018
La realidad es que todo el mundo sabe que el Estado Español no solo no es ya viable económicamente, sino que avanza a buen ritmo hacia la categoría de estado fallido
Se lo confieso, cada día resulta más difícil ver el bosque. Hasta hace poco, la globalización parecía imponerse. Dentro de ella, el auge de las zonas de influencia china y europea, parecían tender a reequilibrar el poderío del gendarme estadounidense. Mundo multipolar contra Mundo unipolar. El marco conceptual parecía claro.
Esta visión se ha fraccionado. ¿Hasta dónde? No lo sabemos.
Primer árbol:
Los USA han abandonado (por ahora) su política de guerra y caos controlado (Bush/Clinton/Obama).
El 1 de septiembre de 1987 apareció un artículo (publicidad pagada) en el Washington Post, New York Times y Boston Globe, contra Bush padre, en tanto que representaba una política destinada a convertir a los USA en gendarme del Mundo (ante el colapso de la URSS). Treinta años de guerras ininterrumpidas, de agresiones y atentados han seguido.
Aquella publicidad estaba firmada por el entonces promotor inmobiliario Donald Trump. Curioso, ¿no?
Por otro lado, los Estados ya no son el marco en el que se expresa una economía que es cada vez más en red, zonal y dominada por unos pocos grandes gigantes multinacionales. Y, a la vez, en aparente contradicción, se refuerzan los proteccionismos económicos, se plantean guerras comerciales y se agitan banderas.
Mientras, el Brexit expresa la voluntad británica de reforzar su propia zona de influencia (y de establecer una relación privilegiada con China). Dentro del Reino Unido se produce (a otra escala) el mismo fenómeno y ya no sabemos si Escocia se quiere independizar o si es Inglaterra la que se quiere independizar de Escocia, de Irlanda del Norte y de todo lo que no esté relacionado con la rentabilidad (financiera) de la City.
Hace poco apareció en estas páginas un excelente artículo de Diego Arenas, “El próximo colapso financiero global 2019-2020 y el nuevo reparto mundial”. Este es otro árbol muy importante: la crisis que viene. No voy a extenderme, está todo ahí. Muy importante.
Otro árbol:
La agitación de banderas la estamos viviendo con singular virulencia en el Estado Español.
La realidad es que tienden a consolidarse zonas que son económicamente viables. Euskadi y Navarra lo son. Cataluña lo sería fuera del corsé español. Las Baleares y el País Valenciano se lo están empezando a plantear.
Andalucía parece que también. Quizás librándose del socialismo de mesa camilla se abra a nuevos vientos. Nada resultaría más favorable a Andalucía que la independencia de Cataluña y la desaparición actual del Estado de las Autonomías. Pero no para recentralizarse, sino para independizarse y liberar su enorme potencial. ¿Que resultaría peligroso renunciar a subvenciones, ayudas y “solidaridad” en forma de transferencias interregionales? Pues sí. ¿Que podría convertirse en un terreno favorable por población, situación y (relativo) nivel cultural a la llegada masiva de tecnología (capital) aportada por grandes grupos mundiales y que eso tiene sus peligros? Pues claro. A ver si detrás del ruido provocado por Vox se perfila un proyecto (¿Quo Vadis, Aznar?) muy diferente.
Porque la realidad es que todo el mundo sabe que el Estado Español no solo no es ya viable económicamente, sino que avanza a buen ritmo hacia la categoría de estado fallido. En ese contexto, por fuerza caótico (y que se verá agravado por la tercera fase de la crisis que viene), cada realidad busca encontrar su sitio.
Todo evoluciona muy rápidamente. En un mundo que cambia aceleradamente, todo, absolutamente todo, es posible. Surgen sorpresas por todos lados, y nada es lo que parece. Véase lo ocurrido en Francia y el nivel de amenaza existente en una Italia dividida entre un norte, viable, y un sur que no lo es.
Como es lógico, los políticos han perdido pie. Vean si no a los del PSOE o Podemos o IU preguntándose estúpidamente por qué pierden votos. A nosotros nos cuesta ver el bosque, pero es que ellos no ven ni los árboles. Para empezar, podrían anotar que si la democracia está en peligro no es por el crecimiento de Vox, de Le Pen o de Salvini. Lo está porque la democracia ha sido la expresión política de las clases medias, y las clases medias (a las que pertenecen todos esos políticos, sin excepción) están desapareciendo. Por eso no pueden (esos políticos), no ya aportar soluciones ni proyectos, es que ni siquiera pueden comprender lo que está pasando.
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Es difícil orientarse en esta situación cambiante, es necesario, como en este artículo se hace, ver las causas profundas de los cambios que se están produciendo a nivel global.
Mientras tanto estoy de acuerdo en afirmar que el hecho, de que en Andalucía hayan descabalgado a Susana, Griñan, Chaves y sus secuaces es más que saludable.