Los narcisoss tacañoss
Por Nònimo Lustre. LQSomos.
En plena Transacción, Chirbes (fallecido en 2015) se atrevió a gritar que el Emperador estaba desnudo. Leamos su diatriba contra una obra tamaliana que fue best-seller: “Haciendo un flaco servicio a la clase que dice defender, al partido que pertenece, a los demócratas en general y a Marx y Engels en particular, Tamames ha tergiversado una política de oposición hasta convertirla en siniestra caricatura de la política del propio poder. Y ha demostrado de un modo casi pedagógico cómo la ideología fascista impregna sectores amplios de quienes, de algún modo, se creen rescatados de ella.”
En el debate sobre la moción de censura (MC) el PP se abstuvo. En palabras de su portavocía, “por respeto a usted, señor Tamames”. Pero esa no fue la única interpretación personalista sino que, lamentablemente, han sido muchos los comentarios que se han centrado en la figura del mentado “profesor Ramón Tamames Gómez”. Si tuviera que subrayar el error más grave de la MC, diría que ha sido, precisamente, enfangarse en una discusión ad hominem que rebaja la Política a cuestiones más propias de la Psicología o, en este caso, incluso de la Geriatría. Podríamos decir que estamos ante la maldita herencia del culto a la personalidad: ayer fue el Generalísimo y hoy seguimos mudando unos nombres propios -de Franco a Juan Carlos I-, por otras estrellas fugaces de lo que un periodista ha llamado “la generación viagra” -de cuyos nombres no quiero acordarme pero todos los conocemos.
Mal, muy mal. Pero cojamos el toro por los cuernos: servidor NO tiene el menor respeto por Tamales (sic) Ni al individuo ni, infinitamente menos, al vocero de Vox. Fui estudiante en la Facultad donde el hoy adulado como “profesor” pretendía adoctrinarnos con las primeras de sus muchas -pero cuasi iguales- ediciones sobre estructuras económicas. Pero todos sabíamos que era “un millonario del PCE”. Por entonces, vivía en un ático enorme en una de las glorietas más caras de Madrid. Y nos decíamos que sus honorarios docentes, unidos a la paguita del Partido, no alcanzaban para costear ni una baldosa de su principesca terraza. Ergo, su fortuna -creciente hasta hoy-, provenía de fuentes progresivamente oscuras que comenzaban en la Banca y nunca terminaban puesto que nunca colmaban su atroz Ego.
Volviendo a la MC: Parafraseando una pintada del mayo 68 (“Deja para las bestias con cuernos el miedo al rojo”) diríamos que el egocéntrico dizque economista consiguió que Vox haya sido retratado en el Hemiciclo como un toro manso pregonao -los más asesinos- aterrado por los rojos. De paso, ello me permite continuar esta nota en una modimanera declaradamente sarcástica contra ese vocabulario de la casta política patrocinado por los Tamales: “Respeto tu opinión pero no la comparto” (inverosímil hipocresía táctica), “como no podía ser de otra manera” (automáticamente, indica que existen otras maneras ‘de ser’ que serían mucho mejores), “me voy a dejar la piel” (subjetivismo somático extremo) En ese cenagal chapotean Tamales & Co. ¿Hasta cuándo vamos a tolerar tan esterilizador adocenamiento?
La inicua Transacción
Regresando a la Historia: en la turbamulta de aquellos comunistas chaqueteros ‘de la Transacción’, Tamales no fue un caso único pero sí uno de los más llamativos. Su avariento apremio para con su cuenta corriente fue posteriormente traducido a su no menos compulsivo transfuguismo. Y éste lo disimulaba apuntándose extravagantemente a varios partidos. ¿Se burlaba de la Partitocracia? Para nada pues, existiera o no su hipotética aversión a los Partidos, hubiera sido dominada por el morbo incurable padece: la monomanía de los micros y de las fotos.
Sin embargo, pecuniariamente hablando, reconozco que Tamales fue durante la Transacción el más pillo de la cúpula del PCE: se hizo millonetis, se arrimó más si cabía a los Dueños del país, les prometió a-saber-qué, hipertrofió el prestigio mediático de sus cooptadas universidades sabiendo que, a los mentados Dueños esas (ex)venerables instituciones sólo les (poco) importan para contrarrestar esa imagen de sádicos materialistas que ni el Hola puede acallar, etc. Y, además, articuló una red de delincuencia intelectual que le dura hasta la fecha. Vistas sus actuales veleidades religiosas (Buscando a Dios, 2018) en los USA dirían que Tamales es un Christian Reborn. En España, podríamos preguntarnos si la grieta telúrica que separa a aquel paleontológico PCE del, por ahora, lozano Vox es muy profunda. Si nos circunscribimos a Tamales, diríamos que ese supuesto tajo, no es abismal sino, al contrario, hortus clausus florido de los Narcisoss Tacañoss (sic SS, siglas Nata o Nartac)
Durante los años 1960’s y décadas siguientes, ¿nadie se percató de quién era realmente Tamales? Pues parece que sólo unos pocos del precario lobby de la intelligentsia -hoy, ‘creadores de contenido’; ayer mismo, ‘de opinión’. Pero los hubo y si no frecuentamos sus opiniones es, precisamente, por la solapada censura que ejercían y ejercen Tamales y sus mercenarios medios de desinformación. Pero los mejores -léase, incorruptibles- intelectuales no cayeron en la trampa. Un recentísimo ejemplo: por fortuna, “Altamarea publica los artículos de crítica literaria y cultural que Rafael Chirbes escribió entre 1975 y 1980, en los que no salen indemnes ni Tamames, ni Vargas Llosa, ni Semprún, ni Benet, entre otros”.
En plena Transacción, Chirbes (fallecido en 2015) se atrevió a gritar que el Emperador estaba desnudo. Leamos su diatriba contra una obra tamaliana que fue best-seller: “Haciendo un flaco servicio a la clase que dice defender, al partido que pertenece, a los demócratas en general y a Marx y Engels en particular, Tamames ha tergiversado una política de oposición hasta convertirla en siniestra caricatura de la política del propio poder. Y ha demostrado de un modo casi pedagógico cómo la ideología fascista impregna sectores amplios de quienes, de algún modo, se creen rescatados de ella.”
¿Qué contubernio le sirvió de lanzadera?: “La mercancía resultante de las transacciones entre estos dos señores [Lara, dueño de Planeta y Tamales] es esta Historia de Elio [Planeta, 1976] Con su bonita portada llena de manifestantes, y con sobrecubierta roja, de venta en todo el país al módico precio de 350 ptas… Literariamente, la novela que ha escrito Tamames en su cautiverio es uno de los peores engendros publicados en la España de la guerra. Partiendo de la idea de Thomas Mann en su Doktor Faustus, el amigo mediocre que se convierte en albacea del genio, Tamames —el mejor amigo de sí mismo— inicia con desvergüenza un demencial recorrido por su vida. Él es Elio, ¿el sol?, ¿el gas que se eleva y se expande? Él es el héroe, voluntarista y positivo, que toma de la mano al lector y lo lleva por un largo camino, al cabo del cual debería aparecer toda la grandeza de Elio; pero Elio es, sin duda, tan mediocre como su narrador y entre ambos, espejos del autor, solo consiguen arrastrarnos a un mediocre sueño de niño fantasioso y un poco tonto. Pero despectivamente suficiente. Con un elitismo que solo puede ser fruto de la propia ignorancia” Resumiendo: semejante patraña, indigna incluso de compartir espacio en los kioskos con las bazofias western, fue dizque escrita en la media hora que pasó en Carabanchel. Con una particularidad: Elio, el Héroe, no es ninguno de los presos que -no siempre- sobrevivían en las cárceles franquistas sino ¡el mismísimo Tamales! ¿Cabe más egolatría y cabe más desprecio por las peripecias de sus camaradas? (ver “Chirbes en los 70: La obra de Tamames es uno de los productos más fascistas que conozco”)
Edadismo y Gerontocracia
En su acepción neutra, el edadismo indica que las políticas públicas tienen en cuenta las edades de sus súbditos -i.e., roza la perogrullada y el eufemismo. Pero, en dos versiones opuestas, advierte: a) que la avanzada edad dificulta excesivamente el pleno ejercicio de sus facultades cívicas a los ancianos. b) que la vejez está marginada desperdiciándose así un valiosísimo acervo de experiencias. Y luego llegan comparaciones espectaculares con la gerontocracia que dirige el Estado Vaticano, las provectas dinastías republicanas como los Kennedy o los Bush y hasta las monarquías donde la edad -se dice- que es irrelevante. A raíz de la MC, este neologismo se ha puesto tan de moda que, contra nuestra voluntad, nos fuerza a comentarlo.
El intratable portavoz del no-tan-jovencísimo partido Vox no encaja en ningún edadismo puesto que fue un anciano avaro cuando era un joven adulto que mangoneaba en los Comités de varios partidos. Un paralelismo tropical para rebajar la excepcionalidad que se autoatribuye Tamales: similar a la suya fue la trayectoria del venezolano Luis Miquilena quien se alistó de joven en el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y luego migró a URD, PRP (Partido Revolucionario del Proletariado) para, después de tres décadas alejado de la política, integrarse cuando tenía 79 años en el MVR, partido con el que llegó Chávez llegó al Poder y en el que Miquilena ocupó varias presidencias cruciales hasta que peleó con el Presidente Chávez y pasó a la oposición muriendo a sus 97 años en 2016. Resumiendo: era octogenario cuando su país atravesó durísimos conflictos -revolucionarios para unos y autoritarios para otros. Y ahora tuiteen que una población muy joven fue regida por un anciano. O, mejor aún, que algunos PC’s tienen el transfuguismo en las venas y la acumulación (personal) de capital en las arterias.
El efímero cabecilla de los Narcisoss Tacañoss, ha involucionado hacia los dos extremos previsibles: el rancio Imperialismo españolista y el Catolicismo militante. Sendos ejemplos: recientemente ha publicado un recuelo de viejas enciclopedias escolares sobre el Océano Pacífico entendido como un “Spanish Lake” (La mitad del mundo que fue de España. Una historia verdadera, casi increíble, 2021) Si conservan la vetusta Enciclopedia Álvarez, no es necesario que lo ojeen. Les basta con leer que se lo dedica a sus amiguetes -banqueros y marqueses, naturalmente. Y, en lo que atañe a su religiosidad ¿revenida?, ha perpetrado Buscando a Dios en el universo (2018), transcripción intergaláctica de cualquier catecismo. “De viejo gran rezador”, Machado dixit. Si fuera tan estúpido como para corregir a don Antonio, le precisaría que Tamales fue creyente no de viejo sino desde su primera comunión -poco importa si ella fue en la Plaza Roja de Moscú o en la Maidán del ultra-neoliberal Zelenski.
Y ya que comenzamos agarrando al toro por los cuernos, terminaremos con otro símil taurino: el desolladero al que van los adláteres de Tamales autoencabezados por otros amorales, egocéntricos y veletas de parecida edad -ejemplo, Dragó frisa los 87 años. Algunos se preguntarán, ¿a qué se debe la longevidad de esta casta?: a que son Vampiros. Chupan vidas ajenas y las vacían hasta que los zombies resultantes les son disfuncionales para sembrar el terror cinematográfico. Resuelto el misterio y para sacar algún rédito del conocimiento personal que tenemos de ambos agujeros negros, responderemos a la pregunta clave: ¿qué une a estos dos señoros?: el vil metal. Simplemente, el Dinero. Los TacañoSS unidos jamás serán empobrecidos.
El sedicente economista, ya vimos, aprovechó su ancestro comunista para engrosar su bolsillo mientras que el buhonero esotérico le imitó con menor éxito crematístico. Sánchez D.: por mucho que te enriquezcas con el dinero público que te regalan tus amistades neofachas, eres tan tacaño que conseguirás ser el fiambre más rico del camposanto. Ramón, facha voxiano de todo-a-zen, eres tan pesetero que vendes tu discurso MC por casi 5 euros. No has cambiado, ‘avive el seso y recuerda contemplando’ que, excepto los alienados por el PCE, los estudiantes del montón no dábamos un duro (5 ptas.) por tus apuntes ni por tus libros. Y actualízate porque sólo tu Manada comprará tu digitalizada Obra Maestra. Al resto, nos sobra que esté gratis en docenas de sites internéticos porque, tranquilo banquero cominero, no la descargaremos. Por prescripción médica no vimos la farragosa película MC pero sabemos que la novela no la mejorará.
– Fotografía de Chema Moya / EFE.
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