Los orígenes del videoclip en la Revolución Cubana
El realizador cubano Santiago Álvarez Román sorprendió a muchos en 1965 con un cortometraje en forma de videoclip llamado “Now!”. La temática del mismo versa sobre la lucha de la población afroamericana por sus derechos en Estados Unidos, en los convulsos sesenta del pasado siglo. “Now!” impacta por su montaje dinámico y la mezcla de imágenes fijas y en movimiento que acompañan los compases de la canción que le da sentido. El tema, llamado “Now” (basado en la partitura de la canción hebrea “Hava Nagila”), es interpretado por la legendaria actriz y cantante afroestadounidense Lena Horne. Horne fue una luchadora de izquierdas, amiga del polifacético comunista y superdotado Paul Robeson1, y colaboradora intermitente del ala izquierda del Partido Demócrata de la época. Horne fue perseguida y condenada por el Macarthismo por sus simpatías comunistas. Sufrió durante gran parte de su vida por el compromiso que mantuvo con el pueblo afrodescendiente y la clase trabajadora. Afortunadamente, a diferencia de otros luchadores públicos, murió de avanzada edad a los 92 años rodeada de los suyos.
El corto “Now!” se adelantó una década al considerado por toda la bibliografía especializada (anglosajona) como el primer videoclip (con vocación comercial) de la historia: el Bohemian Rhapsody de Queen. En “Now!”, a diferencia de otros cortos de la época, el tema musical no es accesorio sino central. Las imágenes junto a la letra de la canción ilustran un nuevo mensaje en la mente de los espectadores y Álvarez, conscientemente, juega con este recurso expresivo. La poderosa voz de Lena Horne vehicula la canción y su ritmo es clave para todo el montaje. Una de las novedades del corto radica en que comienza y finaliza con la composición musical, alzando uno de los pilares para el posterior despegue del videoclip comercial. “Now!” fue filmado en 35 mm y la fotografía corrió a cargo de Pepín Rodríguez y Adalberto Hernández2. El “protovideoclip” es prueba del compromiso vital del arte de Álvarez. En sus propias palabras:
“El cine no es solo cuestión de estilos, o formas expresivas, es también un problema ideológico. Sin una consecuente toma de posición frente a estos problemas no habrá jamás una verdadera obra revolucionaria y puesta al servicio de las causas más progresistas de la humanidad.” 3
El año de realización de la obra, 1965, fue especialmente convulso para la historia de los EUA después del asesinato de Malcolm X en febrero. Tres años más tarde moriría también asesinado Martin Luther King. En esas fechas, King estaba radicalizando su lucha alejándose de lo que el Partido Demócrata podía tolerar, uniendo las protestas de los afrodescendientes con las movilizaciones contra la Guerra de Vietnam. Justo unos meses después del asesinato de King en 1968, la lucha adquiriría un nuevo nivel con la fundación de los Panteras Negras en California. Este grupo revolucionario supo mezclar la lucha por la emancipación de la población negra con la lucha contra el capitalismo desde una perspectiva marxista-maoísta. Unió la solidaridad inmediata (llamada por algunos izquierdista cortos de miras como “asistencialismo”) con el compromiso revolucionario de la autodefensa armada4. Esto despertó todas las alarmas en el FBI que los llegó a considerar uno de los mayores peligros internos para los Estados Unidos, lo que le llevó a desarrollar el programa COINTELPRO para neutralizarlos5.
El gobierno cubano de la época, en su internacionalismo, fue solidario con la lucha de la población afrodescendiente por la igualdad de derechos en los Estados Unidos. Ante la violencia desatada por el gobierno estadounidense contra los Panteras Negras, varios de sus miembros consiguieron asilo político en la isla. Algunos incluso establecieron su hogar en Cuba, como es el caso de la activista Assata Shakur, todavía residente en la nación caribeña.
Para finalizar, me gustaría acabar con unas palabras del propio director, Santiago Álvarez, en relación a la vivencia que le motivó la realización de “Now!”:
“…[“Now!”]nació de un fragmento instantáneo: tomé un ómnibus de la Greyhound linea que hacía el recorrido de Miami a New York, era un local, esos que se detienen en todos los pueblos, a lo largo del trayecto iban subiendo negros del sur. El ómnibus se fue llenando de negros. En un momento dado, sube una negra con un niño en los brazos. Yo lógicamente, cuando la vi entrar, traté de ofrecerle mi lugar. Las personas que estaban en el ómnibus comenzaron a decirme horrores en inglés. La negra se puso nerviosa. El inglés que yo conocía no era muy bueno, pues era el que había estudiado en el instituto. Yo le dije a la negra que me diese al niño para tomarlo en mis brazos. Las personas que iban en el ómnibus comenzaron a gritarme “son of a bich” y miles de cosas más. Yo les contesté: “me van a tener que matar para arrancarme a este negrito de las piernas”. Ahí la negra quedó desesperada y aterrorizada y me pedía que no hiciera eso. En aquella época había una ley, escuche esto, una ley y no una costumbre, según la cual los negros sólo podían sentarse en los últimos dos asientos del ómnibus. Debido a esto la negra, presa de pánico tomó a su niño y se fue hacia atrás. Aquella experiencia se grabó fuertemente en mí.” 6
Gracias por transformar esa huella en inmortal Santiago, por tu corazón cuarteado de arte, compromiso y sensibilidad.
* Jon E. Illescas Martínez, también conocido como Jon Juanma, es licenciado en Bellas Artes y doctorando en Sociología y Comunicación en la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad de Alicante. Su correo: jonjuanma(arroba)gmail.com, y sus blogs son: PlanetaVideoclipy JonJuanma.