Los partidos están partidos y los sindicatos se hacen empresa

Los partidos están partidos y los sindicatos se hacen empresa

Manuel Salguero. LQS. Abril 2021

Al hilo de las notas publicadas de Radiografía de la izquierda

Sin duda la mayor fuerza social que se logró crear en España fueron los sindicatos, ya se vio en su unión de CNT y UGT en mayo de 1936, que le daría la fuerza y unidad suficiente para luego realizar las Colectividades, cuando al comienzo de la guerra incivil los muy patriotas empresarios y banqueros, al ruido de los primeros cañonazos, abandonaron el país y “sus” propiedades, corriendo que se las pelaban. Como almas que persiguiera el diablo, en su idioma.

Esto facilitó la Colectividad de los medios de producción agrarios, ganaderos, de transportes, comunicaciones y servicios. Fue el mejor programa no capitalista realizado, hoy día reconocido por los mejores economistas y su resultado en toda la Zona Republicana da su testimonio. Tras la guerra, la fuerza sindical aun mermada permaneció en la clandestinidad, solo de la CNT caerían mas de 40 Comités Nacionales. Con capacidad de realizar huelgas generales, aunque en las primeras décadas solo se realizasen en la cornisa cantábrica.

CCOO nació al comienzo de los 60 de los pactos del Partido Comunista Español con Acción Católica y las Hermandades del Trabajo, y aceptarían las Elecciones Sindicales que promovía el “verticato” falangista, la Central Nacional Sindicalista (CNS), que por órdenes directas de Stalin en la visita de la Pasionaria a Rusia, pese a que en España estaban haciendo una fuerte propaganda contra las mismas. Porque en el franquismo, elecciones políticas no había, pero elecciones sindicales si, en el fondo los pilares básicos del falangismo eran Familia, Municipio y Sindicato aunque la CNS tuviese como presidente al presidente de la Patronal. Mejor tener a todo o parte del movimiento obrero controlado que despendolado, y con tener a familiares de los dueños de las empresas como enlaces sindicales, asunto resuelto.

En la última década del franquismo, el movimiento obrero adquiriría una fuerza solidaria, capaz ya de crear una Huelga General, general. Partiendo de asambleas de obreros en fábricas y talleres que se extendían por al país, y en una de sus reivindicaciones era la abolición de los enlaces sindicales, la abolición de lo que salía de las elecciones sindicales.
La huelga culminaría con el asalto de la Policía Armada en la iglesia donde se celebraba una asamblea en Vitoria y produciría 5 muertos y cientos de heridos. Las consecuencias acelerarían un proceso “democratizador” que bajo cuerda se estaba produciendo. Ya en 1976 se permitía un Congreso de UGT pese a que aún las organizaciones y sindicatos de clase estaban prohibidos. También aceleraría la realización de la Ley de Relaciones Laborales aprobada por las Cortes el 8 de Abril de ese año, que hasta entonces ni eso había, lo laboral era el feudalismo hasta entonces, y los trabajadores desde entonces iban consiguiendo mejoras y derechos año tras año.
Subidas de sueldos del orden del 30 y 40 %, vacaciones, pluses para educación, vivienda, por hijos, jubilación, jornada que acabara con trabajar de sol a sol etc.

Aunque no duraría mucho, ya en 1977 tras legalizarse las organizaciones sociales y sindicatos de clase, partidos y sindicatos, excepto CNT, firmarían el Pacto de la Moncloa que fijaría un 22% máximo de subida de sueldos y con carácter retroactivo. Más la prohibición de huelgas de solidaridad.

Con la legalización de partidos, estos de multiplicarían según tendencias ideológicas, y cada partido quiso vestirse del obrerista creando su propio sindicato, dividiendo el movimiento sindical hasta su atomización.
Las manifestaciones de CNT convocadas contra el Pacto de la Moncloa y la gran respuesta conseguida de la gente, hacían ver quién era el peligro para el negocio de la división sindical. Había que destruirla desde dentro y desde fuera. Ya que teniendo una estructura de ámbito nacional era más peligrosa aún.
Luego, ya se encargarían de los sindicalistas rebeldes de los demás sindicatos, con la reconversión industrial y las expulsiones posteriores.

Plaza de toros de San Sebastián de los Reyes. Mitin de CNT, marzo de 1977

Curioso, pero todo ese proceso trajo la desaparición de los sindicatos de las distintas corrientes ideológicas, y el aumento de sindicatos “anarcosindicalistas” con otras siglas, a costa de una merma de CNT, dejando a esta en estado testimonial.

Las dos últimas huelgas generales, no fueron controladas ni por CCOO ni por UGT, si no por los Bloques unitario y críticos. Las bases de los dos sindicados “mayoritarios” se rebelarían contra las cúpulas, produciéndose escisiones de las mismas de una extensión que llagaban a ser más gente en los actos convocados por los “minoritarios”, expulsados, desfederados y perseguidos que a la de ellos, que se les veía por ejemplo en el conflicto de Coca Cola o la Remunicipalización a ambos lados de la pancarta, con los intereses de las empresas y de los trabajadores. A ver como se come eso, si hasta judicialmente es incompatible.

El sindicalismo de servicios, había servido para hacer un servicio al capital, como un organismo más del mismo contra el sindicalismo de clase.

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One thought on “Los partidos están partidos y los sindicatos se hacen empresa

  1. Se agradecen los artículos de Manolo Salguero y Pedro Casas, conocen la historia desde dentro, no como los historiadores apesebrados que no la han vivido y solo conocido a través de radio macuto. Eso sí, luego sientan cátedra.

    Algo, de lo que no se habla y que debería ser objeto de reflexión y estudio, dado que influyó descaradamente en la época de la que nos ilustran Pedro y Manolo, es lo que los servicios de información nominaron como la “operación transición” y cuyos efectos causaron la muerte de entre 80.000 y 90.000 jóvenes entre finales de los años setenta y primeros de los noventa. Jóveves, que se incluyeron en lo que la historia de este país ha denominado “la generación perdida”.
    El uso de las drogas y sus efectos colaterales (SIDA) para eliminar a una generación rebelde que no comulgaba con la reforma política de la transición. Tragedia que además de a los jóvenes afecto de manera directa a cientos de miles de familias, sobre todo de las más necesitadas. Tragedia realizada y diseñada en este país por las cloacas del estado.
    Esta faceta de la guerra sucia afectó directamente a las organizaciones (sindicales y sociales) partidarias de la ruptura con el franquismo.

    Otro elemento más ha tener en cuenta en esta triste y trágica historia de España que se denominó la Transición

    Salud y fuerza

    Juan J. Alcalde

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