Lula tiene razón: Rafah es el gueto de Varsovia de Israel
Por Jeferson Miola*
A contramano de los líderes de las potencias mundiales cómplices u omisos con la ofensiva genocida de Israel, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva honró la dignidad humana y denunció con valentía el Holocausto palestino que está siendo ejecutado por el régimen nazi-sionista del apartheid.
Israel ha asesinado a más de 12.000 niños palestinos, uno cada 13 minutos
Lula afirmó que en la Franja de Gaza no hay una guerra, sino un genocidio. “No es una guerra entre soldados y soldados. Es una guerra entre un ejército altamente preparado contra mujeres y niños”, señaló.
Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza y con el pueblo palestino no existe en ningún otro momento histórico. De hecho, existía cuando Hitler decidió matar a los judíos, añadió.
En un conmovedor y desgarrador artículo en el periódico O Globo [18/2], la periodista y documentalista Dorrit Harazim relata la realidad tétrica en la Franja de Gaza. La información recopilada por Save the Children apunta a más de 10 niños mutilados al día, con la pérdida de una o ambas piernas. Eso fue hace cuatro meses. Y tal vez el número de aquellos que perdieron al menos a uno de sus padres en la guerra llegará a 25.000 de ellos.
La cifra es macabra: Israel ha asesinado a más de 12.000 niños palestinos, uno cada 13 minutos. Y dejó miles más lisiados, mutilados y huérfanos.
Continúa Dorrit señalando: Los niños “emergen mudos de algún escombro, cubiertos de polvo y sangre. No lloran no demuestran miedo. Están en shock, a la deriva de la devastación general. Luego comienza una búsqueda laberíntica de alguna familia relacionada capaz de acoger a otro niño en ruinas. A aquellos que tienen la suerte de continuar con alguna suerte de madre o presencia de padre/tío/abuelo cerca, las previsibles secuelas son innombrables”.
La periodista cita un espantoso reportaje de la pediatra estadounidense Seema Jilani, asesora principal del Comité Internacional de Rescate, que pasó dos semanas en el hospital Khan Yunis Al-Aqsa y que, en las primeras horas de servicio, tuvo que asistir a un bebé de 12 meses que había sido víctima de un bombardeo israelí.
El doctor dijo que el bebé tenía su brazo derecho y la pierna arrancados por una bomba. “El pañal estaba sangriento y se mantenía en su lugar, aunque ya no había pierna. Lo traté primero en el suelo, porque no había camillas disponibles. A su lado estaba un hombre que emitía las últimas respiraciones. Había estado muriendo activamente durante 24 horas, con moscas encima… El bebé de un año sangraba profusamente en el pecho…
No había ni un respirador, ni morfina, ni un medidor de presión en medio del caos. Un cirujano ortopédico envolvió las heridas del niño con gasa e informó que no lo llevaría inmediatamente al quirófame porque había casos más urgentes”.
Por mayor que fuera la desesperación y el empeño en salvar la vida del niño, el pediatra sabía, sin embargo, que sería prioritario atender a “a algún otro con al menos una pequeña posibilidad de ser salvado. Teniendo en cuenta las colosales deficiencias, no fue el caso de ese bebé”.
Dorrit denuncia como una locura el plan israelí para el ataque terrestre contra los palestinos en la ciudad de Rafah con el falso pretexto de derrotar a Hamas. “Ahí está exprimidos 1,5 millones de palestinos ya agotados. Huyeron del suelo que habitaban en el norte para escapar de los bombardeos. Están en una ratonera.”
El régimen nazi-sionista de Netanyahu ha confinado al menos a 1,5 millones de palestinos en el campo de concentración de la Franja de Gaza, en la ciudad de Rafah, habitada originalmente por unas 160.000 personas. La ratonera es una repetición del gueto de Varsovia, donde Hitler rodeó de muros y acorraló a la población judía de la capital de Polonia en 1940.
Del mismo modo como lo hicieron los nazis con los judíos en el gueto de Varsovia, en el Ghetto de Rafah los nazi-sionistas exponen a los palestinos a enfermedades, epidemias y a severas restricciones en alimentos, agua, medicinas y asistencia médica o humanitaria.
Así como los judíos del Gueto de Varsovia fueron trasladados para ser asesinados en Auschwitz y en las cámaras de gas de Treblinka, los palestinos atrapados en Gaza sólo esperan la hora de ser exterminados por bombardeos, plagas, o hambre, donde serán condenados a muerte como pueblo-nación.
La reacción de Netanyahu a la manifestación de Lula repite el chantaje oportunista e hipócrita habitual de la propaganda nazi-sionista.
Vergonzosa, y también indecente, es la justificación sionista del Holocausto palestino con el pretexto de defenderse y de combatir a Hamas, cuando en realidad se trata de una ofensiva genocida entre un ejército altamente preparado contra mujeres y niños, como dijo el presidente Lula.
Dorrit Harazim termina su memorable artículo-denuncia recordando al sicoanalista Viktor Frankl, judío austríaco que sobrevivió a Auschwitz, y dijo que, “en el fondo existen apenas dos razas – la de las personas decentes y la de la personas indecentes. No es preciso realizar un gran esfuerzo para saber que el sionismo representa a la raza indecente.
* Miembro del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea), fue coordinador ejecutivo del V Foro Social Mundial. Colaborador del CLAE.
Otras notas del autor
Comparte este artículo, tus amig@s lo leerán gratis…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Telegram: LoQueSomosWeb
Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos
Todo Gaza es un Gueto, y Palestina un país ocupado militarmente por terroristas sionistas