Memorial de Madrid… “Aún tengo la vida”

Ayer, miércoles 14 de abril, se rindieron cientos de homenajes por toda la geografía de los pueblos de España para recordar el 90 aniversario de la proclamación de la II República Española, uno de ellos fue en el Cementerio del Este de Madrid, y además de homenaje a la República fue un recuerdo para todas las víctimas de la dictadura franquista. Rosa García, activista memorialista y compañera de LoQueSomos participó con la lectura del siguiente texto.

Rosa María García Alcón*. LQS. Abril 2021

“Que mi nombre no se borre de la historia” dejó escrito en su última carta Julia Conesa, una de las Trece Rosas que fueron asesinadas en estas tapias, el 5 de agosto de 1939.

Un deseo justo, porque los nombres nos representan ante los demás, nos dan visibilidad y nos permiten que seamos recordadas y recordados. Y no solo los nombres, también las fechas son importantes.

Ya han pasado más de 80 años en esa tarea por recuperar los 2.936 nombres de quienes, tras juicios ilegales y sentencias injustas, fueron asesinados aquí, entre 1939 y 1944, por luchar contra el fascismo en un desigual y valeroso combate.

Prestemos atención a las fechas: porque ya había terminado la guerra. Por tanto, sus condenas a muerte fueron actos de venganza, del genocidio proyectado y ejecutado por los golpistas, del holocausto español y de la pedagogía del terror impuesta por la dictadura.

El 28 de febrero de 2018 el pleno del Ayuntamiento de Madrid, gobernado entonces por Ahora Madrid, aprobó POR MAYORÍA erigir un memorial que honrara la memoria de las víctimas del terror franquista y dejara constancia de ello para el presente y, sobre todo, para las generaciones futuras. Se lo debíamos.

Pero, en noviembre de 2019, el nuevo gobierno municipal trifachito (PP, Ciudadanos y Vox) en su afán revanchista, autoritario y sectario, arrancó las lápidas con los nombres y paralizó la construcción del memorial que ya estaba muy avanzado, eliminado incluso los versos de Miguel Hernández que acompañarían la obra de Fernando Sánchez. Su “resignificación” del memorial consistió en mantener las falacias del relato franquista. Nos dan igual sus estúpidos y resabiados argumentos: Este no es el Memorial que se aprobó. Este Memorial no dignifica la memoria democrática

Por este motivo, más de ochenta asociaciones del movimiento memorialista nos reunimos en la Plataforma por la Defensa del Memorial del Cementerio del Este, para exigir su reposición tal y como fue aprobado, y para denunciar a este Ayuntamiento que promueve el enfrentamiento, la desmemoria y el discurso del odio.

Martínez Almeida lo volvió a hacer un año después, en plena pandemia, exigiendo retirar las calles dedicadas a los ministros de la República Indalecio Prieto y Largo Caballero, destruyendo a golpes la placa en homenaje a este ilustre madrileño que fue presidente del PSOE, exiliado y prisionero en un campo de concentración nazi hasta su liberación por el ejército aliado.

Sabemos por qué lo hacen, sabemos de qué lado están: del lado del odio y del fascismo. Y no, ese no es el lado correcto de la historia.

En el manifiesto de nuestra Plataforma, de octubre de 2020, exigíamos la dimisión irrevocable de José Luis Martínez Almeida como alcalde de Madrid, y de Begoña Villacís como Vicealcaldesa, por haber demostrado su absoluto desprecio a las víctimas del genocidio y la dictadura franquistas, y a los principios universales sobre los derechos a la verdad, justicia y reparación.

Exigíamos también la reposición de la placa de homenaje a Largo Caballero.

Y añadimos, ahora, otras reivindicaciones:
· Que se ponga una placa explicativa en la Casa de Correos de la Puerta del Sol, antigua sede de la Dirección General de Seguridad franquista, donde se ejercía la tortura, de forma sistemática, contra las personas allí detenidas.
· Que se instale una placa en el Centro de Reinserción Victoria Kent (Yeserías) que fue cárcel de mujeres al final de la dictadura y de hombres en la postguerra.
· Que se adapten los nombres de las estaciones de metro a la nueva denominación de las calles, por ejemplo García Noblejas (Avenida de la Institución Libre de Enseñanza).
· Que se elimine la visita a Cuelgamuros de las rutas turísticas de la Comunidad de Madrid y los vestigios franquistas que aún quedan repartidos por toda la Comunidad
· Que se construya un Centro de Memoria en el antiguo emplazamiento de la cárcel de Carabanchel
· Y, por último, que se apoyen las reivindicaciones del Encuentro por la Memoria para conseguir una ley de memoria democrática que garantice realmente los derechos de verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo y la transición.

Porque se trata de derechos humanos, y se trata del presente y de toda la sociedad. Por eso necesitamos el apoyo de todos y todas las demócratas para acabar, de una vez por todas, con la impunidad del franquismo. Ese sería el mejor homenaje a sus víctimas, como dijo Carlos Slepoy.

Aprovecho para recordar a dos grandes luchadores que nos dejaron hace poco tiempo: José María “Chato” Galante y Paquita Martín que como tantas y tantos otros fueron capaces de llenar nuestro espacio con su luz.

Y también quiero agradecer a quienes, contra viento y marea, siguen manteniendo viva estas y otras batallas y que están aquí o muy cerca de nosotros: Julián, Julio, Pablo, Arturo, Kutxi, Ana, Nieves, Juana, Manuel, Juanje, Luis, Jesús, Pepe, Pepi, María, Concha, Maite y una larga lista de excepcionales personas con quienes comparto esta digna y necesaria lucha.

Termino con unos versos de Miguel Hernández:

“Porque soy como un árbol talado que retoño: aún tengo la vida”

*.- Miembro de La Comuna, Presxs del Franquismo. Integrante del Colectivo LoQueSomos.
– Otras notas de la autora

– Tiempo de libertad: sin rey, sin reino

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