Mujer, naturista…y ¿libre?
Por Nuria Porti*.
Soy mujer. Soy naturista. Y defiendo el asociacionismo como espacio de reivindicación y de conquista de derechos y lugares, sobre todo. Pero también como punto de encuentro y amistad con nuestros seres afines
Practico básicamente nudismo en la playa, excepto si me encuentro compartiendo la desnudez con amistades en otros entornos.
Tengo el gran privilegio de vivir a 1 km de una maravillosa playa nudista. A menudo, voy sola. Me gusta disfrutar del sol y tomar un baño refrescante. Me gusta saludar a las amigas y amigos de la playa, pero también con la misma intensidad, me gusta disfrutar de la libertad de estar sola, escuchar música, mirar el paisaje y las personas, escuchar conversaciones de los vecinos, o leer algún libro que me distraiga.
Este ejercicio tan básico de libertad, no es fácil ni factible para muchas compañeras mujeres, que demasiadas veces, han desistido de hacerlo, por los inconvenientes que esta situación les ha podido ocasionar. De hecho, yo actualmente me encuentro en un estado mental de madurez capaz de enfrentarme a cualquier interferencia que amenace mi calma y libertad. Pero he estado muchos años en los que me incomodaba ir sola a la playa y sentía que debía de dar explicaciones sobre por qué a pesar de estar sola y desnuda, no deseaba ni tener sexo ni ligar con nadie.
Hace pocas semanas, una compañera con quien comparto algunas redes sociales relacionadas con el nudismo, supo que alguien había publicado en Twitter un vídeo suyo con contenido explícito nudista. Un vídeo que ella había compartido en un grupo a priori privado. Un grupo donde a pesar de que no se pueden hacer capturas de pantalla ni descargas de imágenes, alguien, probablemente con la superioridad que debe de sentir que tiene otorgada solo por poseer un pene, se creyó con el derecho de cosificar y agredir a esta persona. Alguien sin escrúpulos. Una mala persona, directamente.
La gran escritora catalana, Maria Mercè Marçal, agradecía en uno de sus textos, “haber nacido mujer”.
Durante años hice míos estos versos. Actualmente me siento agotada. Por tener que luchar cada día para que los vecinos, familiares, personas que te atienden en comercios, ámbito laboral, espacios de ocio etc, recuerden que tengo los mismos derechos y que soy capaz de hacer cualquier cosa que puedan hacer los hombres.
Cualquier cosa, incluso practicar libremente la desnudez.
Agotada y triste. Profundamente triste porque se ha agredido a una persona que lo único que quiere hacer es disfrutar y compartir su estilo de vida nudista.
A pesar de todo, seguiremos, siempre. Hasta el final.
Necesitamos más mujeres en todos los espacios, pero especialmente, hay que feminizar el naturismo.
Nos queda mucho por recorrer.
“Feminismo, es la idea radical que las mujeres somos persones”.
* Socia de Club Català de Naturisme i d’Associació Naturista de la Platja d’Aiguadolç. Fuente: Revista de Cultura Nudista
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