Mujeres abriendo camino: Juana Doña
Daniel Fernández Abella*. LQS. Octubre 2020
El 18 de octubre de 2003 murió la militante comunista Juana Doña, última condenada a muerte por el franquismo.
Juana Doña Jiménez (Madrid,17 de diciembre 1918 – Barcelona, 18 de octubre de 2003) fue una dirigente comunista, feminista, sindicalista y escritora española.
Se afilia a las Unión de Juventudes Comunistas de España en enero de 1933, con sólo 14 años. En septiembre de ese mismo año, es detenida por primera vez mientras actúa de piquete en la huelga general de Madrid. Es nombrada primero secretaria femenina del Sector Sur y luego secretaria femenina del Comité Central de las Juventudes Comunistas, para más tarde pasar a formar parte de la Agrupación de Mujeres Antifascistas.
En 1936, se fue a vivir con Eugenio Mesón, conocido dirigente de la Juventud Socialista Unificada que sería su compañero hasta que fue fusilado en 1941.
Al comienzo de la Guerra Civil, Juana colabora en labores de retaguardia. En enero de 1937 nace Lina, su primera hija. Este nombre se lo puso en memoria de su amiga Lina Odena, militante comunista y miliciana, que se suicidó en 1936 para evitar caer en manos de los falangistas. La niña muere de meningitis a los 7 meses, cuando estaba en Valencia con su abuela. En febrero de 1938 nace Alexis, su segundo hijo, mientras Juana sigue compaginando sus labores en el Comité Provincial de la Agrupación de Mujeres Antifascistas.
Tras el golpe de Casado, su marido Eugenio es detenido y encarcelado en San Miguel de los Reyes. Juana marcha a Alicante con su hijo y su hermana para intentar salir del país, siendo apresados y trasladados al campo de concentración de Los Almendros. A finales de mayo de 1939, son trasladados a Madrid, viajando en un tren de mercancías junto a otras presas en un viaje de 7 días. Durante el trayecto presencian cómo varios niños fallecen en el interior del tren y sus madres han de dejar los cadáveres en el andén de Valencia.
Al llegar a Madrid entra en contacto con la organización clandestina del PCE, permanece escondida en varias casas de amigos y, en junio de 1939, acude con documentación falsificada a la cárcel de Yeserías a visitar a su marido. El 5 de diciembre de 1939 es detenida junto a su madre y hermana, acusadas de pertenecer a la reorganización del PCE y de estar implicadas en el asesinato del Comandante Gabaldón,1 homicidio que ocasionó una terrible represión y que acabó con los fusilamientos, entre otros, de las Trece Rosas. Juana es llevada a Gobernación y torturada con corrientes eléctricas. El 24 de diciembre ingresa en la cárcel de Ventas, donde fue torturada. Su madre, Paca Jiménez, y su hermana, salen en libertad tras haber sido torturadas con corrientes en los oídos y en una bañera con agua.
En la cárcel, Juana se encarga de dar clases a mujeres analfabetas, así como de recibir clases de otras presas que habían sido maestras republicanas. El 28 de mayo de 1941 sale en libertad. Un mes más tarde, el 3 de julio, su marido es fusilado junto a otros compañeros en las tapias del cementerio del Este.
Juana se pone a trabajar sirviendo y vendiendo pan en el mercado de San Miguel. En 1944 vuelve a la lucha clandestina entrando a formar parte de la guerrilla urbana madrileña, dentro de la Agrupación Madrid. Realiza varios viajes a Valdemanco, donde unos compañeros presos que trabajan en un destacamento penal le consiguen sacos de dinamita que ella lleva a Madrid, viajando en coche de línea. Dirige los atentados contra la Brigada Político Social y la embajada argentina, que consiguen gran relevancia sin causar heridos.
En el año 1947, es detenida junto a su madre y llevada a la Dirección General de Seguridad, donde es nuevamente torturada y obligada a presenciar la muerte de un compañero. En mayo de 1947, es juzgada y condenada a pena de muerte. El PCE inicia una campaña internacional para intentar salvar su vida y la de otros compañeros con igual condena. Evita Perón, de viaje en España, a pedido de su hijo, intercede en favor de Juana y consigue que su pena sea conmutada por 30 años de prisión. Sus compañeros de juicio son fusilados el 28 de agosto en el cementerio de Carabanchel.
Juana ingresa en la cárcel de Ventas, pasando luego por las prisiones de Málaga, Segovia, Guadalajara y Alcalá de Henares durante los 20 años que pasa en prisión. Participa en huelgas de hambre en las cárceles de Málaga y Segovia. En la cárcel de Guadalajara se muestra crítica con la condena de expulsión del partido y separación de cualquier actividad conjunta aplicada a dos compañeras comunistas sospechosas de ser lesbianas.
En el año 1961 sale en libertad. Marcha a Francia donde entra en contacto con el PCE exterior, y comienza una nueva etapa vinculada al movimiento feminista. Años después, funda el “Movimiento por la Liberación e Igualdad de la Mujer”.
En 1973 acudirá al I Congreso del PCE (m-l) junto a su hijo Alexis, donde participarán desde la mesa presidencial del mismo.
Durante la Transición fue candidata al Senado por el PCE. Posteriormente se integró en la Organización Revolucionaria de Trabajadores, y participó en el nacimiento del Partido Comunista de los Pueblos de España en 1984. Escribe varios libros entre los que se encuentran: “Mujer”, “Desde la noche y la niebla”, “Gente de abajo” y “Querido Eugenio”. Continúa su actividad política como miembro de CCOO, colaboradora de Mundo Obrero y miembro del Comité Central del PCE. En el año 1998 recibió el premio Comadre de Oro, otorgado por la Tertulia Feminista Les Comadres, en reconocimiento a su trayectoria feminista.
Fallece el 18 de octubre de 2003 en Barcelona, a los 84 años de edad.
* Diario de un escritor revolucionario
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