Murales de la libertad, apología del franquismo
Cristina Calandre Hoenigsfeld. LQSomos. Noviembre 2016
El pasado 13 de octubre se ha presentado, en pleno distrito judío de Budapest, un mural en homenaje al diplomático franquista Ángel Sanz Britz, con presencia de las autoridades y del Embajador de España (1).
Este es el segundo mural, ya que en mayo se presentó en Sofía otro mural en honor del diplomático franquista Julio Palencia, con presencia del Secretario de Estado de Asuntos Exteriores (2).
Según la propia información Web del Ministerio de Asuntos Exteriores español, próximamente le tocará el turno al Mural en Rumania, para homenajear al diplomático franquista, José Rojas Moreno Conde de Casas Rojas, bisabuelo del ex ministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón.
En el caso de este último, la cuestión es realmente preocupante, ya que dicho Conde, participó en la elaboración, desde el Departamento de Políticas y Tratados que dirigía bajo el mandato del Ministro de Exteriores, Gómez Jordana. En el año 1939 elaboró y publicó la normativa antisemita de Paso de Fronteras de 11 de mayo de 1939, que junto a la orden ministerial de 6 de octubre de 1939, firmada por Ramón Serrano Suñer contra los médicos judíos (junto a los republicanos, comunistas y anarquistas), nos demuestran la cruda realidad:
Franco, en sintonía con los países del “Eje”, colaboró en el exterminio judío
Estos Murales, que desde hace años están en la misma sintonía de contar tan solo la Historia del Holocausto y el franquismo, desde una versión manipulada, que ya anteriormente llevó a cabo el Ministerio de Asuntos Exteriores con la exposición “Visados para la Libertad” y “Mas allá del deber” (incluido libro ).
Hasta el día de hoy, ninguna institución oficial española ha reconocido las normativas antisemitas franquistas, con alguna excepción, como el Memorial Democratic de la Generalitat de Catalunya, a través de su video “Camins” (3), donde se demuestra que para poder pasar la frontera de Francia a España, en agosto de 1939, mis abuelos maternos judíos polacos, los Hoenigsfeld, tuvieron que convertirse al catolicismo, y tener un aval franquista para poder sortear la cruel normativa de Paso de Fronteras. Todos sus familiares fueron exterminados en el Holocausto.
Sin embargo, en varios libros, sí se reconocen dichas leyes antisemitas, como en la de los historiadores Bern Rother (2005), Josep Calvet (2015), Ángel Viñas (2015) y Paul Preston (2015).
La Comunidad europea, a través de su web sobre el Holocausto EHRI (4), también dice algo al respecto de esas normativas, por lo que es de desear que cuando se inaugure este mes el Museo de la Casa de la Historia Europea (5) se tengan en cuenta, y que también se reconozca que España no fue un país neutral, como nos explica la web del Memorial Democratic, en su exposición ¿Franco neutral? (6).
Tengo la impresión que tanto homenaje a estos diplomáticos franquistas, que fueron apartados de la carrera diplomática por la II Republica (al haberse pasado al lado de los rebeldes franquistas), es una campaña a favor del franquismo, pues pronto, llegará la III Republica y ya no podrán seguir manteniendo estos mitos de que Franco (y la iglesia católica) no colaboró en la Shoah, poniendo todo el acento en esos diplomáticos “salvadores de judíos”, todos ellos muy cristianos, pero lo que tienen que hacer es investigar la aplicación y consecuencias que tuvieron esas normativas antisemitas sobre los judíos y anularlas jurídicamente.
Notas:
1.- Murales para la Libertad
2.- Homenaje al diplomático Julio Palencia en Sofía
3.- Camins
4.- EHRI project
5.- Casa de la Historia Europea
6.- ‘¿Franco neutral?’