No entiendo nada
No no entiendo nada.
Faltan pocos días para el 22 –M.
Muchas personas caminan hacia Madrid y otras muchas se preparan para el principio de ese fin que anhelamos muchos.
Se acerca a la capital una fuerza que desde el poder deben estar ya evaluando, creando estrategias, entrenando a la jauría para infiltrarse o impedirla con cualquier excusa, preparando nombres para posibles detenciones, dando orden a los medios pa que no digan ni mu sobre esto y ahora, en mi opinión, empieza la hora de derramar un poco de mierda. Por si acaso, pa calentar motores, para crear dudas, para arrancar como quien no quiere la cosa, legitimidad y decencia.
Digo esto después de leer la dimisión en bloque del comité territorial del SAT de Cádiz.
Y claro, la riada de podredumbre lo deja todo apestado.
Yo lo llamo jugar sucio.
Ustedes pensarán y esta que se mete, qué hace una poeta opinando sobre cosas de la tierra.
Pero verán, la realidad que vivimos se empeña en quedarse, es decir, el hambre, es la invitada principal en millones de casas.
Sólo con esto, debería bastar para aunar fuerzas.
Es el empeño principal del 22-m.
Esa fecha podría ser el pistoletazo de salida.
Pero hoy quisieron jodernos la esperanza.
Como si fuera una CIA ibérica, empieza el baile poniendo en tela de juicio al SAT y en consecuencia la coherencia no sólo de este sindicato, también de todos los que hoy y mañana, gastan sus vidas por un lugar mejor donde ponerse a vivirlas.
En fin, qué triste y también qué predecible.