“Parece una venganza, impedir que Pablo González viaje fuera de Rusia”

Por Isabel Jaurena*

Según Gonzalo Boye, todo lo que está haciendo Polonia es “una especie de venganza” para impedir que el periodista “viaje fuera de Rusia”. Según explicó, el periodista se está “recuperando” de su problema pulmonar

“Estamos esperando que las autoridades polacas expliquen lo que quieren hacer”. Gonzalo Boye es el abogado del periodista Pablo González y habló con el diario BERRIA sobre la actualidad del caso. El 14 del mes, la Fiscalía del Tribunal de Apelaciones de Lublin presentó cargos de espionaje contra el periodista. Esta información fue publicada por la fiscalía y pronto se difundió por todo el mundo. Sin embargo, Boye insistió en que no han recibido ninguna notificación relacionada con estas acusaciones, de forma oficial. “Lo primero que hicieron fue publicar la noticia, pero todavía no nos han enviado toda esa documentación”. Por tanto, no tienen claro qué harán ahora, porque no podrán saber a qué se tienen que enfrentar hasta que Polonia les envíe toda la información.

En concreto, tal y como indicó la fiscalía en un comunicado, a Pablo González le acusan de pasar información a los servicios secretos rusos mientras residía en Polonia de 2016 a 2022. Por ello, se le acusa de causar “daño punible” al país, por lo que podría cumplir una pena de prisión de entre tres y quince años. Según afirmó la propia Fiscalía, González “obtuvo y transmitió, difundió y reconoció operativamente” la información. Después de ser liberado de la prisión de alta seguridad del país en Radom, González se encuentra en Moscú.

Además, un día antes del anuncio de las acusaciones, Polonia anunció que la investigación contra el periodista seguía abierta. Y, también, que es probable que el juicio se celebre en ausencia -así se convocan los juicios sin que esté presente el acusado-. Boye también se pronunció al respecto: “Hay que recordar que en Polonia, en casos como este, no hay juicio en rebeldía “.

Al ver que no les ha llegado ninguna información correcta y aclarar las dudas sobre el juicio, Boye ha llegado a una conclusión: “Parece una especie de venganza, impedirles viajar fuera de Rusia”. De hecho, según explicó la esposa de Pablo González, Oihana Goiriena, el periodista quiere regresar al País Vasco, pero tiene un obstáculo: necesita su documento de identidad y su pasaporte para hacerlo, pero Polonia aún no se los ha devuelto.

También tiene un problema de salud. Goiriena explicó que su marido fue examinado en un hospital de Moscú y que se le detectó líquido en los pulmones. Cuando se le preguntó sobre esto y el impacto de las noticias de Polonia en González, Boye explicó que González está “bien”, pero que ahora se está “recuperando”. “Por estar preso tiene un problema en los pulmones, que necesita tratamiento, porque es un asunto grave”, concluyó.

Ha denunciado torturas

Desde su estancia en Rusia, González ha concedido sólo una entrevista a la televisión RT del país. Allí explicó que había perdido veinte kilos en prisión, y se quejó de haber sido sometido a “torturas” y otro tipo de “presiones” durante los primeros nueve meses de su largo encarcelamiento.

Desde hace dos años y medio, González ha permanecido en una cárcel de alta seguridad, en muy malas condiciones, encerrado en una celda 23 horas al día, sin posibilidad de hablar por teléfono con sus familiares y sin saber cuándo cambiará la situación. Durante ese tiempo, los familiares sólo pudieron visitarlo tres veces; la última, el pasado 13 de mayo.

La libertad de González ha llegado como parte de una negociación más amplia que ha involucrado a múltiples agentes y participantes. Algunos países miembros de la OTAN y Rusia han intercambiado prisioneros, y en total ocho prisioneros han sido liberados por Estados Unidos, Alemania, Noruega, Eslovenia y Polonia; quince por Rusia; y uno por Bielorrusia.

* Nota original en diario Berria: «Mendeku bat dirudi, Pablo Gonzalezek Errusiatik kanpo bidaiatzea galaraztekoa»