Ratio summa
Jesús Gómez Gutiérrez*. LQSomos. Marzo 2015
Sobre tontos y listos. Políticamente, claro.
Sería encantador.
De un mundo fácil, simétrico y —en consecuencia, para algunos— bonito.
Que la gente se abstuviera por tonta.
Y fueran los listos quienes no se abstienen.
Electoralmente, claro.
Porque nadie se abstiene en la vida.
Y si nadie se abstiene en la vida, nadie se abstiene en la política.
Tontos hay en todas partes, y todos hacen.
En esto, mi tocayo anduvo fino.
No dijo: perdónalos porque no saben lo que no hacen.
Dijo: perdónalos porque no saben lo que hacen.
Y yo, que soy ateo, me sumo.
Quién hace, para quién lo hace, qué hace.
Nada es 100%.
Tampoco 99.
Y hablando de tontos, nada más tonto que confundir el silencio con la anuencia.
Políticamente, claro.
La gente calla por muchas razones y en muchas direcciones.
Un libro, una asamblea, una urna, una revolución.
O dice sí, cuenta conmigo, y no aparece.
La gente es igual que la política.
La gente es, por gente, política.
Y si tanto incomoda que la lluvia moje, búsquese un paraguas.
Ratio summa.
Que el mundo es difícil, asimétrico y —en consecuencia, para mí— mundo.
Que hay quien se abstiene por tonto y hay quien vota por tonto.
Tontos hay en todas partes, y todos hacen.
También los listos, pero menos.