Recuperación de derechos ¡Revolución social ya!
Maryssa Ruiz. LQSomos. Enero 2018
Para que los ciudadanos recuperemos la dignidad que nos han ido arrebatando los gobiernos corruptos con sus maniobras maquiavélicas, y toda la estirpe de empresarios, monarquía y clero que los sigue, necesitamos una revolución social que parta desde el inicio, un movimiento obrero a gran escala que obligue a toda la chusma que disfruta de lujos desmedidos pagados por todos nosotros a que nos devuelvan lo que nos han ido quitando con los años.
La población hemos de unirnos para poner fin a los privilegios de una clase alta que se sostiene gracias al trabajo de todos los que a diario luchamos a contracorriente para ganar un dinero que supone el beneficio de muchos. El pueblo ha de aliarse para derrotar a esta mafia que parece que se ha anclado de forma permanente en un país en el que cientos de niños pasan hambre mientras una reina, esposa de un rey que es la herencia de un genocida, gasta 10.000 euros en ropa al mes, en un país en el que familias enteras han perdido su hogar mientras políticos falangistas, representantes del color naranja, se compran chalets por valor de 1.000.000 euros, en un país donde miles de personas viven en la calle a la misma vez que solventamos a una iglesia que supera al Estado en poseer propiedades en todos el país recibiendo además 11.000 millones de euros por no hacer absolutamente nada.
Señor@s, tenemos que hacer algo, necesitamos una revolución, tenemos que luchar contra este sistema capitalista que además se ha encargado de seleccionar a la peor bazofia como representantes del Estado y de comprar a los medios de comunicación para que nos engañen, nos manipulen y no nos dejen pensar por nosotros mismos. No podemos permitir que nos estén destrozando la vida y riéndose en nuestra cara mientras nos ven pasar penurias desde su confortable hogar que estamos pagando entre todos.
No nos respetan, nos mienten, nos venden falsas utopías y progresos inexistentes, lavan nuestra mente con estupideces varias y encima intentan hacernos creer que somos idiotas. Están destruyendo nuestro derecho a la sanidad pública pero afirman que eso no es cierto, que el personal sanitario se inventa las cosas, son capaces de decir que la gente que hace cola en comedores sociales es porque no quiere cocinar o que quien no trabaja es porque es un gandul, defendiendo así una esclavitud laboral que pretenden acentuar a todos los niveles y que supone la pérdida de dignidad del ser humano.
Mientras políticos delincuentes que han ejercido la corrupción, miembros pertenecientes a la monarquía que se han apropiado de lo que no es suyo, sacerdotes que han abusado de menores salen impunes ante estos actos, personas son detenidas solo por el mero hecho de decir lo que piensan, de pretender ejercer su derecho a la libertad de expresión, muestra ejemplar del decadente sistema judicial que impera en esta España corrompida. Mientras se juzga con todo el peso de una ley estúpida a raperos, tuiteros y demás personas por pretender ofrecer una opinión, a violadores se les da el beneficio de la duda haciendo culpable a la víctima bien por ir en pantalón corto o por colgar fotos de su vida en redes sociales.
Así es señores, vivimos bajo las órdenes de mafiosos, de políticos que son la herencia de un sistema genocida que entierra a difuntos familiares del mayor asesino de este país en una catedral mientras permite que miles de cuerpos asesinados todavía se encuentren en cunetas. Vivimos en un país donde se destina más cantidad de dinero a armamento con el fin de subvencionar guerras absurdas que a educación o a la investigación para erradicar enfermedades como el cáncer. Vivimos en un país en el que vale más la palabra de un depravado que representa a un dios que nadie ha visto que la palabra de un pueblo que pide libertad. Vivimos en un país que da poder a los bancos para que jueguen con la vida de los ciudadanos a su antojo permitiendo que pierdan sus hogares y se quiten la vida por ello. Vivimos en un país que no ofrece ni un solo euro a la recuperación de los cuerpos de todos los que un día fueron asesinados de un tiro en la nuca por quien todavía es defendido por muchos ignorantes que no han cogido un libro en su vida. Vivimos en un país que ha comprado medios de comunicación para que no se sepa la miseria en la que los españoles habitamos.
Señores… piensen. Hemos de unirnos, hemos de poner fin a toda esta barbarie, tenemos que empezar a trabajar para destronar a falsos reyes, para mandar a su infierno a falsos mesías y para destruir a toda la corrupción que habita en despachos, congreso, senado, diputaciones y ayuntamientos….no podemos tolerar este mangoneo de nuestros derechos.
Más artículos de la autora
– Ilustración de J.Kalvellido