Represión en Catalunya: ‘Saltaba sangre en las paredes’
Redacción. LQS. Noviembre 2019
El Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos (1) denuncia los malos tratos sufridos por los detenidos en Barcelona
Debido al silencio impuesto sobre la brutalidad policial sufrida por los jóvenes que se han manifestado en Barcelona en protesta por la injusta sentencia contra los presos políticos del procés tenemos obligación de dar a conocer los malos tratos (e incluso tortura) que han sufrido los detenidos por Mossos y Policía Nacional en las comisarías de La Verneda y Vía Laietana tal como han denunciado organismos de derechos humanos.
A continuación, publicamos una traducción al castellano del artículo de Roger Graells Font, aparecido en vilaweb.cat (2) el pasado 30 de octubre.
Defensores de los derechos humanos hacen un relato estremecedor de los malos tratos de los jóvenes encarcelados a raíz de las protestas en Barcelona
El Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos supervisa la situación de los veintidós ocho encarcelados por las protestas, que denuncian malos tratos de la policía española y los Mossos
La entrada en prisión como un alivio. Así han vivido este momento muchos de los 28 jóvenes encarcelados estos días -27, tras la liberación de la Paula, lunes- a raíz de las protestas contra la sentencia del proceso. Las horas que han pasado entre las detenciones, muchas arbitrarias y aleatorias según han denunciado los abogados, y el ingreso en prisión han sido un auténtico sufrimiento para muchos de los manifestantes detenidos.
Cuarenta y ocho horas sin casi comida, humillaciones, golpes y tocamientos en las furgonetas de la policía española y los Mossos y en las comisarías de la Via Laietana y de la Verneda, registros con desnudo integral, revisiones médicas con esposas y presencia de la policía, entre otras situaciones denigrantes, son algunos de los relatos que han hecho los presos a los miembros del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos, vinculado al SIRECOVI (3), el Sistema de Registro y Comunicación para la Protección de Víctimas de Tortura y violencia Institucional, que los visitan estos días en las cárceles para monitorizar su situación.
Hasta ayer, miércoles, habían visitados a nueve. En las próximas semanas acabarán de visitarlos a todos -de acuerdo con los abogados y con un documento de consentimiento informado por parte de los encarcelados- y elaborarán un informe para darles voz. El SIRECOVI registrará el relato de los detenidos, sin hacer valoraciones, para comunicar las denuncias de las presuntas víctimas de malos tratos, torturas y violencia institucional a las autoridades competentes, especialmente en el Consejo de Europa y al relator especial de la ONU sobre la tortura, para que sean investigadas.
En algunos casos, aseguran, los policías no avisaron a los abogados dentro de los plazos reglamentarios, hasta catorce o quince horas después de la detención. Muchos arrestos fueron aleatorios y basados en atestados policiales generalizados que no atribuyen hechos concretos a los detenidos, tal como han denunciado varios abogados.
‘Saltaba sangre en las paredes’
Uno de los momentos más duros que relatan los jóvenes encarcelados a los miembros del SIRECOVI se vivió en la comisaría de la policía española en la Vía Laietana. La noticia del agente herido de gravedad hizo enfurecer los agentes de la policía, que desahogaron la rabia con porrazos contra los detenidos. Mientras las chicas eran esposadas y arrodilladas contra la pared, los policías golpeaban los chicos. Según el relato de uno de los detenidos, incluso saltó sangre en las paredes.
Más de una vez, los encarcelados aseguran que no eran en celdas, sino en una especie de sala de operaciones de la comisaría por donde pasaban los agentes que entraban y salían de la calle, con la tensión por los disturbios de fuera. En cuanto a los registros, en algunos casos fueron con desnudo integral, aunque la normativa dice que hay que dar una bata para que los detenidos puedan taparse.
Las revisiones médicas han sido otra irregularidad. Los jóvenes encarcelados que han hablado con miembros del SIRECOVI explican que siempre había agentes de la policía en la consulta del médico. Esto contraviene la normativa internacional de prevención contra la tortura, dado que la presencia de la policía intimida el detenido y coarta la posibilidad de que pueda explicar con plena libertad y confianza con el médico el origen de las lesiones sufridas. Además, no les sacaban las esposas, ni siquiera si el médico lo pedía. En un caso, explica un miembro del SIRECOVI, se llegó a coser una herida de una pierna provocada por golpes de porra a un detenido, con las manos esposadas por la espalda. En otro, un mosso hirió a un detenido cerca del ojo con un botellazo y le cosieron la herida esposado y con la cara ensangrentada.
Humillaciones y traslados de madrugada
Las presas cuentan que la policía las arrojó al suelo dentro de las furgonetas. De hecho, a una le rompieron el labio. Explican que las situaron entre los asientos y aseguran que algunos agentes las pisaban con las botas, haciendo daño en el cuello y el cuerpo. Una detenida explica que sintió tocamientos en los pechos, aunque no puede decir si en ese momento la tenían cogida o si la tocaban con intención sexual.
Los traslados siempre son un punto oscuro. Comentan los jóvenes encarcelados a los miembros del SIRECOVI que durante el trayecto de la comisaría de Via Laietana a la de la Verneda los agentes de la policía española les hacían pasar mucho tiempo dentro del vehículo, de madrugada, por lo que llegaban a perder la noción del tiempo. Recuerdan una sensación de mucho calor y dificultades respiratorias, algunos tendidos en el suelo y esposados por la espalda, y algunos otros sentados sin cinturón, con una conducción temeraria con acelerones y frenazos bruscos que les causaban golpes.
Los traslados siempre son un punto oscuro. Los encarcelados explican la sensación de un cierto alivio que tuvieron cuando entraron en prisión. Todos coinciden en que han recibido un trato correcto de los funcionarios, a diferencia del trato degradante de la policía. Ropa limpia, ducha y comer después de cuarenta y ocho horas de sufrimiento.
Notas:
1.- Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos
2.- Enlace a la nota original en vilaweb.cat
3.- SIRECOVI
-.- Urnas son amores. Derecho a decidir
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como ocurre en Chile donde los “pacos” como le llaman a los carabineros, cometen toda clase de desmanes, los heridos y detenidos se cuentan de a miles, los desaparecidos son mas de 20 e igual número de muertos. Pero los medios locales no lo muestran. Piñera está masacrando la protesta social contra el neoliberalismo en Chile, el país más desigual de América latina.
Leyendo el relato parece estar uno leyendo el trato que recibieron los pacificos del 15-M los primeros meses de ser reprimidos duramente durante el traslado a comisaria.
O como reprimian a los antiglobalización en los años 90, o a los okupas, anti nucleares, autonomos, o antimilitaristas en los años 80, o a los rebeldes alternativos de los 70, los antifascistas, ecologistas, parados, etc.
Volvemos o mas bien aún continuamos en regimenes represores, por sus métodos los conocereis. Si no se cortan en dar cera delante de las cámaras inimaginable cuando te tienen a su merced, ocultos a todo, y con leyes que aún dan veracidad a las fuerzas represoras.
Ten libertad para que te apaleen por protestar.
Encima les daran una medalla de la Virgen de la Porra, a los “defensores de nuestra seguridad”, con una pagita de acompañamiento, claro.