El rey y el presidente deben irse juntos

El rey y el presidente deben irse juntos

Arturo del Villar*. LQSomos. Diciembre 2017

Catalunya sigue declarándose republicana y deseosa de librarse del colonialismo español. Una vez más lo ha demostrado en la votación ilegal convocada por el Gobierno colonial de Madrid el jueves 21 de diciembre de 2017, tras disolver el Govern y el Parlament legítimos de Catalunya, encarcelar a los diputados que no pudieron exiliarse, enjuiciar a otros, y poner al frente de la Generalitat a la vicepresidenta del Gobierno colonial de Madrid, para impedir la vida en libertad dentro de la colonia.

El presidente indeseable del Gobierno de Madrid, que no puede ir por la calle sin escolta porque los viandantes le agreden, ha comparecido ante los periodistas después de la reunión del Consejo de Ministros celebrada el 22 de diciembre. Tuvo la inmensa desfachatez de afirmar que el día anterior se había votado “de verdad” en Catalunya, con mesas electorales bien compuestas y papeletas verificadas, lo que no sucedió en el referéndum organizado legalmente el 1 de octubre pasado por el Govern legítimo de la Generalitat legítima de Catalunya, presidido por su presidente legítimo, Carles Puigdemont.

Ninguno de los periodistas se atrevió a llamarle cínico desvergonzado, y echarle en cara que el 1 de octubre el referéndum se celebró en estado de sitio, porque el Gobierno colonial de Madrid lo prohibió y lo dificultó con toda clase de impedimentos. Envió a Catalunya brigadas de policías y guardias civiles convenientemente armados, que se dedicaron a golpear brutalmente a quienes deseaban ejercer el derecho democrático de votar, lo que dio lugar a 893 heridos y una cifra no revelada de detenidos. Además cerraron los colegios electorales, requisaron las urnas, disolvieron a quienes pretendían acercarse a los colegios, y demostraron seguir los mismos métodos utilizados por las fuerzas armadas protectoras de la dictadura fascista.

Esa actuación fascista contra el pueblo pacífico fue criticada por los medios de información internacionales, ya que los nazionales no lo hicieron, unos por compartir las ideas fascistas del Gobierno, y otros por temor a las represalias, cuando los periódicos están en crisis económica, debido a su falta de credibilidad precisamente.

Catalunya es republicana

Pese a todos los impedimentos el referéndum sobre la independencia de Catalunya se celebró, con un resultado muy clarificador: el 90,18 por ciento de los votantes se decidió a favor de la proclamación de la República Catalana independiente del reino de España, y solamente el 7,83 por ciento votó en contra.

El presidente del Gobierno que impidió por la fuerza bruta celebrar el referéndum legal del 1 de octubre, osa decir con su ilimitada cara dura que la votación ilegal organizada por él mismo el 21 de diciembre, con la Generalitat intervenida gracias a la aplicación de artículo 155 de la Constitución borbónica vigente, fue un éxito porque se celebró en libertad. Cierto que en esta ocasión las fuerzas brutas armadas al servicio del Gobierno nazionalista no intervinieron, porque se trataba de las elecciones organizadas por el propio Gobierno nazionalista.
La población de Catalunya ha dado un ejemplo de civismo, al acudir a votar el jueves 21 de diciembre con absoluta normalidad, pese a tratarse de una consulta ilegal. El resultado de la votación demuestra que Catalunya es mayoritariamente republicana, y no acepta al rey Borbón, como lo rechazó en 1701, y después en 1868, y de nuevo en 1931.

Los partidos independentistas han ganado contundentemente, con los 940.602 votos obtenidos por Junts per Catalunya, el partido del president legítimo Carles Puigdemont, exiliado en Bruselas con cuatro miembros del Govern legítimo ilegalmente destituido. Esos votos le otorgan 34 escaños en el futuro Parlament, que unidos a los alcanzados por las otras agrupaciones independentistas, Esquerra Republicana de Catalunya y Candidatura d’Unitat Popular, le dan la mayoría para gobernar cómodamente.

No los queremos

El desvergonzado presidente del Gobierno colonial de Madrid se recreó durante la comparecencia ante los periodistas, en explicar que el grupo republicano contaba con dos diputados menos con respecto a las anteriores elecciones. Es un sarcasmo, si se tiene en cuenta que su partido, absurdamente llamado Popular, obtuvo entonces once escaños, y ahora tres. Este resultado negativo sin duda es debe a la intervención continuada del presidente a lo largo de la campaña.

Puigdemont regresará del exilio igual que lo hizo el president Josep Tarradellas, después de 38 años de ausencia obligada. Podrá repetir aquella frase ya histórica que Tarradellas pronunció el 23 de octubre de 1977 desde el balcón de la Generalitat a la multitud agrupada en la plaza de Sant Jaume: Ciutadans de Catalunya, ja sóc aquí. Al pueblo se le aplasta por la fuerza, pero se levanta 155 veces o cuantas haga falta. Su regreso deberá coincidir con la renuncia del presidente del Gobierno nazional de Madrid, que se ha comportado como un enemigo del pueblo.

Pero no debe marcharse solo, sino acompañado por el rey de España, que ha demostrado ser rey de sus vasallos fascistas solamente. Es lo lógico, puesto que reina porque un militar rebelde y genocida instauró la que llamó monarquía del 18 de julio, por la Ley 62/1969, de 22 de julio, por la que se provee lo concerniente a la sucesión en la Jefatura del Estado. El dictadorísimo designó sucesor a título de rey a Juan Carlos de Borbón, que al día siguiente le juró lealtad y fidelidad a sus leyes, convirtiéndose así en cómplice de los crímenes cometidos durante la dictadura fascista.

El sucesor del sucesor a título de rey del dictadorísimo reina sostenido por la fuerza bruta de los militares, policías y guardias civiles, y por las sentencias de los jueces servilones. El mismo 22 de diciembre se hizo pública la sentencia de la Audiencia Nazional que condena a Santiago Espot, presidente de Catalunya Acció, a pagar una multa de 7.200 euros, acusado de injuriar a la Corona, porque dicen que promovió la impresionante pitada contra el rey escuchada clamorosamente en el Camp Nou el 30 de mayo de 2015, durante la final de la Copa del Rey. Las condenas por injurias a la Corona son tan frecuentes y tan altas, que están permitiendo la continuidad de la Administración de Justicia, falta de recursos económicos a causa de la deficitaria situación de la Hacienda Pública.

Y la llaman democracia

El sucesor del sucesor a título de rey alienta, si es que no promueve, la persecución del Gobierno colonial contra los republicanos catalanes. Son muchas las localidades e instituciones catalanas que han aprobado declarar persona non grata a todos y cada uno de los miembros de la llamada familia real, la más irreal de las familias españolas, y cuando aparecen en público son abucheados, pese a la reata de gorilas que los protegen.

Ante el resultado contundente del referéndum celebrado contra viento y marea el 1 de octubre, el sucesor a título de eyaculación paterna del sucesor a titulo de rey designado por el dictadorísimo debió de asustarse, y ordenó su comparecencia ante la televisión estatal el día 3, para pronunciar una de sus filípicas, con advertencia de actuaciones contra los independentistas. Se atrevió a leer en público: “Han pretendido quebrar la unidad y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común”.

Esa inmensa mentira real le invalida para continuar presidiendo el Estado, cargo para el que nadie lo ha elegido, sino que lo heredó de su padre, lo que carece del menor atisbo de democracia. Si en España hubiera democracia, se propondría a los españoles participar en un referéndum, para decidir la forma de Estado que preferimos, como se ha hecho en Italia y en Grecia, por citar a dos naciones de nuestro mismo ámbito histórico y cultural mediterráneo. Reina sobre presos políticos, sobre enjuiciados por sus ideas, sobre condenados por expresarse públicamente, y no lo hace sobre los exiliados políticos porque han podido elegir la libertad inexistente en su patria catalana intervenida.

Hacen buena pareja el rey de la monarquía instaurada por el dictadorísimo fascista, y el presidente del Gobierno sustentado por el partido fundado por el genocida fascista Manuel Fraga. Que se vayan juntos. La dictadura fascista duró 36 años, la monarquía fascista lleva 42. Ya es hora de que podamos elegir al jefe del Estado.

¡Viva España con honra! ¡Abajo los borbones! ¡Llibertat presos polítics!

* Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio

LQSomos

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