Roxana Miranda, la costurera que quiere ser presidenta de Chile
Con un discurso aguerrido que denuncia los problemas cotidianos que sufren los más pobres en Chile, la humilde costurera Roxana Miranda logró aterrizar la discusión política en la campaña electoral chilena, donde es uno de los nueve candidatos que compiten por la Presidencia.
A sus 47 años, la “tía Roxy” como se le conoce en las redes sociales, ha ganado popularidad a costa de sus lucidas participaciones en los debates presidenciales, donde ha interpelado directamente a los otros candidatos, especialmente a la favorita para adjudicarse la elección, la exmandataria socialista Michelle Bachelet.
“Yo tengo un magíster en Economía, señora Bachelet, porque con su bono de 40 lucas (40.000 pesos u 80 dólares) tengo que llegar a fin de mes”,le dijo a la exmandataria la semana pasada en un debate televisado sobre un bono que entregó en su anterior mandato (2006-2010).
“A un dirigente sindical, cuando ve injusticia, no le duele el corazón, le duele la guata (panza), es extraño, no te controlas, no mides riesgos, vas y defiendes al que es pisoteado”, dijo Miranda en una entrevista con la AFP, sobre su actuación en un debate al que llegó llevando un vestido que ella misma confeccionó.
Miranda explica que su desenfadada personalidad la adoptó desde niña, cuando vivía en la popular comuna de San Bernardo, en el sur de Santiago, donde sus padres, un obrero y una costurera, vivían sumidos en la pobreza.
Hoy, ella vive en la misma comuna junto a cuatro hijos que mantiene con dificultades gracias a la profesión que aprendió de su madre. Desde hace 10 años es dirigente sindical de un movimiento de deudores habitacionales denominado ‘Andha Chile'.
En su lucha por condonar o alivianar los créditos para las viviendas de los más pobres ha sido arrestada decenas de veces, e incluso, fue enjuiciada en 2009 por lanzar amenazas durante una protesta a la entonces presidenta Bachelet.
En el debate, Miranda también les enrostró a todos los candidatos su poco conocimiento del sistema público de salud, al que accede el 80% de los chilenos.
“Hablan de salud y no tienen idea. ¿Acaso alguno de ustedes sabe de qué color es la tarjeta de atención del hospital? No tienen idea y quieren mejorar la salud”,acusó la candidata, sin recibir respuesta de ninguno.
“Creo que a ellos les dio vergüenza. Ellos pensaron: ahí está la nana (empleada) hablando, pero no me importa, yo seguiré en la calle para alcanzar el poder popular”.
Miranda inscribió su candidatura presidencial por el Partido Igualdad en agosto pasado. Bajo el lema “Que el pueblo mande”, ha basado su campaña en la necesidad de acabar con la injusticia social, suprimir la “élite política” y los grupos económicos, a los que culpa por la desigualdad en Chile.
“Soy resentida, tengo resentimiento, mil veces me han hecho sentir la desigualdad en mi país, he sido pisoteada. Yo quiero que se vayan todas esas cúpulas políticas”,dice Miranda.
Su principal propuesta es instalar una Asamblea Constituyente social de la cual nazca una nueva Constitución, pero también otras medidas para modificar el orden social en Chile, como la instauración de salud y educación gratis para todos.
Con un apoyo de menos del 1% en las encuestas, Miranda afirma que su intención va más allá de “obtener un colchón de votos” sino instalar en el debate la injusticia social que ella acusa viven la mayoría de los chilenos.