Seguida por el despedazamiento
Por Nònimo Lustre. LQSomos.
Diez estampas femíneas en sus collages.
Historia de la mujer occidental: de la mutilación a la esclavización pasando por los magnicidios…
La violación fue seguida por el cuarteamiento –recordando la inusitada frecuencia de la necrofilia, no descartamos que se violaran, uno a uno, los trozos de las señoras. Sea como fuere, en el génesis, estaban los pedazos. Como certifica este collage, el bruto dios se obsesiona con el pubis femenino cubierto con la cabellera rubia. Para disimular, apunta con su maza a la cabeza de la venus descuartizada de los paños húmedos –arcaica Miss Camiseta Mojada. Simultáneamente, una reina yace sin vida sobre una piel de leopardo; pudiera ser una de las ocho emperatrices romanas que fueron asesinadas por sus esposos –cf. viñetas posteriores.
El descuartizamiento de la mujer tiene hondas raíces, desde las mitológicas hasta las etnografías contemporáneas. Las Bacantes y sus ‘secretarias’, las Ménades, so pretexto de representar a Baco zampado por los Titanes, despedazaban animalitos vivos y los devoraban. Siglos después, entre éxtasis alcohólicos y alucinógenos, desnudeces y parrillas, la bacanal se disfrazó de aquelarre.
La misoginia con obsesión cuarteadora también prosperó en las Yndias. Por ejemplo, la diosa ‘azteca’ Coyolxauhqui, es decapitada por su hermano Huitzilopochtli quien, además, la descuartiza y arroja sus restos por un barranco. Así fue como Coyolxauhqui trocó en la representación de la Luna y Huitzilopochtli se convirtió en el Sol, a diario vencedor de la Luna.
Asimismo, en las Noches 18-19 de Las mil y una noches, se lee la ‘Historia de la Mujer Despedazada, de las Tres Manzanas y del Negro Rihán’. Este capítulo narra cómo los sirvientes del Califa se abalanzaron sobre un cajón donde hallaron una enorme canasta de hojas de palmera cosidas con lana roja. Dentro, apareció una joven muerta y despedazada. “Ante aquel espectáculo, las lágrimas corrieron por las mejillas del Califa… Por Alá que he de usar de represalias con el asesino, y no descansaré hasta que lo mate.” Entonces, un joven y un anciano – respectivamente, esposo y padre de la joven despedazada- se autoinculparon. Al final, se descubrió que un negro había yacido con la esposa rota -¿o fue pura vanagloria para reírse del esposo cornudo?
Y, en la Verona del año 1900, “dos lavanderas encuentran un cuerpo descuartizado e incompleto. Se trataba de Isolina Canuti, una joven de 20 años, de familia humilde, poco agraciada físicamente y de dudosa moralidad. Todas las culpas recaen en el que había sido su amante: el teniente Carlo Trivulzio que pretendía que Isolina abortase”.
En cuanto a la etnografía contemporánea, destaca por su crudeza un caso de dudosa fuente atribuido a los indígenas Yanomami: “Con la espalda contra el suelo, Yawalama alzaba sus brazos para defenderse del machete de Pies Largos. Con furia animal, éste la destazó y la dejó morir… hicieron falta cinco personas para acarrearla porque se necesitaron muchas manos para sostener las piltrafas que colgaban casi separadas del cuerpo”.
Del destaze no se libraron ni los cuerpos santos. Santa que moría, santa que era cuarteada en una sangrienta rebatiña por el negocio de las reliquias. Sin ir muy lejos, el cadáver de santa Teresa, apenas frío, fue destazado y sus miembros, subastados –sus boñigas ya eran veneradas en algunos templos ostentosamente escatológicos.Ilustraciones: Venus mutilada por un sátiro con maza. Una reina o emperatriz yace sobre una lujosa piel de leopardo.
– En el principio, estuvo la violación
· Otra serie de collages sobre la reproducción animal y humana
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