Soberanía banana
Al presidente Evo lo tuvieron colgado del aire porque la CIA del telepredicador Obama concluyó que en el avión de Morales viajaba de extranjis el buscado pasajero alien Eduard Snowden; el ex analista de la NSA que les metió el dedo en el ojo del espionaje general a los aliados y ciudadanos. Snowden es el objetivo y los cazadores de recompensas están que crujen. Evo echó mano de su dignidad indígena e institucional y denegó a los funcionarios del hombre blanco de piel negra el pretendido registro de su avión, por parte los delincuentes del Derecho Internacional, como si se tratara de un vulgar traficante de cocaína de los EEUU. El avión procedía de Moscú y y regresaba a La Paz.
Trece horas secuestrado en el aeropuerto de Viena un presidente de un país soberano, a instancias del amigo norteamericano. España, Francia, Italia y Portugal denegaron el permiso para cruzar su espacio aéreo. Países civilizados de antiguo, europeos, respetuosos con las leyes, soberanos y teóricamente reacios a las presiones histéricas del far-west tomaron esa decisión reaccionaria y acorde con la bajada de pantalones. Desde ese momento han quedado retratados como países bananeros.