Sobre el premio Magister y la MEP
“Mejora tu escuela pública” es una asociación absolutamente privada e implicada en la privatización, aunque utilice y exhiba el logo del Ministerio como entidad colaboradora. La misión y razón de ser de la MEP es potenciar la lógica empresarial y neoliberal en los sistemas educativos y, de manera sustantiva, facilitar la privatización de la escuela pública
No puedo evitar poner en vuestro conocimiento que la Asociación “Mejora tu Escuela Pública” (MEP), que ha tenido a bien conceder el premio “Magister 2018” a nuestro Centro, es una extensión, bien financiada y mejor asesorada, de Junior Achievement (Aprender a emprender), una de las fundaciones estadounidenses más opacas, que compiten y co-laboran por el control del negocio de la educación en todo el mundo junto a Ashoka, Gems Education, Everys, SEK-Global Education Forum, Fundación A3media…, y un montón más que sería muy prolijo enumerar.
Pero, ¿quién mueve y financia estas fundaciones y consultorías, que se presentan ante las administraciones públicas y se ofrecen al profesorado como supuestas asociaciones sin ánimo de lucro y adalides de la innovación educativa? La respuesta es muy sencilla: todas ellas forman parte de una intrincada red de intereses y relaciones en cuyos nodos principales se encuentran grandes corporaciones y entidades financieras bien conocidas como el Banco de Santander, Movistar-Telefónica, BBVA, la Caixa, el grupo Inditex, J.P.Morgan-Betterlsmann…, etc., etc. Hace tiempo que a este fenómeno de apropiación, privatización y creación de nichos de negocio en el sector público merced al implacable despliegue del sector privado (con la excusa de que este gestiona con mucha mayor eficiencia y eficacia que aquel y bajo el subterfugio del mantra de la responsabilidad social de las corporaciones¬), alguien lo bautizó, no sé si por hacer una gracia o por describir el asunto con algo de ironía, “filantrocapitalismo”. Lo que está claro es que en ese contexto el altruismo no existe y la defensa de la escuela pública, entendida como proyecto colectivo, comunitario, democrático y por tanto laico, es, como mínimo, muy cuestionable.
Todos los programas, actividades, supuestas políticas de becas, premios, cursos y asesoramiento a la formación del profesorado, que aceptamos desarrollar en nuestros Institutos, en ocasiones de forma bienintencionada, se traducen en pequeñas (o grandes) contribuciones que, quizá sin pretenderlo, realizamos a ese proceso de apropiación privada de nuestros sistemas nacionales y públicos de educación. Existen ya relevantes investigaciones académicas que han estudiado con detalle estos procesos dentro y fuera de nuestras fronteras y que están a disposición de quien quiera conocerlos —los trabajos de Stephen Ball y Antonio Olmedo del Instituto de Educación de la Universidad de Londres, o de Geo Saura de la UAB, son concluyentes para el caso español—.
“Mejora tu escuela pública” es una asociación absolutamente privada e implicada en la privatización, aunque utilice y exhiba el logo del Ministerio como entidad colaboradora. Su presidente es Juan José Nieto Romero, relevante miembro del Opus Dei que ha sido Director General del Gobierno Cifuentes en la Comunidad de Madrid en los años más duros de la crisis. La misión y razón de ser de la MEP es potenciar la lógica empresarial y neoliberal en los sistemas educativos y, de manera sustantiva, facilitar la privatización de la escuela pública (exactamente todo lo contrario de lo que su casta denominación anuncia). Los premios que anualmente reparte, lo siento, ni salen gratis, ni son inocuos. Pensemos… De las muchas cosas que hacemos bien ¿cuál nos han premiado? ¿Alguien sabe en virtud de qué supuesto “valor añadido” han concedido el premio al Ramón y Cajal y no al Pirámide, al Lucas Mallada o al Colegio Pío XII?, ¿tan excelentes e innovadores somos?, ¿y el resto de la escuela pública de nuestra ciudad?, ¿qué sentido tiene y qué lectura se va a dar en la ciudad a este acontecimiento? Más allá del alborozo inicial, comprensible, creo que toca reflexionar un poco sobre el significado de estos premios. Es lo único que pretendo con este texto. Por eso debo decir que la aceptación de este premio no hace sino contribuir a conceder mayor legitimidad al actual estado de las cosas y, por tanto, a la deriva privatizadora en la que se encuentra nuestra ya bastante maltrecha escuela pública.
Por último. Cualquiera puede comprobar las afirmaciones que se hacen en este escrito, una por una; y no hace falta acudir a ninguna revista de la cáscara amarga o de la izquierda radical, ni siquiera padecer la lectura de sesudos textos académicos…, basta con entrar a husmear en las propias páginas o sitios web de tales entidades, leer, pensar y sacar conclusiones: está al alcance de cualquiera porque el pensamiento neoconservador y ultraliberal campa sin ambages y se expresa cada vez con mayor claridad e impunidad; posiblemente porque está naturalizado, es como el aire que respiramos y forma ya parte de esa forma de pensamiento que llamamos “sentido común”.
* Compañero de enseñanza del Instituto Ramón Y Cajal de Huesca