Software Libre VS PRISM
Redacción *. LQSomos. Diciembre 2017
Si tienes un ordenador o un móvil, tienes un sistema operativo para poder trabajar con tu máquina. En la mayoría de los casos dicho sistema operativo será un sistema Windows de MicroSoft en el caso de los ordenadores y Android en el caso de los smartphones. Poco a poco son cada vez más los usuarios que utilizan sistemas operativos basados en software libre tipo Linux. Un sistema operativo que hace funcionar el 90% de las webs del planeta pero que se encuentra muy poco extendido entre los usuarios.
Software Libre VS PRISM
PRISM no es otra cosa que el nombre que recibe un programa clandestino de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana cuyo objetivo es recabar datos de los usuarios utilizando para ello a los principales fabricantes de programas informáticos. Desde MicroSoft y Aple hasta Google pasando por Facebook y lo que te rondaré morena.
Los que no aparecen como posibles colaboradores de la NSA son los fabricantes de los sistemas operativos de tipo LINUX. En MuyLinux aparece un interesante artículo sobre los sistemas operativos Linux que pretenden ser lo más transparentes posible para proteger la privacidad de los datos de los usuarios
Ya estamos en diciembre y en breve empezaremos a ver qué ha dado de sí este año en materia de Linux y Open Source, así como a prever a qué habrá que atenerse el año que viene. En los mismos términos, GNU/Linux y software libre, además de seguridad, una de las noticias más importantes que os podamos dar en 2018 es la completación de los sistemas reproducibles, una iniciativa que lleva en marcha varios años y que está cerca de culminar con Debian como punta de lanza.
Toda esta historia de los sistemas o compilaciones reproducibles es una de las consecuencias de aquel verano de 2013 (Edward Snowden, PRISM) que a tanta gente abrió los ojos. Desde entonces hablamos de privacidad y sabemos que nuestros datos en Internet están al alcance de empresas, gobiernos y en el peor de los casos cibercriminales. Y sabiéndolo, hay a quien le importa y a quien no, o a quien importándole se resigna por lo extremadamente difícil que es no pasar por el aro.
El escándalo de PRISM y derivados sirvieron también para subrayar lo que siempre había estado claro: solo el software libre puede garantizar una privacidad plena, y no hace falta que lo diga ningún profeta. Es discutible si abrir el código es beneficioso o perjudicial por aquello de a más ojos, más posibilidades de encontrar vulnerabilidades o detectar puertas traseras… para bien o para mal. Pero que solo el software libre ofrece transparencia total es un hecho por su definición misma.