Standing In The Doorway: Chrissie Hynde Sings Bob Dylan

Standing In The Doorway: Chrissie Hynde Sings Bob Dylan

Mariano Muniesa*. LQS. Junio 2021

Un álbum con la calidad, la inspiración y el respeto que Chrissie demuestra con total sinceridad y transparencia por el ya octogenario autor de “Like A Rolling Stone”. Ha tenido la inteligencia de no recuperar para este tributo ninguno de los standards más conocidos de Dylan

El regalo de cumpleaños de Chrissie Hynde a Bob Dylan. La líder de The Pretenders muestra un total respeto por el octogenario autor de “Like A Rolling Stone”

Bob Dylan ha cumplido la pasada semana 80 años. A decir verdad, aunque le di vueltas a la idea de hacer un artículo sobre su vida, la deseché porque ciertamente, iba a ser el recurso fácil y recurrente de la mayoría de la prensa generalista, pero tras escuchar “Standing In The Doorway: Chrissie Hynde Sings Bob Dylan”, el álbum de covers de Bob Dylan que Chrissie Hynde, la fundadora, líder y alma mater de The Pretenders ha editado a través de BMG, me pareció que era de justicia dedicar este espacio no tanto al cumpleaños de Bob Dylan, sino a este sincero, sentido homenaje de una mujer, compositora, frontwoman y superviviente del rock´n´roll admirable en todos los sentidos, y a la que no hace mucho tiempo dediqué esta sección con motivo del excelente último disco que saco con sus Pretenders, “Hate For Sale”.

Cuando Chrissie Hynde comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del rock´n´roll en Inglaterra, aunque The Pretenders editaron su primer disco cuando ya el punk rock había desaparecido de la escena e incluso en ese primer disco The Pretenders se presentaban como un grupo cuya conexión con el punk y la new wave era más tangencial que otra cosa, sobre todo en el primer caso, lo cierto es que Chrissie venía, al menos por el ambiente que había conocido y por la generación a la que pertenecía, del mundo punk, un mundo que abominaba de Dylan, los Beatles y los Stones, actitud que se reflejaba a la perfección en la famosa camiseta del cantante de los Sex Pistols Johnny Rotten en la que se decía “Odio a Pink Floyd”.

Años más tarde, el círculo se cierra. Los punks crecen, envejecen –excepto Sid Vicious, obviamente- y en la actualidad, Ronnie Wood de los Stones tiene en su colección de retratos al óleo uno de Johnny Rotten, con quien asegura tener muy buena relación, y Chrissie Hynde dedica un álbum de versiones a Bob Dylan. ¿Significativo? Tal vez.

Un álbum con la calidad, la inspiración y el respeto que Chrissie demuestra con total sinceridad y transparencia por el ya octogenario autor de “Like A Rolling Stone”. Ha tenido la inteligencia de no recuperar para este tributo ninguno de los standards más conocidos de Dylan, es decir, nada de “Blowin´In The Wind” ni “Desolation Row” ni “I Shall Be Released”, sino canciones menos conocidas, entre las cuales quiero destacar, por ese estremecedor piano, las magníficas guitarras y la emotiva forma de cantar de Chrissie Hynde, “Sweetheart Like You”, “Blind Willie McTell”, la maravillosa slide guitar de “Don´t Fall Apart Me Tonight” y la susurrante narración cantada por Chrissie en este tema o el aire casi country rock que le dan a “Every Grain Of Sand”, la pieza que cierra este disco semiacústico, que es una verdadera masterpiece.

Las nueve versiones se grabaron cada una de ellas durante la pandemia entre Chrissie Hynde y su compañero de banda en The Pretenders, James Walbourne. Según el comunicado de prensa que acompaña al kit de promoción del disco y en palabras de la propia frontwoman, todo fue creado “casi en su totalidad por mensajes de texto”, con Walbourne grabando una idea en su teléfono, Hynde agregando su voz en una respuesta, y luego ambos pasando sus tomas al productor Tchad Blake (U2, Arctic Monkeys, Fiona Apple) para mezclar todo junto.

Hynde se lanzó a la idea de crear ‘Standing in the Doorway: Chrissie Hynde Sings Bob Dylan’ a las pocas semanas de estar confinada cuando Walbourne le envió “Murder Most Foul”, la épica pieza folk de 17 minutos que Dylan lanzó en 2020 como adelanto de su último trabajo. Fue la primera canción nueva de Dylan en ocho años y gracias a ella logró, aunque parezca increíble, su primer puesto número uno en Billboard. “Escuchar esa canción me transformó por completo. Me sacó de este estado de ánimo taciturno en el que había estado y me despertó. Fue como una narración de mi propia vida. Recuerdo dónde estaba sentada el día que le dispararon a Kennedy, cada referencia en la canción”, continuó Chrissie. “Haga lo que haga Bob, todavía se las arregla para hacerte reír en algún momento porque, más que nada, es un comediante. Siempre es divertido y siempre tiene algo que decir. Fue entonces cuando llamé a James y le dije, “hagamos algunas versiones de Dylan” y así comenzó todo esto”.

Acompañando el lanzamiento del álbum se ha puesto en circulación “Tomorrow Is a Long Time”, una nueva película documental que muestra el proceso de grabación de estas versiones. Dirigida por Michael Nunn y William Trevitt, este documental presenta actuaciones exclusivas especialmente filmadas de las nueve canciones y se ha podido ver a través de Sky Arts el pasado lunes 24 de mayo, el día del 80 cumpleaños de Bob Dylan.

Con motivo de la edición del disco Chrissie Hynde ha concedido varias entrevistas en las que, más allá de su reconocimiento por la figura del Premio Nobel, ha dejado algunas reflexiones que indirectamente, por un lado realzan más el significado histórico del legado de Bob Dylan y de su tiempo, en contraposición al inmenso cambio que se ha vivido en los últimos años en el mundo de la comunicación, y como ello ha influido en la música.

Un avezado periodista preguntó a Chrissie Hynde como en un periodo tan conflictivo y tormentoso como el que ha vivido América durante el periodo de la presidencia de Trump, no ha habido un estallido de rebeldía de los jóvenes como el que hubo en los 60 en los USA o en los 70 en el Reino Unido. Creo que la respuesta nos da muchas claves para entender la situación actual del rock. “Porque los adolescentes están todos en YouTube para ver 10 segundos de un tipo mirando a otro jugando a un videojuego. Esa es la nueva generación y nos guste o no, eso es una mierda. Esas son las personas que nos van a empujar en sillas de ruedas, si tenemos suerte. Recuerda, cuando la gente se metía en bandas hace años, había tres chicos en tu instituto que querían entrar en una banda. O tres chicas. Conocías gente en el único lugar de la ciudad que tenía música en vivo. Bueno, ahora todo está online, así que la necesidad de buscar a tus almas gemelas, de ir a un pub y empezar a hablar de música con alguien a quien no conocías de nada, se fue para siempre y en su lugar llegó Facebook. Las bandas cambiaron, empezaron a entrar en estos putos estadios y se hicieron cada vez más grandes. Pensaban que eran parte de alguna familia real. Si vienes a Inglaterra, aquí no vemos ‘The Crown’, no nos importa una mierda la familia real. Son los estadounidenses los que se preocupan por la familia real. Todos quieren ser parte de la realeza del rock, pero yo no. Ni siquiera quiero que me recuerden. ¡Olvídate de mi! No quiero ser parte de ese legado. Solo quería estar en una banda y hacer lo que sé hacer y lo que más me gusta”.

Al final, Chrissie sigue siendo punk…

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