Tengo un arsenal
Mis vecinos aún no lo saben, también yo tengo ordenador, memoria externa, ¡hasta una impresora!
Además de este arsenal peligroso, soy vasca, radical, poeta, mujer, tengo un perro, fumo, me río y lloro también mucho.
Camino a zancadas sin prisa, nunca me aburro, me enorgullezco de mi pueblo y de otros pueblos que resisten.
Hago apología del pensamiento y encima de esto tengo por oficio sentir en cada verso el dolor y la alegría.
Me preocupan los silencios, la indiferencia, el empobrecimiento.
Me agobia la represión, la tortura y la situación de los presos.
Distingo entre su paz y la paz completa, la justicia ciega de una tuerta, una libertad maquillada de la libertad de las ideas.
Y estoy contenta, hasta hoy no sabía que tenía en mi casa, armas y que corro el peligro de ser señalada por esto como una terrorista siniestra y fea.