Un ‘ataque deliberado’ israelí mató al cámara de Reuters en Líbano
Por Cecilia Remis.
El viernes 13 de octubre, un reportero de Reuters murió y otros seis periodistas resultaron heridos en el sur de Líbano, al ser alcanzados por misiles disparados por Israel, según un camarógrafo de Reuters que se encontraba en el lugar de los hechos. El grupo de periodistas, entre ellos de Al Jazeera y Agence France-Presse, trabajaba cerca de Alma al-Shaab, cerca de la frontera con Israel
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha asegurado que la investigación que ha realizado sobre la muerte del cámara de Reuters Isam Abdulá en el sur de Líbano revela que el impacto es el resultado de un “ataque deliberado” procedente de la frontera israelí contra un grupo de periodistas de varias agencia internacionales.
“El grupo ha sido atacado deliberadamente. Dos ataques tan seguidos -poco más de 30 segundos- en el mismo lugar y en muy poco espacio de tiempo lo demuestran”, ha relatado RSF en un comunicado sobre la presencia de hasta siete periodistas de Reuters, AFP y Al Jazeera en el lugar atacado.
RSF recuerda que el grupo de siete periodistas llevaban una hora en el mismo lugar, en lo alto de una colina, que estaban claramente identificados como prensa y equipados con chalecos y cascos, por lo que considera “poco probable” que pudieran ser confundidos con combatientes, “en particular porque no se estaban escondiendo”.
Un primer proyectil mató a Abdulá e hirió gravemente a la periodista de AFP Christina Assi. El segundo impacto, ocurrido apenas 37 segundos después, era más potente y destruyó el vehículo de Al Jazeera que tenían identificado con la palabra “PRESS” en el techo e hirió a varios periodistas más. El coche, marca Toyota, fue desplazado 90 grados de su posición inicial por el impacto.
Todo ello quedó registrado por otro equipo de prensa de la televisión libanesa LBCI que estaba grabando a unos 100 metros del lugar y los periodistas del primer grupo, el atacado, que grabaron igualmente a un helicóptero Apache -utilizado por Israel- momentos antes del bombardeo.
El análisis balístico revela que los dos proyectiles fueron lanzados desde la misma zona, la zona de la frontera con Israel. Por todo ello considera que los periodistas no fueron “víctimas colaterales” del intercambio de disparos.
Las Fuerzas Armadas israelíes expresaron de inmediato que “lamentaban” el incidente y que estaba “revisando” lo ocurrido sin que por el momento se haya dado más información.
Una periodista libanesa de la cadena Al Yazira que resultó herida en el bombardeo, Carmen Yujada, también fue atacada cinco días antes. “Este no ha sido el primer ataque israelí contra nosotros”, ha recordado en declaraciones a RSF.
“El 7 de octubre estábamos yo y Elie Brakhya, el cámara y otro compañero. Estábamos grabando todo lo que pasaba en Dhayra, un pueblo que estaba detrás nuestro. Y de repente también un Apache atacó detrás nuestro”, ha añadido.
Los periodistas “fueron sobrevolados por un helicóptero de reconocimiento justo antes de que un misil impactara junto a su coche de prensa del mismo modelo y el mismo color que el que fue bombardeado el 13 de octubre”, ha destacado RSF.
La investigación de RSF puede concluir que:
• El viernes 13 de octubre, sobre las 18,00 horas, dos ataques de diferente intensidad, de 37 a 38 segundos de diferencia, llegaron al lugar donde un grupo de siete periodistas llevaba más de una hora. El primero mató al fotorreportero Issam Abdallah.
• El segundo ataque más fuerte, con una carga útil de más de 3 kg de TNT equivalente, según la experiencia balística de RSF, incendió el vehículo deAl Jazeera, un Toyota blanco, junto al cual el reportero estaba de pie, hiriendo a los periodistas de Al Jazeera Carmen Joukhadar y Elie Brakhya, así como a su colega de la AFP Dylan Collins. El misil desplazó al vehículo en unos 90 grados desde su posición original.
• Según el análisis balístico realizado por RSF, los disparos procedían del este de donde estaban parados los periodistas; desde la dirección de la frontera israelí.
• Dos ataques en el mismo lugar, en un espacio de tiempo tan corto (poco más de 30 segundos), y desde la misma dirección, indican claramente que se trataba de un objetivo preciso.
• Es poco probable que los periodistas fueran confundidos con combatientes, sobre todo porque no estaban escondidos: para tener un campo de visión despejado, llevaban más de una hora al aire libre, en lo alto de una colina. Llevaban cascos y chalecos antibalas con la inscripción “PRESS”. Su coche también estaba identificado como “PRESS” gracias a una marca en el techo, según los testigos.
• Hacia las 16:45, uno de los periodistas de Al Jazeera, entrevistado en el vídeo, vio un helicóptero israelí que sobrevolaba la zona y pudo ver a los periodistas. Por tanto, los reporteros fueron identificados en la zona por las fuerzas presentes antes del bombardeo.
• Un helicóptero Apache israelí sobrevoló el lugar unos segundos antes de la tragedia, según Edmond Sassine, periodista de la televisión libanesa LBCI, que se encontraba a un centenar de metros de sus colegas de Reuters, Al Jazeera y AFP.
• Cinco días antes, el 9 de octubre, los periodistas de Al Jazeera habían sufrido un ataque similar en la localidad de Dhayra, en el sur de Líbano: según sus testimonios, un helicóptero israelí les sobrevoló antes de que un misil cayera junto a su coche -del mismo modelo que el bombardeado el 13 de octubre-, también con la palabra “PRESS”.
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