¿Un bien público global? ¿o un deshecho?: Agua
Por Gabriela Ramírez*. LQSomos.
Ante la crisis climática la importancia del cuidado del agua se ha vuelto un tema recurrente. Las campañas del ahorro de agua potable suelen centrarse en las actividades cotidianas de las personas como tomar duchas rápidas, no lavar los autos con mangueras o usar inodoros ahorradores. Si bien estas recomendaciones son acertadas, las campañas en contadas ocasiones hablan de las grandes industrias que usan enormes cantidades del líquido indiscriminadamente.
El término de “huella hídrica” fue acuñado por Arjen Hoekstra, profesor de la Universidad de Twente, en los Países Bajos. Este concepto se utiliza para estimar qué tanta agua se utiliza en la producción de bienes y servicios. De acuerdo con Water Footprint Network, una persona en Latinoamérica tiene una huella hídrica de 4,150 litros al día, una en Estados Unidos tiene de 7,800 litros al día, alguien en la Unión Europea de 5,300 litros al día y alguien en China 3,300 litros al día.
Solo el 0.5% del líquido vital está al alcance del ser humano. Como resultado, dos tercios de las personas en nuestro planeta viven en áreas donde el acceso al agua dulce es un problema. La escasez de esta afecta a todos los continentes, por lo que 1,100 millones de personas no tienen acceso a ella. Para 2025, se espera que la mitad de la población mundial viva en áreas con escasez de agua.
Aunque la industria cárnica a menudo se considera el sector primario más intensivo en agua, la verdad es que la agricultura es la industria que más utiliza este líquido. De acuerdo con el Banco Mundial, el 70% de las extracciones de agua dulce a nivel mundial es consumida por la agricultura, por lo que el impacto hídrico es alto. Específicamente el cultivo de algodón, trigo, maíz, arroz y caña de azúcar tienen un impacto crítico sobre ella.
La industria de la moda es la segunda industria más intensiva en agua del planeta. Utiliza cerca de 79 mil millones de metros cúbicos anualmente, esto debido principalmente a la alta demanda del algodón, el material principal de nuestra ropa. Para producir una camiseta y un par de jeans se necesitan cerca de 20 mil litros, suficientes para dar de beber a una persona por casi dos décadas.
La producción de carne utiliza mucha agua, casi un tercio de la huella hídrica de la producción agrícola total. La carne de res es, por mucho, el alimento que más consume, seguida del cordero, el cerdo, la cabra, las aves, los huevos y el queso. La crianza de ganado bovino, porcino, ovino y la acuacultura están calificados con un crítico impacto hídrico.
El sector de bebidas produce jugos, refrescos, cervezas y una gama de otras bebidas. Junto con el agua requerida en los propios líquidos, los aditivos agregan un aspecto aún más intensivo (la industria requiere productos agrícolas como cebada, azúcar, café y frutas). La Mesa Redonda Ambiental de la Industria de Bebidas (BIER por sus siglas en inglés), mencionó que 19 empresas informaron un uso total de 746 mil millones de litros en 2017.
Tan solo en México empresas como Coca-Cola, PepsiCo, Nestlé y Bimbo consumen 133 mil millones de litros del líquido vital en sus procesos de producción de alimentos y bebidas al año. En un reporte publicado por la Coca-Cola Company en el 2021 se dice que la compañía consumió 195, 276 millones de litros a nivel global solo durante ese año. Aproximadamente el 20% de este total provino de regiones con escasez alta o extremadamente alta de agua, lo que equivale a poco más de 39 millones de litros.
De igual manera la industria energética (fósil y nuclear) consume grandes cantidades de agua. La producción mundial de energía consume aproximadamente 52 mil millones de metros cúbicos cada año. Este volumen se utiliza principalmente en las centrales eléctricas que lo necesitan para sus procesos de refrigeración. La extracción de gas y la refinación de petróleo específicamente son actividades consideradas con un impacto hídrico crítico.
Otra industria intensiva en agua es la construcción, debido a que para producir una tonelada de cemento se requiere más de 5,100 litros, mientras que una tonelada de acero necesita casi 235 mil litros. Asimismo, la industria automotriz consume grandes cantidades de este líquido. Casi 148 mil litros son necesarios para la producción de un solo auto, equivalente al consumo de una persona adulta durante 135 años.
La importancia del cuidado del agua es un tema recurrente y las campañas de ahorro suelen centrarse en las actividades cotidianas de las personas. Sin embargo, las industrias representan aproximadamente el 92% del consumo total del líquido vital. Se destina más agua a las cosas que al consumo humano. Esto demuestra que la responsabilidad del cuidado hídrico recae principalmente en los hombros de las grandes empresas que dirigen las industrias mencionadas y otras, y no sólo en las decisiones cotidianas de los individuos. La deslocalización de la producción hace que estas industrias se dediquen a expoliar el agua de los países en desarrollo. Los ricos consumen y los pobres se quedan sin agua limpia o sin agua.
* OBELA
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