Un embajador, un Yak-42 y 62 muertos
Julio Ortega Fraile. LQSomos. Enero 2017
O los muertos al hoyo y el vivo al chollo
En algunos accidentes aéreos se dictamina que la causa principal es por un factor humano y se le echa la culpa a la tripulación de vuelo. Saben que los pilotos, muertos, ya no podrá explicar qué ocurrió y de ese modo la poderosa industria aeronáutica -o sea, el fallo técnico, quedará libre de cargos y pagos-, aunque como ya ha pasado después se descubra, por ejemplo, que fue un mal funcionamiento de la Unidad de Control de Potencia del timón de profundidad (Vuelo de Silk Air).
En este caso los responsables políticos de la tragedia aérea y de los particulares dramas posteriores, del sufrimiento añadido a las familias, de su desprecio y humillación, están identificados y vivos, no como esos 62 militares con cuyos cadáveres, además, se realizó una especie de orgía zombie de miembros amputados. Parece que para el Gobierno de Rajoy el accidente del Yak-42 es como las fosas de los asesinados por el fascismo, algo que no hay que abrir porque según el Presidente “ocurrió hace muchísimos años”. Esos militares murieron en 2003 y tal vez para el líder del PP tres lustros escasos sean suficientes para olvidar el dolor por la pérdida de un padre, un hermano o un hijo a los que se los llevó una negligencia que se prolongó incluso más allá de su muerte, sin embargo catorce años no parecen ser bastantes para pagar gratitudes y comprar silencios.
Esta recogida de firmas creada por Infolibre pide que se le cese a Federico Trillo como Embajador en Londres, y es que hay personas que el único lugar donde merecen una cancillería es en el Octavo Círculo del Infierno de Dante.
– Petición: Destitución inmediata del responsable político del accidente del Yak-42, Federico Trillo
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@JOrtegaFr