Un Intelectual comprometido
Desde la desaparición de mis progenitores, anoche me sentí de nuevo huérfano.
Ayer murió un hombre bueno, coherente y ético con aquello que pensaba, se marchó sin estridencias, discretamente, como había desarrollado su longeva vida. Anoche vuelvo a sentirme huérfano, desde la perdida de mis progenitores, no sentía ese…
Ayer sentimos la ausencia de unos intelectuales comprometidos, con la sociedad en la que viven, la evocación del Profesor San Pedro, que si vivió coherentemente, comprometido con la sociedad y las circunstancias que le toco vivir, nos hacían más patente esa realidad.
Ayer no murió el Profesor Sampedro, mientras, cuando menos mi generación siga pisando la faz de esta tierra, sus pensamientos, reflexiones, nos acompañaran, como lo harán su obra literaria tanto en ensayo como en novela, sus múltiples artículos, su voz grabada en las ondas o su imagen en los medios audiovisuales y nos recordaran con modestia, como supo vivir, que hay un camino hacia delante, que debemos soñar y crear un sociedad, mejor y más digna con todos sus habitantes, que los sueños deben ser la antesala de la realidad y que todo es posible, por machaconamente los medios del capital, nos digan lo contrario.
Y los que lo admiramos y compartimos sus pensamientos, desde anoche cargamos con otro encargo, el del Profesor San Pedro, seguir luchando y demostrando que otro mundo mejor es posible y que si podemos alcanzarlo.
No digo adiós al Profesor y procurare que las generaciones que me siguen en el tiempo, lo lleguen a admirar y seguir su ejemplo de vida como yo ahora me comprometo hacerlo.
Gracias Profesor.