Una década bajo el signo libertario
Una década bajo el signo libertario
Por Marc Campos*. La Directa.
Traducido por Leticia Palacios. LQSomos.
El Centre Social Okupat y Anarquista L’Horta celebra su décimo aniversario con una demostración de fuerza y con la amenaza siempre latente del Programa d’Actuació Integrada (PAI) de Benimaclet
En el barrio de Benimaclet, en el norte de la ciudad de València, acariciando la ribera de la huerta a pesar de la presencia de la Ronda Nord -la estructura viaria metropolitana que rodea este lado de la ciudad- crece día a día una histórica alquería de alto valor etnológico y arquitectónico que data de finales del siglo XVIII. Al final de la calle Diógenes López Mecho, junto a la Plaça de les Tretze Roses -bautizada así por la Assemblea Feminista de Benimaclet- encontramos, siempre con los brazos y las puertas abiertas, el Centre Social Okupat y Anarquista (CSOA) l’Horta.
La finca, conocida desde sus inicios como la Alqueria Tello, dedicada al cultivo y venta de flores -Flores Amanda, formada por una alquería, patios y vivero en el Camí de Farinós 16-, fue incluida en el año 1989 -dentro del Pla General d’Ordenació Urbana (PGOU)- en un programa urbanístico que, hasta 1999 se desarrollaría por medio de expropiaciones y, a partir de entonces y hasta ahora, mediante un proceso -legitimado bajo “el interés general” por parte de la administración municipal- que otorga la disposición y explotación urbanística de los terrenos a una constructora, bajo la denominación de Programa d’Actuació Integrada (PAI) de Benimaclet-Est.
La Alqueria Tello fue abandonada por empresas e instituciones, iniciándose un proceso de degradación, agravado a partir de 2003. En el año 2005 hubo una primera okupación. La alquería, que dispone de dos edificios, asumió la doble función de vivienda y Centro Social Okupado Anarquista (CSOA). En esta primera etapa -de 2005 a 2007- surgieron conflictos entre una familia que vivía allí y la juventud del CSOA, a los que se sumaron el acoso policial y de matones pagados por el expropietario, suponiendo el fin del proyecto de okupación, tanto el social como el habitacional.
A finales de marzo de 2012, durante una huelga general, cerca de treinta personas okuparon nuevamente la finca con un objetivo claramente político, engendrando allí el hoy conocido como Centre Social Okupat Anarquista (CSOA) l’Horta. Comenzaba así el proceso de restauración, recuperación y limpieza del espacio; los edificios se rehabilitaron y las tierras volvieron a cultivarse.
Según nos cuenta Irene, militante de la Assemblea Política CSOA l’Horta, “los cinco primeros meses de la okupación fueron muy duros, tanto en lo que respecta al trabajo interno de redignificación, como por los turnos de vigilancia para asegurar el espacio”. Pero -según recuerda- la alerta no era el único sentimiento que se vivía en aquellos primeros meses, también la ilusión por un espacio tan lleno de oportunidades. “Recibimos apoyo de otros espacios okupados, como los ya desaparecidos CSO El Nido y CSO Proyecto Mayhem”, señala Irene. Y añade: “Sin duda somos herederas de otros espacios, de otras luchas”.
Desde entonces el CSOA l’Horta ha tejido numerosos vínculos con otros espacios y proyectos políticos, especialmente en el barrio donde crece, Benimaclet, como la Assemblea Feminista, el Centre Social Bar (CSB) Terra o la asamblea vecinal Cuidem Benimaclet. Al mismo tiempo ha participado en proyectos a escala de ciudad, como en Juntes Sense Por, València no està en venda, o EntreBarris, y siempre con la mirada puesta -con vocación internacionalista- en compañeras de otras partes del mundo, como ha quedado patente con la visita de Brigadas Internacionales a lo largo de los años, como en 2021 con la visita de las zapatistas de La Gira Por La Vida, integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI).
Así, durante 10 años, “se ha convertido en un espacio físico donde llevar a cabo diferentes luchas -como la lucha por la vivienda y por el territorio-, orientar una transformación social, un nuevo mundo, por la autogestión, la okupación y el transfeminismo”. “El CSOA l’Horta no ha dejado de expandirse más allá de la valla verde de la antigua Alqueria Tello, y de tejer una red social revolucionaria fortalecida con dinámicas basadas en la solidaridad, el apoyo mutuo y, en definitiva, en la anarquía”, dicen.
La mejor estrategia es “tenernos”
Durante los primeros meses de actividad surgieron alrededor de la alquería numerosos huertos autogestionados, que actualmente conforman 84 parcelas en una superficie de 8.000 metros cuadrados. Así eclosionó como una nueva flor uno de los primeros colectivos del espacio: Hortets.
Junto con Hortets, y con el paso de las primaveras, los colectivos y proyectos se multiplicaron. Hoy día encontramos, además de Hortets, la Asamblea de Solidaridad con México (ASMEX), el Grup Definit de Gestió, el Espai Musical Alliberat, la Casita de la Huerta, Muai Tai, la Biblioteca Anarquista de l’Horta, la Assemblea Política de l’Horta, Legerin Azadi, Arada, GRAMA, Teatre Mariner, la Assemblea Feminista de Benimaclet y la Oficina per l’Okupació de València.
“El CSOA l’Horta es la casa de todas, si es que hay casas de alguien”. Así lo resume Adrià, militante del CSOA l’Horta en varias de sus asambleas. Quien además no duda en señalar que “la mejor estrategia es tenernos”. Y es que, tal como nos informan desde el equipo jurídico, l’Horta se encuentra en peligro legal constante. “Es un momento de post ofensiva judicial por parte de la SAREB, mediante una gestora de fondos y activos tóxicos para diversas mercantiles: AHORA ASSET MANAGEMENT SL”, nos cuenta uno de los abogados.
“Actualmente y hasta ahora, la SAREB no ha podido motivar suficientemente la causa para poder deshauciar l’Horta”, precisan. En este sentido, hay que recordar el intento de desalojo ilegal perpetrado el 14 de diciembre del 2021, cuya paralización consideran “una victoria politica”. Por ahora han ganado dos procedimientos contra l’Horta, ya que, según cuentan desde el equipo jurídico, “conocemos el 300% de la evolución legal, catastral y registral del espacio, mientras que la SAREB no ha podido verificar los metros cuadrados que asegura poseer”.
Además, señalan que el Horta también está amenazado por el Ajuntament de València, que por la vía administrativa “orquestaría una operación urbanística que, con fuerza de ley podría dejar temblando el proyecto político del Horta. “El Programa d’Actuació Integrada (PAI) ahora se desarrolla como PLA ESPECIAL “para -según el equipo jurídico- legitimar un diseño del antiguo PAI sin ningún tipo de modificación en lo que respecta a la edificabilidad”.
Desde la asamblea vecinal Cuidem Benimaclet, desde donde luchan diariamente en defensa de estas tierras agrícolas, aseguran que tener el CSOA l’Horta en el barrio les da mucha fuerza. En palabras de Mireia, militante de Cuidem Benimaclet, “el CSOA es un pulmón que nos recuerda la importancia de la huerta, la cual forma parte no solo de nuestro barrio, sino de toda la ciudad de València, y que este es un espacio en el que colectivamente podemos sembrar utopías, como lo hemos hecho ya con la experiencia de todos los huertos okupados durante estos últimos diez años”.
Pero todos estos huertos autogestionados y okupados, regados con el agua del brazo del Alegret -perteneciente a la Séquia Major de Mestalla, que históricamente nutre de agua las tierras de este punto de la huerta-, se encontrarían hoy por hoy amenazados por los planes de Elisa Valía -regidora del Cicle Integral de l’Aigua, Participació i Acció Veïnal, Transparència i Govern Obert, y presidenta de la Entitat Metropolitana de Serveis Hidràulics (EMSHI)- que considera que el brazo del Alegret se tiene que cortar por motivos de salubridad. Esta decisión afectaría no solo a los huertecitos del CSOA l’Horta, sino a todos los huertos autogestionados del barrio de Benimaclet, como los de la Associació de Veïnes (AVV) de Benimaclet. A pesar de todo, concluye Mireia: “continuaremos organizándonos desde los márgenes, vertebrando el movimiento popular como lo hemos hecho durante estos últimos diez años en el CSOA l’Horta, que nos ha enseñado a todas que la política también forma parte de la vida diaria, que se puede transformar desde la cotidianidad, ya sea bailando danzas populares y plantando tu huertecito, como formándose en pro de la autodefensa colectiva”.
10 años de okupación, transfeminismo y anarquismo
Un fin de semana de fiesta por los 10 años de lucha. Entre los días 6 y 8 de mayo, el espacio de organización política, pero también de encuentro, ha organizado diversas actividades, siempre fuera de las lógicas capialistas y patriarcales, donde todas las identidades han sido bienvenidas, pero no todas las actitudes.
El viernes se dio inicio a las jornadas “10 años de comunidad en lucha, la mejor estrategia, tenernos” con un campeonato de ping-pong intergeneracional, un trivial okupa y diversas actuaciones, entre ellas una de dance-hall a cargo de las Riot Roses VLC, Waterparties PD y una sorpresa musical: la actuación del afamado grupo valenciano Mafalda.
Al día siguiente por la mañana, el día nació con la intervención en el Jardí Lluerna de la mano de Cuidem Benimaclet, donde se instaló una pista de voleibol y se plantaron varios árboles, entre ellos un olivo, una morera, una higuera y un almez.
Las actuaciones se sucedieron también, como el concierto de Pepe Ruiz justo antes de la paella vegana comunitaria o de los conciertos con El Indigente Cognitivo, Asko i Susto y DJ Hortera Lara. Por la tarde pudimos asistir a la charla “¿Es posible combatir al fascismo en las redes sociales?”, con Col·lectiu Cuellilargo y Proyecto UNA, y a la presentación de la campaña ILP Regularización Ya, precedida de unos monólogos a propósito de esta cuestión.
El domingo prosiguieron las presentaciones: Brigadas Civiles de Observación de Derechos Humanos en Chiapas, por parte de la Asamblea de Solidaridad con México (ASMEX), Autonomía P’urhépecha y defensa del territorio en México, con Lilia Prado y Bombers Forestals en Frau de Llei, con la presencia de sindicatos como la Confederación General del Trabajo (CGT), la Intersindical y la Unión General de Trabajadores (UGT).
También hay que destacar la jornada de puertas abiertas del proyecto de La Casita de la Huerta -espacio de libre aprendizaje para la chiquillería- y el taller de danzas populares impartido por Les Postisses, así como la rifa de una bicicleta donada por la Ciclo-Oficina Engranuja del Baix Social Okupat (BSO) Ca la Caixeta y una caja de verduras del proyecto de agroecología transfeminista y libertaria Les Mikorrizes.
El décimo aniversario del CSOA l’Horta se clausuró con un manifiesto en el que se hacía “un llamamiento a la autoorganización, animando a militar y tomar partido, a tener y mantener las comunidades de lucha popular”. La emoción política estalló, e Ingovernables de la compañía de teatro político A Tiro Hecho junto con la exposición Els Crits de Anaïs Florín que guardaba sobre el espectáculo y espectadoras, hicieron el resto. Haciendo un homenaje a todos aquellos espacios de los que es heredero el CSOA l’Horta: CSO El Nido, CSO Proyecto Mayhem, La Ingovernable, Ca l’Estudiantat, Kasal Popular Flora, Talarena, Pepica La Pilona, Kasal Popular de la Saïdia y L’Infern, entre muchos otros; “dejando así constancia -parafraseando una de las frases del espectáculo Ingovernables- de aquellas pequeñas luchas cotidianas llevadas a cabo por infinidad de personas anónimas”.
* Nota original: Una dècada baix el signe llibertari
– Traducido para LoQueSomos por Leticia Palacios
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