El Ejército Rojo y la locomotora de Europa
Jorge Izquierdo*. LQS. Mayo 2020
El Ejército Rojo y la locomotora de Europa
Quizás sea fruto del confinamiento, quizás el ver como las redes sociales arden con las etiquetas, #Hitler y #Ejército Rojo , pero una idea retumba en mi cabeza que no consigo poner sobre el papel. Veamos, a vuelapluma: el día 30 de abril de 2020 se conmemora el 75º aniversario de la muerte de Adolf Hitler a la par que se ensalza, con razón, la importancia del Ejercito Rojo en la derrota de la Alemania… ¿Nazi? Es al llegar a esa palabra, tan manida, cuando lo veo todo más claro. ¿Derrota de Alemania, de la Alemania Nazi o simplemente del ejército Alemán?
Ya tengo la pregunta: ¿Fue derrotada Alemania? El nazismo no, desde luego, la administración alemana no se desnazificó más que por un relevo generacional (la mayoría de los nazis murieron en la cama). Alemania no fue derrotada y el nazismo tampoco, me respondo. Simplemente, se derrotó al ejército Alemán.
Se estudia en las escuelas el milagro alemán después de la II Guerra Mundial, pero los ateos no creemos en milagros. ¿Cómo puede ser que siendo el Ejército Rojo el que derrota al ejército alemán terminé quedando la URSS en inferioridad respecto de Alemania? La explicación más extendida es que fue gracias al dinero que cayó sobre Alemania durante el Plan Marshall, propiciando el ya mencionado “milagro alemán”. Y yo me pregunto ¿no será que se utilizó al Ejercito Rojo, y se le continua utilizando, para proteger a Alemania? Existe toda una producción artística, histórica, cultural… que viene a decir que El Ejercito Rojo fue, es, una parte fundamental de la derrota, del nazismo, de Alemania y de su ejercito. Hasta los proamericanos reconocen el valor intrínseco del Ejercito Rojo y cómo la conquista de Berlín se convirtió en una carrera por llegar antes que los rusos; que podían llegar sin esfuerzo hasta París. Todos parecen estar de acuerdo.
Por mi parte, insisto, quizás por los efectos del encierro, es a un Ejército Rojo que hizo el trabajo sucio a los aliados. Unos aliados que “casualmente” fueron capaces, pese al terrible poder de el Ejército Rojo, que las principales industrias alemanas (BMW, Bayer, Basf, Hoechst, Audi, Daimler, Bosch, Wolkswagen, Krupp, etc) que ahora dominan Europa, cayeran bajo la esfera capitalista. Todos las grandes industrias que he mencionado crecieron y se multiplicaron gracias a la llegada de Hitler al poder. Todas y cada una de ellas utilizaron a esclavos como mano de obra. Ninguna de esas empresas fue desmantelada y cuando la URSS consiguió desmantelar alguna de ellas, caso de la actual Audi, la empresa fue trasladada a territorio de la Alemania Occidental.
Lo que ocurrió hace 75 años es que una empresa como BMW y otras tantas, multiplicaron su facturación de la mano de Adolfo Hitler al poder ayudado por el capitalismo. De los 50.000 empleados que tenía BMW, el 50% eran esclavos. Hitler se pegó un tiró, sí. Pero otros pegaron el logotipo de su marca a sangre y fuego en el mundo. La locomotora alemana está llena de sangre, circulando sobre millones de muertos del afamado Ejército Rojo.
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La pregunta de si se utilizó al ejército rojo para proteger Alemania esta mal formulada.
No es utilizar el ejército rojo, es ponerlo como pretexto. Y no es proteger a Alemania, sino fortalecerla y blindarla, económica y militarmente, como territorio frontera frente a un eventual ataque ruso. En realidad lo que ha habido es un progresivo desplazamiento de esa frontera hacia el este, con la incorporación de países orientales europeos a la OTAN.
Desde los años 50 y 60 quedó clara la doctrina militar: era imposible parar a las divisiones soviéticas si decidían avanzar más allá de Berlín. La única forma de detener -y de paso desangrar económicamente- a los rusos en caso de un hipotético ataque era mediante la amenaza de un ataque nuclear. Los misiles nucleares de la OTAN se podían lanzar desde Alemania, Turquía, Alaska o desde los B-52. Alemania no necesitaba ser fortalecida, ya lo estaba, sus principales industrias (químicas, automovilísticas, etc…) continuaban funcionando. De botón una muestra: La energía nuclear en Alemania comenzó con reactores de investigación ya en la década los años 50, al mismo nivel o más que la primera central nuclear rusa de la misma época. Sostengo que se derrotó al ejército alemán y nada más, el resto quedó intacto (evidentemente no quiero minimizar las muertes de millones de victimas civiles en toda Europa) de tal suerte que Alemania aprovechó su industria e inmenso capital para comenzar a construir su locomotora.
A día de hoy 6,200 empresas con dueños alemanes están activos en Rusia.