Elecciones Catalanas… la culpa fue del cha, cha, cha

Por Joan Martí

Tras el periodo iniciado en 2014 con la propuesta política del 15M-2011 y continuado en el área nacionalista con el 1O-2017, digamos que en mayo de 2024 el péndulo vuelve a su sitio… Y que, como a veces sucede en el futbol, durante 9 años hemos venido jugando como nunca para acabar perdiendo como siempre

El final de la ilusión de los 9 años…

En las elecciones catalanas de ayer, 12/05/2024: los Comunes/Sumar (6) bajan 15 mil votos y 2 escaños; la CUP (4) baja 21 mil votos y 5 escaños, ERC (20) baja 180 mil votos y 13 escaños; PSC (42) y Junts (35) suben moderadamente; el PP (15) se recupera, VOX (11) consolida su existencia; por último, Alianza Catalana (2) demuestra que la democracia y la Ley D’Hont permiten lo pintoresco; la extravagancia electoral de un original fascismo independentista catalán sin padre ideológico conocido. ¡Uff!

Como se venía anunciando en los últimos tres o cuatro años, el ecosistema del péndulo electoral vuelve a su sitio y se produce la restauración del bipartidismo de la Transición para los próximos lustros: PSOE y PP, con el eventual apoyo de la burguesía vasca y catalana, a mandar en el Estado y en sus autonomías; la izquierda transformadora y el independentismo a mirar y a esperar el próximo movimiento del péndulo, tal vez para dentro de 30 años… ¡Maredéu!

El canto del cisne del independentismo catalán (Junts, ERC y CUP) y de la izquierda transformadora (Unidas/Podemos + Mareas), en lo electoral ha durado desde 2015 a 2024; o sea 9 raquíticos años.

Muchos independentistas, cupistas y podemitas, (no todos, aunque si bastantes), soñadores descarriados, han visto de nuevo la luz tras el espejismo de lo bello que nació en las plazas aquel 15M-2011 y en las urnas perseguidas y apaleadas del 1O-2017, acomodándose en los últimos años a las bondades del Sistema y mimetizándose con su decorado “cuqui”, apalancándose en sillones que el Sistema siempre deja disponibles para los conversos. Ya se sabe que el poder es generoso con el reparto de las migajas de su mesa, como obliga la estética de la caridad cristiana, en su versión democracia.

La maquinaria mediático-cultural-judicial-policial de la manipulación y reeducación en la realidad conveniente al Sistema, con sus tertulianos a nómina y bulos cocinados para la mistificación fraudulenta del espejo de la vida social, con sus jueces, juntas electorales, difamaciones, querellas, cárcel, espías, infiltrados y comprados, –lawfare, le llaman-, han conseguido empujar el péndulo de nuevo a su sitio.

El experimento ha resultado fallido, de modo que, así a primera vista y sintiéndose uno un poco “flop”, ni revolución ni independencia ni izquierda en los próximos 400 años (año arriba año abajo)

No se sabe muy bien la causa del chasco, imposible encontrar a nadie que asuma alguna culpa. Tal vez, como decía Gabinete Caligari, la culpa no fue de nadie, sino del Cha, cha, cha… (…Que tú me invitaste a bailar. Embistiendo a mi capote. Yo me asomaba al balcón de tu escote)

En este mundo de lenguaje cuántico, caben un montón de explicaciones sofisticadas, concurrentes y no exluyentes, (cosas de la magia de la cuántica), que aparecerán en los próximos días en sesudos y documentados análisis demoscópicos, pero la conclusión final, al cabo de los 9 años que van del 2015 a 2024, es mucho más cartesiana: Salimos de la nada para llegar a la miseria (Groucho Marx)

Aun así, sigamos. Hay que continuar persiguiendo los sueños…