25 de abril. Triunfo de los esclavos

Portugal.No salimos a la calle para celebrar un golpe militar. Salimos a la calle porque compartimos el sentimiento de rebeldía que desobedeció las órdenes de los militares a permanecer en casa, ocupando la calle y convirtiendo lo que se pretendía como una transición pacífica en un gran fiesta de "excesos" revolucionarios.

Hubo, sin duda, muchas cosas admirables en el período que siguió a 25 de abril de 1974. Los esclavos perdieron el respeto por los “señores” y tomaron la vida en sus manos. Quién no tenia casa, la ocupo, quien no tenía tierra, la tomó. Las relaciones de autoridad se derrumbaron como si aún en el día anterior no fuesen de piedra y cal. Pero aún más habría sido mas admirable si esa voluntad de cada uno de ser dueño de su destino hubiera perdurado. va a ser cada uno dueño de su destino había durado, sin precisar de la protección de los militares para continuar.

No nos vamos una vez más a lamentar de esta sociedad de conformados y conformistas, acerca del "triste destino" de este "buen pueblo". Pero sabemos como hemos sido adormecidos por el régimen democrático y la institucionalización de la mitología de abril, el ritual de los claveles descendiendo por la avenida, vaciada de sentido algo que fue verdaderamente hermoso hace 40 años. Encontramos fantástica la caída de la dictadura, pero no podemos celebrar este régimen democrático. No es por ser democráticos, patrones, la policía o las prisiones que no pueden ser sólo eso: los patrones, la policía o prisiones.

Vivimos atormentados por el trabajo o por la falta de este, aplastados por impuestos e imposiciones, ciudades moldeadas para los designios del capital, sometidos cada vez más al aumento de la vigilancia y el policial, sin ser capaces de seguir adelante porque no tenemos dinero, luchando por tener comida y refugio , sintiéndonos cada vez más impotentes ante el Olimpo de los dioses de la economía y la política.

Salimos a la calle libres de mitos democráticos libertos de la calle y con agradecimiento al Movimiento de las Fuerzas Armadas. No luchamos contra este gobierno, sino contra todos los gobiernos. No queremos utilizar las calles para llegar al poder, queremos que las calles ya no sean domesticadas por ningún poder.

Salimos a la calle para reunirnos con otros esclavos y juntos volver el tablero. Lo que celebramos es el sentimiento de que somos rebeldes hoy, como hace 40 años. Seamos diez o un millón. Este es el triunfo de esclavos.

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