25-F, Soria con Palestina: la difícil solidaridad
Por Acacio Puig*
La lista de ciudades y pueblos que han atendido la nueva llamada de RESCOP este 25 de febrero de 2024 es larga. Los resultados muy desiguales en las tan graves circunstancias en que la gente sigue siendo asesinada sin freno en Palestina.
Manos libres para bombardear, porque el sionismo cuenta con las pasividades de gobiernos cómplices que no se atreven a frenarle en seco y el poder israelí, masacra y destruye, porque se sabe -aún- impune, en el despliegue de su estrategia masiva de asesinatos y limpieza étnica.
Los sionistas huyen hacia adelante cierto, pero confían en los inquebrantables apoyos de sus cómplices y así se permiten escupir a los oídos del mundo que: “esta tierra nos pertenece a nosotros, al pueblo de Israel y solo a nosotros. Nunca habrá un estado palestino, porque no existe tal cosa como el pueblo palestino…” brama Oril Strook, Ministra de Asentamientos del gobierno Netanyahu.
Ante gente así la conclusión es clara: el Estado Palestino deberá imponerse por la fuerza, por la fuerza del boicot BDS, por la fuerza del aislamiento internacional y el rechazo social y por la fuerza de las armas. El nazismo-sionista No conoce más lenguaje que el del enfrentamiento, hasta su derrota final.
Soria es una de esas ciudades en las que manifestarse requiere echarle valentía, porque es, probablemente, una de las capitales más pasivas de la inmensa Castilla Vacía. Requiere valentía, organización y unidad de acción y eso supondrá romper inercias asentadas, desconfianzas y horizontes dominados por la fantasía del torrezno y de la extensión brutal de macro granjas, de eólicas y de fotovoltaicas… ¡Mal paisaje!
La manifestación del 25 F no superó las 100 personas. Sí, llovía un poco y el día era frío. Pero 100 personas es muy poca gente. En el recorrido, que empezó en la Plaza Mayor, continuó por la Plaza de las Mujeres y concluyó en la entrada de la Plaza Mariano Granados, el entusiasmo fue el contrapeso de la escasa participación.
Banderas palestinas, slogans habituales, eficaces carteles de mano con las consignas del momento (desde “no es una guerra es un genocidio”, a llamadas al boicot y a la ruptura de relaciones comerciales y diplomáticas con Israel). Hay que subrayar que la cartelería la puso a disposición de tod@s la gente Podemos-Soria y que, siendo el texto de las consignas muy legible la firma de sus editores era muy discreta, enormemente discreta. La iniciativa ha sido muy de agradecer porque a pesar de la importante circulación de apoyos escritos de partidos y sindicatos -por redes de C y L- su presencia pública identificable fue inexistente (no banderas, no insignias, no declaraciones). En la ciudad, ausencia completa de carteles-convocatoria: la epidemia de convocar electrónicamente se ha convertido (aquí y en demasiados lugares) en la enfermedad de moda.
Esos cien manifestantes han estado llenos de coraje ciertamente, pero es penoso constatar hoy 25 F, que en una ciudad en que las últimas municipales arrojaron resultados de 8.453 votos PSOE, 807 votos Podemos y 659 votos IU y en las últimas elecciones generales de 2023, los resultados fueron de 6929 votos PSOE, 4.838 votos Soria Ya y 718 votos Sumar, la brecha entre presencia social en la calle y esos miles de electores genéricamente “progresistas” que se pasaron por las urnas, ha sido una brecha ciertamente abismal.
De modo que en la memoria de muchos manifestantes resonaban los viejos versos que Gerardo Diego dedicó al río Duero: “ indiferente o cobarde, la ciudad vuelve la espalda”, en este caso no se trataba del río, sino de la Palestina mártir y abandonada a su suerte.
* Artista plástico. Militante de la izquierda revolucionaria, represaliado por el franquismo, activista memorialista de la Asociación “En Medio de Abril”. Miembro del Colectivo LoQueSomos
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