Aaron Swartz y Miguel Servet
Jorge Izquierdo. LQSomos. Enero 2018
Miguel Servet fue un teólogo, científico, médico e impresor nacido en España hace quinientos años. El alma de Servet estaba condenada a perseguir la verdad, ya fuera como un teólogo condenado llamado Miguel Servet, encarnado en un doctor francés perseguido bajo el nombre de Miguel Villanev y también, cómo no, editando sus propios libros oculto bajo el nombre de un tal Servetto.
Miguel Servet buscando el alma encontró la sangre y sostuvo que el alma tenía su sede en ella. Gracias a la circulación sanguínea, su gran descubrimiento que plasmó en un libro de carácter teológico en el que denunciaba los terribles errores del cristianismo, el alma del ser humano está diseminada por todo el cuerpo, haciendo del hombre un ser casi divino. La heterodoxia religiosa de Miguel Servet fue atacada por católicos y protestantes. Finalmente fue condenado y murió en la hoguera.
¿Por qué escribe Miguel Servet sus descubrimientos científicos en un libro religioso?
Como hijo del Renacimiento, la teología, la medicina, la filosofía, la cartografía y el resto de los conocimientos no son compartimientos estancos sino saberes que disponen de vasos comunicantes y complementarios entre ellos que permiten al hombre intentar comprender el mundo en el que vive.
Quinientos años después, Aaron Swartz, activista y hacker informático nacido en Estados Unidos, fue hallado muerto, ahorcado, en su piso Brooklyn. En el momento de su muerte, Aaron Swartz se enfrentaba a un total de 4 millones de dólares en multas y a más de 50 años de prisión. Su delito: haber liberado millones de documentos científicos de pago para que pudieran ser consultados libremente desde Internet.
¿Qué une a Miguel Servet y Aaron Swartz?
El primero busca el saber durante toda su vida. El segundo intenta que el saber no quede en manos de unos pocos y que hagan del tesoro de la humanidad su fortuna.
Notas:
– Quinto aniversario de la muerte de Aaron Swartz
– Flores rojas para Miguel Servet