Abdica el Borbón del 23-F
2 de Junio de 2.014. El rey Juan Carlos de Borbón abdica en favor de su hijo Felipe. Reconoce que lo hace para salvar la monarquía de la actual crisis de las instituciones; o, lo que es lo mismo, del régimen encarnado por la tan traída y llevada transición, con su Constitución de 1978. La estela del franquismo se ha agotado. No da más de sí.
A lo largo de las décadas transcurridas, el rey Juan Carlos I ha demostrado su adicción al mando de la Jefatura del Estado. No obstante, se va porque pretende un lampedusiano cambio de imagen para que todo siga igual aunque más moderno. Su apego al poder y al dinero son tan proverbiales como el de un percebe a su roca. A pesar de su gusto por el trono, no le ha quedado al “Campechano” más remedio que irse con viento fresco. Como no podía ser menos, hay un mensaje implícito a la sociedad. Se la pone en la disyuntiva de aceptar la “estabilidad”, aceptando “heredero del heredero del dictador” o bien proclamar la Tercera República.
Con esta extremada maniobra táctica, Borbón espera que amainen las tempestuosas aguas de la corrupción que ha salpicado y quebrantado a la institución monárquica. Después de los escándalos financieros en Suiza, sus correrías cinegéticas africanas y diversas meteduras más de pata real, su figura había quedado muy “tocada”. Sin duda alguna, el resultado electoral del 25-M, que se ha saldado con un gran quebranto y desconcierto en el Partido Popular y el PSOE, las fuerzas apuntaladoras del vasallaje bipartidista al sucesor del caudillo golpista Franco.
Se demuestra así que el movimiento político-social Podemos ha supuesto, en efecto, una auténtica implosión, una evidente carga de profundidad en la línea e flotación una crisis evidente y profunda del sistema. Un revulsivo de gran calado en el anquilosado actual panorama del postfranquismo. La magnitud de los desafíos que afronta España hanbrán abonado la decisión de marcharse. Las viejas estructuras y costumbres de ayer son un pesado lastre en las esferas del poder. Un lastre enquistado y sin visos de soluciones adecuadas para resolver la crisis.
Nada más anunciar el presidente Mariano Rajoy la abdicación en favor de su hijo, el lider de Izqierda Unida, Cayo Lara, ha exigido la celebración de un referéndum para que el pueblo soberano se pronuncie por la monarquía o bien por una república.
E el mismo sentido, ya Pablo Iglesias, líder de Podemos, afirmaba ya en una pasada edición del programa televisivo “Al Rojo vivo”, que “Si el príncipe Felipe pretende la jefatura del Estado, se presente a las elecciones”.
¿Deben disolverse las Cortes tras la abdicación del rey?
Entretanto, cientos de personas hacen cola en Valencia para apuntarse en el movimiento Podemos.