Acto de exaltación del franquismo, en el Palacio Real
Cristina Calandre Hoenigsfeld. LQSomos. Diciembre 2015
De nuevo se da publicidad a la Ley 12/2015 de junio del 2015, relativa a la concesión de la nacionalidad española a los judíos sefardíes originarios de España.
Y de nuevo no puedo quedarme callada habiendo tenido familiares víctimas del Holocausto: madre expulsada en 1933 del Colegio Alemán de Madrid por judía, conversión al catolicismo de mis abuelos judíos maternos para poder pasar a España en agosto de 1939, y finalmente exterminio de 18 antepasados judíos polacos.
Todo ello está perfectamente documentado en los propios archivos del Instituto del Holocausto de Mashuah, Israel, colgados en su web y también en mi archivo familiar y página web, Hoenigsfeld.com, desde el año 2012.
El pasado día 30 de noviembre tuvo lugar un solemne acto institucional en el Comedor de Gala del Palacio Real de Madrid, presidido por el Rey Felipe VI. Si escuchamos o leemos las diferentes intervenciones que tuvieron lugar en este solemne acto institucional, al más alto nivel, tanto por parte del Ministro de Justicia, Rafael Catalá, como del representante de la Federación de Comunidades judías, Isaac Querub, o de algún testigo del Holocausto, no se hizo ninguna referencia a la complicidad de Franco con Hitler, y como consecuencia de la participación de España en la Shoah.
Por supuesto no hubo ninguna referencia a las normativas antisemitas franquistas, de Paso de Fronteras del 11 de mayo de 1939 y la de Depuración de Médicos de 6 de octubre de 1939, leyes que ya han sido reconocidas por la propia Comisión Europea en su portal sobre el Holocausto, EHRI y por los historiadores, el alemán Berth Rother, el catalán Josep Calvet, el español Ángel Viñas y el británico Paul Preston en sus últimos libros, ya comentados en anteriores artículos. En ambas participa el antisemita ministro de Gobernación franquista Ramón Serrano Suñer, y en la primera también, el Ministro de Exteriores, Gómez Jordana.
Sí hubo, en cambio, referencias a los diplomáticos franquistas “salvadores de judíos“ como Sáinz Briz, desde Hungría y Romero Radigales, desde Grecia. Menos mal que no se hizo referencia a José Rojas y Moreno, Conde de Casa Rojas, el bisabuelo antisemita de Alberto Ruiz Gallardón, que por cierto estaba en el acto. Todos estos diplomáticos habían sido cesados por la II República, por traidores.
No sé todavía a qué se debe esta ley, si a interéses políticos, económicos o de mala conciencia de la iglesia católica que colaboró en la Shoah, pero si lo que se quiere es honrar a los judíos, hay otras muchas posibilidades:
1)- Anular las normativas antisemitas franquistas, que todavía no lo han sido, pues una cosa es que estén derogadas por la Constitución de 1978, y otra anuladas , esto es que sean expulsadas del ordenamiento jurídico español, como si hizo hace muchos años en otros países participantes en el Holocausto. A este respecto, hace unos años, me mintió el exministro de Justicia, Ruiz Gallardón, intentando confundirme.
2).- Financiar estudios que investiguen en profundidad el porqué de estas normativas y sus consecuencias. Y desentrañando la complicidad de Franco con Hitler y el nazismo sacaremos a la luz intereses ocultos hasta el momento. Respecto a este tema, se perdió una gran oportunidad, en los años 2013-14, cuando tres proyectos que trataban el tema de España y el Holocausto, financiados dentro del programa europeo “Europa con los ciudadanos “, no se investigó. Por ese motivo, tengo desde hace más de un año puesta una reclamación al respecto en el Parlamento Europeo, sin respuesta.
3).- Retirar el cuadro y el nombre de una sala del Congreso de los Diputados a Manuel Fraga Iribarne, por dar un pregón de Semana Santa en Zamora, cruelmente antisemita, cuando ya la propia jerarquía católica, con la Nostra Aetate, había prohibido lo de maldecir a los judíos. En justicia habría que excomulgar a Fraga, según las propias leyes de la Iglesia Católica. Yo hice una petición al respecto, hace ya dos años, al Congreso de los Diputados, sin respuesta. Por eso, hace unos días escribí a la Defensora del Pueblo para que interceda, pues creo que a eso debe dedicarse, a defender al ciudadano del ninguneo generalizado de la Administración… del Estado, como es este caso.
4)- Retirar el galardón de académico histórico en la Real Academia de Ciencias Morales, a Ramón Serrano Suñer, por participar en el Holocausto.
5)- Con motivo de la retirada del callejero franquista de la ciudad de Madrid, que se va a llevar próximamente a cabo por el Ayuntamiento, quitar el nombre del amigo y colaborador de Serrano Suñer, José Finat y Escrivá, Conde de Mayalde, por antisemita y por perseguir a los judíos con la creación del Archivo Judaico, entre otros muchos crímenes.
Finalmente, añadir, que no estoy sola en la crítica al preámbulo histórico de la Ley 12/2015, pues algunas comunidades judías, como la de Barcelona, mucho más progresista que la de Madrid, lo explica claramente en un artículo de uno de sus socios, jurista, que recientemente apareció en su web, Mozaika, y que aconsejo su lectura.
En esa misma web ya habían sacado en 2014 dos capítulos dedicados a mi familia judía, los Hoenigsfeld, por lo que les estoy muy agradecida.
Notas:
– Acto solemne con motivo de la Ley 12/2015 en materia de concesión de nacionalidad española a los sefardíes originarios de España
– Nacionalización española de sefardíes
– Portal EHRI project
Cualquier acto de reconciliación por parte de los herederos del régimen del 18 de julio de 1936 ya nace castrado, en tanto que estos, como tales, no se sometan al juicio del pueblo, que fue quien soportó los 40 años de dictadura; en tanto sigan representando aquello que masacró, violó y gano una guerra con la ayuda de salvajes moros, el apoyo de Hitler y Mussolini y, tras acabar con la República, mantuvo nuestra libertad secuestrada y se erigen en fieles servidores de todo aquello en nombre de lo que aquellos se rebelaron contra los sagrados principios de la libertad.