¡Arde París! ¡Arde Francia!

Por Cecilia Remis. LQSomos.

En la novena jornada de huelgas organizada contra la nueva legislación sobre las pensiones, también se registraron bloqueos en avenidas, huelgas del sector energético y en el transporte, y una movilización sin precedentes de más de tres millones de personas

El pueblo francés volvió a marchar de forma masiva contra la reforma a las pensiones. Esta es la novena jornada de huelga en los últimos meses y, en esta ocasión, la primera surgida después de que la ley fuese aprobada, sin votación en la Asamblea Nacional, por falta de la mayoría asegurada, con lo que el Consejo de Ministros del país hizo uso del artículo 49.3 de la Constitución, que posibilita la adopción de un texto sin voto de los parlamentarios, y aprobó una reforma que elevará la edad de jubilación de 62 a 64 años. La ley ha sido llevada a recurso por varios partidos políticos con el objetivo de impugnarla por la vía judicial, pero hasta el momento seguirá adelante después de haberse aprobado por vía extraparlamentaria.

Desde el inicio de la jornada el sector más afectado fue el de los transportes, ya sea por carretera, avión o tren. Decenas de trabajadores cortaron desde por la mañana las vías de acceso al aeropuerto parisino de Roissy-Charles De Gaulle obligando a algunos viajeros a llegar a pie. Asimismo, el paro de los controladores aéreos obligó a la cancelación anticipada del 30 % de los vuelos en el aeropuerto parisino de Orly y el 20 % en los de Marsella, Toulouse y Lyon.
La huelga en el transporte afectó también a los trenes de alta velocidad, ya que solo circulaba la mitad, y a los de media y corta distancia, que operaron en cuotas aún más reducidas. En lo que refiere al metro en ciudades como París, solamente funcionaron las líneas que son automáticas y que carecen de conductor.
Los cortes de carreteras se centraron en las zonas estratégicas de salida de mercancías, especialmente de combustible. Los alrededores de las refinerías han presentado cortes por parte de los trabajadores.

La nueva demostración marca un claro repunte de la participación: según el Ministerio del Interior, un total de 1,08 millones de manifestantes marcharon en Francia, 119.000 de ellos en París. Por su parte, los sindicatos anunciaban que 3,5 millones de personas salieron en todo el país, 800.000 de ellos en la capital.

Hasta el momento, las autoridades anunciaron la detención de 80 personas por algunos enfrentamientos durante las movilizaciones así como 123 policías heridos, protestas claras y contundentes en la que la ciudadanía francesa no está dispuesta a renunciar a sus conquistas en derechos.

Así, en Nantes los protestantes irrumpieron en un tribunal administrativo, en el que arrancaron ventanas y puertas. Mientras tanto, en Toulouse, donde según la CGT se registraron 150.000 manifestantes, un récord histórico para la localidad, los policías utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos. Un grupo de manifestantes también levantó barricadas y se enfrentó a la Policía en el centro de la ciudad de Burdeos. Fuertes enfrentamientos entre manifestantes y la Policía también se registraron en las ciudades de Nantes, Lorient, Rennes y Toulouse, entre otras. En París se registró una fuerte respuesta a la represión policial con cócteles molotov en los fuertes choques de manifestantes con la Policía.

En total fueron convocadas alrededor de 300 manifestaciones en todo el país. La gran marcha fue convocada en París, donde fueron desplegados más de 5.000 agentes de policía y donde desde hace días ya se registran escenas de caos debido a las protestas espontáneas y la acumulación de basura por las calles de muchos distritos debido a la huelga en el servicio de recogida de basura.

Los sindicatos no bajan la guardia en las reivindicaciones y ya han llamado a una nueva jornada de huelga general para el próximo martes 28 de marzo.