Argentina y la confusión opositora

Argentina y la confusión opositora

...y en este rumbo la oposición se desvaloriza cada día

Con una inédita anticipación a las elecciones de recambio presidencial a realizarse en octubre del 2016, los opositores al gobierno de la presidente Cristina Kirchner profundizan por todos los medios de comunicación una ruptura del orden constitucional, al cuestionar sin mesura la validez del ejercicio desde aquí hasta su recambio, que debería darse dentro de dos años. Un planteo inédito de la oposición mediática a la cual se suman y enrolan – de modo políticamente temerario- todo aquel con aspiraciones a ser electo cuando sea y donde sea.

Haciendo una lectura nada voluntarista de la verdadera instancia jurídica en la que transcurre la gobernalidad de los argentinos, absolutamente legítima actualmente, y en un país en el cual la posibilidad electoral de todo candidato habitualmente declina o aumenta en los finales de cada campaña por ciertos imprevistos que los medios de comunicación no logran disponer a voluntad, – según aconteciera con la elección presidencial que ganara Raúl Alfonsín y años más adelante con el casi imprevisto candidato y electo presidente, Néstor Kirchner- sobrarían los ejemplos donde los comunicadores del liberalismo económico más cerril y de mirada fija suelen perder de vista en sus anticipaciones electorales, como en otros avatares donde opinan sin rigor y según indican sus avisadores.

Una falencia ya casi risible al exhibirse cada día más opositor a todo acto de gobierno, sumando a esa oposición los gestos y poses de sus empleados televisivos, que anticipan tremebundas novedades super revulsivas que al fin, en el terreno del análisis conceptual se les derrumba por ser meramente discursivas. Limitaciones más que evidentes al invitar panelistas que de tan temerarios proponen el recambio anticipado de mismo gobierno nacional que obtuviera válidamente esa designación.

Además ratificada en las elecciones de medio término al mantener su mayoría parlamentaria de las Cámaras representativas. Pero esta antiética tilinguería de lesionar el entramado social con imposturas desde canales de televisión y diarios afines, a cualquier ‘buena memoria’ la retrae a anteriores y viejas movidas hacia el descalabro nacional que aunque hoy sea ciertamente improbable, nos ilumina de la presencia constante de los mismos aciagos personajes, tradicionales muchos de ellos y otros recientes francotiradores emigrados o echados del mismo riñón político del gobierno actual.

Por disidencias que se atribuyen a esa lucha constante dentro del peronismo como fuerza mayoritaria, que en esta instancia se exterioriza por el apresuramiento juvenil de dos o tres candidatos sin las horas de vuelo para encabezar la dirección de una política de masas. Aptitud dirigencial más que imprescindible si hablamos de peronismo en serio, y que en esta circunstancia exhibe en el escenario algunas inflexiones opositoras dentro de la misma fuerza apresuradas por algunos desplazados o desclasados de turno. Y que al preguntarse y  saber, quienes reciben hoy ese desgajamiento nada aluvional de la fuerza principal que es el peronismo,  no tienen un mínimo programa económico y político superador de la gestión actual de la presidenta Cristina Kirchner.

En tanto  detrás de eso y según los nombres que se vienen sumando a esa novedosa filiación; y al margen de los ubicuos tránsfugas partidarios de circunstancia; no se vislumbran muchas figuras convocantes además de los buenos augurios de familiares y amigos, ni personalidades con legajo propio digno de incidir seriamente sobre el accionar y destino electoral de los argentinos. Más aún si contabilizamos que todo reemplazo de la gestión política actual debe contar con un piso o espectativa electoral a nivel nacional que supere al menos la mitad de los votos emitidos. Que no son pocos si vale recordar que cualquier alquimia ideológica que válidamente puede ensayar la oposición, debe ofrecerle al virtual votante mucho más que las editoriales de los medios de comunicación adversarios del gobierno en la Argentina de hoy.

Y en tanto la historia ejerce la fatalidad de sus reglas como una resonancia de la realidad, hoy a inicios del año 2014 el apremio por sustituir un gobierno legítimo que termina su gestión en menos de dos años, es una propuesta estéril y propia de gente muy pero muy adolescente. Pero bué…

* Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina

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