Arturo Seeber Bonorino

Por Iñaki Alrui*

De golpe, como a traición, la muerte se ha llevado a Arturo. Da igual que a veces lo pensaras dada su larga lucha por salir de todas las trampas que le ponía el cuerpo, la muerte siempre es una fría sorpresa.

En la primera década de este siglo apareció Arturo por El Garaje Ediciones con un estupendo libro bajo el brazo: Un paquete para el mánager. Relatos negros de boxeo. El libro se editó y, como se dice en las grandes historias, aquel fue el comienzo de una gran amistad.

Argentino de Buenos Aires, viviendo en Madrid desde el año 1993. Aficionado al boxeo desde su juventud, practicó el deporte de los puños por muchos años en diversos gimnasios, entre ellos el Almagro Boxing Club y el Luna Park. Tuvo oportunidad de conocer a grandes figuras del boxeo de entonces, a Oscar “Ringo” Bonavena, Abel Laudonio, Pascual Pérez y Eduardo Lausse. De su conocimiento y experiencias del boxeo surgió aquel libro de relatos, que incluía dos cuentos premiados, uno en el XXI Certamen Literario Manuel Vázquez Montalbán del Real Sitio de San Fernando de Henares, y otro en el VIII Certamen de relato corto de la ciudad de Coslada. El mundo del boxeo lo conocía a la perfección, y podía contar decenas de historias únicas e interesantes.

Durante un tiempo también fue parte del equipo de voluntarias y voluntarios de esta web, Loquesomos, y al igual que sus libros aquí quedan su artículos, entrevistas y opiniones: Arturo Seeber Bonorino.

Con su fina ironía y sentido del humor, en una semana en la que en esta web publicamos dos notas necrológicas, me bromeó: “Si esto sigue así, más que llamarnos Loquesomos, tendremos que llamarnos Loquefuimos”. Me le imagino ahora mismo sonriendo desde la distancia de un vacío cósmico.

Entre sus correos, que hoy me puse a repasar, me ha llamado la atención en uno su respuesta, sincera, ante el apremio de que me pasara un artículo pendiente: “Seguramente yo sería un mal periodista, así es que, afortunadamente, no lo soy. Si me encargaran una nota diaria me echarían pronto, porque, como de cualquier cosa que escribo, a veces me sale al ir de la pluma y otras me cuesta sudor y lágrimas dar con la idea”.

Fue en esos años, hacia 2016, cuando apareció su segundo libro, La levitación de sor Clarisa. Divertimentos anticlericales, en el que recopilaba un conjunto de relatos humorísticos donde ironizaba a diversos credos. Las presentaciones las hacia vestido de franciscano, acercándose a la performance interpretativa. Guardo con cariño la dedicatoria de su segundo libro “Para el pensador libre y hasta librepensador”.

Por medio siempre hubo vinos, comidas (le encantaba cocinar) y grandes charlas en las que dábamos la vuelta a la tortilla del mundo, al mismo tiempo que compartíamos amistades y debates.

Por pocas semanas no ha podido Arturo ver impreso su tercer libro, ahora en imprenta: Alberto ‘Negri’ Sicurella. Un caballero en el ring, una historia real de esas que tan bien siempre supo contar y que ha supuesto una última vuelta a su pasión por el boxeo.

Nos deja muchos recuerdos, la mejor manera de mantener siempre vivos a esos compañeros con los que compartimos palabras, lugares y hasta ideas. Buenos recuerdos para quienes tuvimos el honor de conocerle al calor de su sonrisa, a su infatigable plática (tan bonaerense) con los demás y a sus rebeldías con el mundo, con la vida.

La noche del 13 de enero Arturo recogió su pluma al mismo tiempo que colgaba para siempre en un escondrijo del ring de la vida sus guantes de boxeo.
Que la tierra te sea leve y tu ejemplo nos haga fuertes.

* Miembro del Colectivo LoQueSomos. Otras notas del autor
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