Black is Beltza

alhongiga-actividad-fermin-lqsomos — Fermín Muguruza&Mikel Antero, Komikitik animaziora

Iñaki Alonso*. LQSomos. Enero 2015

La viñeta, el dibujo, el cómic, arte de garabatos con forma, trazos de líneas que se niegan a ser rectas…

Un cómic, una exposición.

Arte, a estas alturas a nadie se le ocurrirá negar el arte del cómic, el dibujo, la pintura continuada muchas veces en forma de viñetas que conectan entre sí, o en retratos individuales de una intención, momento o expresión así concebida.

Y si a eso le sumamos un perfecto montaje en forma de explicación, tenemos una exposición en la que disfrutar más allá de un formato enlazado en papel que coge en nuestras manos.

Esto es lo que tenemos en la Alhóndiga de Bilbao “un proyecto expositivo de Fermin Muguruza en torno a la novela gráfica del mismo nombre creada junto al escritor Harkaitz Cano y el ilustrador Jorge Alderete”

Los gigantes de Iruña, en 1965, cruzaron el charco para desembarcar en una majestuosa Quinta Avenida de Nueva York, la ciudad entonces del poder económico y de prestigio mundial a donde los llevaron para desfilar en la segunda temporada de la Exposición Universal, los dos gigantes Beltzas (negros) se quedaron guardados sin salir ¿ofensivos? ¿provocadores? años convulsos para el color de la piel, Malcolm X había sido asesinado en febrero, las marchas por los derechos civiles encabezadas por Martin Luther King recorren toda América (la del norte)… Es ahí donde arranca la historieta, y donde arranca la exposición.

Y comienza un viaje: La Habana, México DF, Tijuana/Los Ángeles, Monterrey, San Francisco, Montreal, Argel, Madrid, Biarritz. Todo dentro de un pabellón, desplazamientos kilométricos a través de trece puestos expositivos, distancias conectadas por una historia. Viaje de aperturas, la aproximación a las prácticas locales. En blanco y negro.

Y un viaje tiene imágenes, recortes de prensa, manuscritos, viñetas de colores, pies de foto, dibujos originales de la novela gráfica. Materiales que alimentan el trabajo, materia que fija la obra. Y suena la música, la banda sonora que siempre acompaña a la historia, a las distancias, a los tiempos, Jimi Hendrix, The Who, Otis Redding, Mikel Laboa, y… a todo color.

Y un viaje cincuenta años atrás, navega por el reflejo del tiempo “los disturbios raciales derivados de la muerte de Malcolm X, las excentricidades que protagonizaron los personajes que albergaban el ya mítico The Factory, las alianzas entre los servicios secretos de la División de Inteligencia Cubana y los Black Panthers estadounidenses, la psicodelia proto-hippie que inundó los festivales musicales de la época, los juegos de intereses de los espías de ambos bandos durante la Guerra Fría, el espíritu del Che en el Congo, Argelia y su muerte en Bolivia, y nuestro backyard: la decrépita y gris dictadura franquista”

Lo que partió de un cómic, es ahora en una proyección animada, una canción, una exposición, y un montón de actividades de lo más variopinto.

Todo en la Alhóndiga de Bilbao hasta el 8 de febrero, y es gratis.