Breves para Elena Aub
Iñaki Alrui*. LQS. Mayo 2020
Escribir es luchar contra la muerte.
Max Aub en Campo cerrado
Elena Aub Barjau, hija del escritor Max Aub y de Perpetua Barjau Martín “Pua”, nació en Valencia en 1931, de la que partiría en 1946 junto a su madre y hermanas para reencontrase con su padre en el exilio de México. Compartió su vida con el escritor Federico Álvarez Arregui (1), que también era hijo de exiliados españoles, tuvieron dos hijos: Federico David y Teresa. Entre 1959 y 1961 el matrimonio formó parte del Movimiento Español (ME/59) que buscaba llenar de sentido la condición de exiliado.
Nos reuníamos en asambleas multitudinarias en el viejo caserón del Ateneo, en la calle Morelos. Cuando ya estuvimos más organizados, el Ateneo fue nuestra sede cotidiana, punto de reunión fijo, y las comisiones de trabajo y la junta directiva se seguían reuniendo en casa de unos y otros, donde mejor les acomodase. (2)
En los años ochenta del siglo XX trabajó para el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), en el Proyecto de Historia Oral «Refugiados Españoles en México: Archivo de la Palabra», realizando entrevistas a exiliados españoles en México tras la Guerra Civil.
Editamos un boletín, organizamos un cine-club, programas de radio los domingos, un grupo de teatro, actos de solidaridad, bailes y excursiones, conferencias sobre España y muchos actos de protesta en la calle. Se tomaron las oficinas oficiosas de la embajada y se destruyeron sus ficheros, cuando se supo del fusilamiento de Julián Grimau. (2)
Muerto Max Aub en 1972, Elena y su madre custodiaron el legado del escritor. Elena se consagró a difundir la obra de su padre, pero nunca se quedo en ser un “figurita” de adorno, siempre estuvo muy por delante de “ser la hija de”. Tenía ideas propias sobre la literatura del exilio. Dominaba a la perfección el legado y la biblioteca paterna. Fue presidenta de la Fundación Max Aub con sede en Segorbe (Castellón) hasta el año 2012 en que toma el relevo su hija Teresa Álvarez Aub.
Reunimos dinero suficiente para ayudar en España. Primero sólo a las familias de los presos, luego a las agrupaciones antifranquistas también. El acto de solidaridad más importante fue el que se hizo a favor de la libertad de Luis Goytisolo en el cine Versalles. (2)
Como recuerdo aquí va la reproducción de una carta de Max Aub a su hija, un texto curioso por la combinación de la escritura entre la figura de padre y la de escritor, fechada en febrero del 1942, escrita desde Djelfa, Argelia. (3)
Querida Elena:
Me escriben los abuelitos que fuiste por tu “tableau d’honeur”. Me alegra como no tienes idea. Tan lejos de ti, Chatita, es el mejor regalo que le podías hacer a tu papá. Ya sabes que espero mucho de ti y que tengo la seguridad de que serás una estudiante muy aprovechada y que harás honor a tus padres. El estudio es lo más bonito que hay. Lo que sucede es que a veces los maestros no saben explicar bien las cosas y a veces los caminos para llegar a saber parecen muy difíciles, pero cuando se llega a saberlos ¡qué regalo! Ten en cuenta que cuanto más cosas sepas más cosas son como si fuesen tuyas. ¿Te acuerdas cómo le gustaban a Mimin las historias de griegos y romanos? Fíjate: si tu – o Mimin sabe historia – o geografía, o matemáticas – es como si esa parte del mundo fuese tuya y los que no lo saben se quedan sin ello. Los tontos dirán que eso no son pasteles, o sortijas, o casas o panquemados; bueno, allá ellos: pero no importa el saber para tener también panquemados, y aún más fácilmente. Es igual que los idiomas. Si tu vienes a Francia y sabes francés ¿verdad que verás más cosas, te enterarás mejor de cuanto hay, que no el que no lo sabe y necesita ir a remolque de otro que todo se lo traduzca? Pues así es un poco toda la vida. Cuando se más se sabe menos intermediarios se necesitan y mejor se aprecian y gozan las cosas. El c’est tout, mon chou. (mira que llamarte col!)Y ya que me ido por las ramas sea esta carta también para Mimin, que me ha prometido una explicando su fin de curso que esperaba junto con la de la mamá pero que no he visto. Entre las dos le vais a dar cuatro besos muy grandes grandes, a Carmen, de mi parte. En el café moro donde estoy dan un té con menta que es buenísimo. Parece hierbaluisa, o poleo, con mucho azúcar. Muchísimos besos para las dos mis muy preciosas de vuestro
Papá.
Elena Aub Barjau ha muerto a los 89 años (jueves 14 de mayo de 2020), 48 años después de que muriera su padre.
Sit tibi terra levis
Notas:
1.- Federico Álvarez Arregui
2.- Citas de Elena Aub pertenecientes a Historia del ME/59. Una última ilusión
3.- El 27 de noviembre de 1941 es trasladado desde el campo de concentración de Vernet, Francia, al campo de Djelfa, Argelia. Donde permanecería hasta el 18 de mayo. Es liberado gracias a las gestiones del cónsul mexicano Gilberto Bosques, pero pierde el barco asignado hacia México y ha de esconderse en una guardería hasta el 10 de septiembre, cuando embarca en el Serpa Pinto, que llega a Veracruz el 1 de octubre.
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* Miembro del Colectivo LoQueSomos
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