Castilla: la España políticamente vaciada
Agencia Mp3. LQS. Octubre 2019
Crónica del debate celebrado en C.S.A. La Casa de Abril, Ávila, sobre y contra el vaciamiento político de Castilla la Vieja…
El sábado 19 de octubre se desarrolló en La Casa de Abril (Centro Social Autogestionado) la charla-debate sobre las causas de la actual hegemonía de políticas de derechas en la comunidad de Castilla y León, tierras en las que llueve sobre mojado desde el Siglo XIX. El tema propuesto fue la presentación de la otra cara de La España Vaciada, es decir la España en que se viene liquidando el pensamiento y organización política progresista.
Las emigraciones, que a finales del XIX llevaron a Hispanoamérica a más de un millón de personas, constituyeron el prólogo de emigraciones posteriores saldadas con seis millones de personas que en los años 50 y 60 del pasado siglo se vieron obligadas a marchar a Europa y polos industriales del interior (Madrid, Bilbao, Levante…). Se escapaba de la pobreza y la vida sin perspectivas.
La Segunda República apuntó a un cambio en Castilla: alcaldes y concejales progresistas emergieron en una región dominada por terratenientes, aristócratas parasitarios y caciques. El pueblo llano estaba constituido por pequeños campesinos, minifundios en régimen de supervivencia, jornaleros de temporada y escasos núcleos obreros en la minería de León y Palencia. Los poderes dominantes habían obstaculizado cualquier intento de Revolución Industrial en connivencia con La Iglesia Católica. Si con la industria llegaba la clase obrera y el sindicalismo, los intereses dominantes optarían por obstruir el desarrollo industrial condenando a la pobreza al grueso de la población. Frágiles mimbres que serían cercenados poco más tarde.
No era por tanto extraño que el alzamiento militar fascista triunfase de inmediato en Castilla la Vieja donde las candidaturas del Frente Popular a pesar de mejorar resultados respecto a elecciones anteriores, habían sido barridas electoralmente en todas las capitales de provincia y donde ejército, guardias de asalto y guardia civil, contarían con el apoyo criminal de milicias nacional católicas, monárquicas y falangistas. La resistencia al golpe en Castilla no existió, pero el ejército “nacional” se nutrió aquí de forzados soldados de reemplazo.
En palabras de Raimundo Fernández Cuesta, falangista notable y de primera hora: “los falangistas nos encargamos del trabajo sucio, es decir de fusilar”. La prioridad de “los nacionales” era pues sembrar el terror mediante ejecuciones extrajudiciales, constituyendo la expresión cotidiana del Terror Blanco y apuntando a la eliminación física de la libertad y pluralidad de pensamiento que encarnaba la Segunda República. El miedo perduró durante décadas y la resistencia incluso durante el último franquismo fue escasa en Castilla La Vieja. Sobre el trágico éxito de la represión se recomendó la lectura del cuaderno La represión en Castilla y León, editado en 2018 por el memorialismo del Baix Llobregat, trabajo colectivo que recorre todas y cada una de las provincias y puede solicitarse en tmerinor@gmail.con y también en memoriahistoricabll@gmail.com (Fosas comunes, Trabajo Esclavo, Cárceles y Campos de Concentración fueron el paisaje de la comunidad. La Guerrilla fue escasa y muy localizada)
Es aquel sustrato socio-político –feudal, caciquil y fascista el que permite entender (para mejor combatir) el control político y clientelar del PP en esta comunidad y la pronta desactivación del proyecto liberal-postfranquista de CDS en beneficio de Alianza Popular. Un control expresado institucionalmente por el logro ininterrumpido hasta hoy de presidentes del PP en la comunidad desde 1987, de modo que la excepción –efímera- fue el gobierno PSOE solo durante el primer cuatrienio de regímenes autonómicos.
El participativo debate en que intervino el 40% de la gente asistente al acto, apuntó valiosas reflexiones sobre la específica represión fascista en Ávila, tanto como sobre el sustrato conservador en la comunidad y la generación de una triste filosofía de “servilismo” de raíces medievales, como sobre la permanentización del paro y la precarización del trabajo que sigue obligando a la emigración laboral a l@s más audaces de nuestr@s jóvenes y con ello, a la continuidad de un vaciamiento político que fragiliza el fortalecimiento de organizaciones sociales, sindicales y políticas de izquierda.
El acto concluyó en la mayor fraternidad y con el fortalecimiento de La Casa de Abril como referente unitario y progresista en Ávila.
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