Cohecho, blanqueo, falsificación, organización criminal, tráfico de influencias y… un general de la Guardia Civil

Cohecho, blanqueo, falsificación, organización criminal, tráfico de influencias y… un general de la Guardia Civil

Por Selodi Gasan Adie. LQSomos.

La magistrada que instruye el caso investiga bienes “presumiblemente procedentes de actividad ilícita” del general de la Guardia Civil y de su entorno familiar en Bélgica, Mauritania, Níger, Malí, Senegal, Marruecos y Cabo Verde

Trama “Mediador”: comisiones, extorsión y prostitución en Canarias

Francisco Espinosa Navas, general retirado de la Guardia Civil, fue detenido como uno de los cabecillas de la trama ‘Mediador’ de comisiones, extorsión y prostitución en Canarias. La jueza que investiga la trama en el Juzgado de instrucción número 4 de Santa Cruz de Tenerife, imputa a los implicados de un delito de cohecho, blanqueo de capitales, falsificación, pertenencia a organización criminal y tráfico de influencias.

Según las investigaciones, que se han prolongado a lo largo de un año, esta organización (Trama “Mediador”) se dedicaba a extorsionar a empresarios relacionados con la ganadería en Canarias. Les pedían dinero a cambio de no paralizarles las ayudas comunitarias, donde entraban en juego los cargos socialistas como Taishet Fuentes y su tío y antecesor en el cargo al frente de Ganadería y hasta el martes 14 de febrero,  diputado en el Congreso, Juan Bernardo Fuentes, alias Tito Berni. También les amenazaban con enviarles al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, donde el general retirado de la Benemérita tenía contactos.

Los servicios de la trama también incluían ayudar a los empresarios a “medrar en sus negocios, recibir subvenciones, adjudicaciones directas o conseguir el archivo del algún expediente sancionador”. Siempre con un previo primer paso para conseguirlo, que era el pago de 5.000 euros a una asociación deportiva de la que Fuentes Curbelo era dirigente. La trama estuvo vigente entre septiembre del año 2020 hasta un año después, “en concreto cuando los empresarios comenzaban a advertir que a pesar de haber efectuado los pagos exigidos, no veían prosperar el resultado prometido”.

Las imágenes recuperadas en la investigación han revelado las visitas de miembros de la trama a edificios públicos, uno es es el Congreso de los Diputados y el otro la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid. En este caso, la persona que facilitaba los encuentros era el general Francisco Espinosa Navas, alias Papá y Viejo, al que los investigadores sitúan también en la cúspide de la organización como presunto cabecilla de la denominada “rama empresarial”. El general Espinosa, el único presunto integrante de la red al que la jueza ha enviado a prisión provisional, había sido el jefe de la comandancia de Las Palmas, aunque en aquellos momentos estaba en situación de retiro tras haber ocupado un cargo en el proyecto GAR-SI Sahel, un proyecto financiado por la Comisión Europea para reforzar la seguridad en Mauritania, Burkina Faso, Malí, Níger, Senegal y Chad.

Para los investigadores, tanto el general retirado como el diputado, Juan Bernardo Fuentes Curbelo trataban de “seducir” a los empresarios con visitas al Congreso y a la Dirección General de la Guardia Civil.

El general de la Guardia Civil Francisco Espinosa Navas se llegó a reunir en un despacho en la Dirección General del Instituto Armado en Madrid con el considerado como intermediario del caso Mediador, Marcos Antonio Navarro Tacoronte, donde hablaron de buscar la fórmula para que los empresarios que supuestamente pagaban comisiones contrataran a su amante.

Así consta en un informe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, que acredita una reunión en Madrid el 12 de noviembre de 2020 en la que se recoge el “periplo por la capital española” de Navarro Tacoronte y el empresario quesero Alberto Montesdeoca García, incluyendo una visita a la Dirección General de la Guardia Civil.

En el sumario figuran fotografías de presuntos miembros de la organización, tomadas en las dependencias del Instituto armado en diferentes días. La primera, el 21 de octubre de 2020. Ese día, el general envía un mensaje de audio al mediador tres minutos antes del mediodía: “Antonio, la dirección de mi despacho es en la calle Guzmán El Bueno 110. Julio [supuestamente el guardia civil que el general tenía asignado como conductor] te estará esperando en la puerta para meterte para dentro, así que nada, allí os espero para cuando queráis. Un abrazo”. La respuesta del interlocutor no se hizo esperar: “Vamos para allá, mi general. Estamos sacando el coche del parking”.

Pedía que contrataran a su amante, a la que llamaban ‘Chocho Volador’

Los investigadores de este caso de corrupción en Canarias se refieren a una grabación de ocho horas y 25 minutos hallada en el teléfono de Navarro Tacoronte, en la que se refleja que cuando este y el general retirado de la Guardia Civil se encontraban en su despacho a solas “se habla de la presunta contratación de A.H.M., alias el Chocho Volador y amante del general”.

“Ya llamaste al Chocho Volador para ver si…”, empieza Navarro Tacoronte, a lo que el general responde afirmativamente. “Ella está encantada, está deseando”, y mencionan aspectos como que es familiar de un conocido empresario de Las Palmas de Gran Canaria relacionado con el fútbol.

En esa conversación, el general Espinosa Navas -al que la jueza de Tenerife envió a prisión provisional tras su detención- también se refiere a los pagos que tenían que hacerle los empresarios. “Ya me daréis o me dejas la tarjetita esa de gastos, esa la buena”, dice, a lo que el conseguidor de la trama contesta dando su visto bueno y recordándole que no hace falta que guarde facturas de sus compras y viajes.

En el informe de la Policía consta que el empresario quesero que supuestamente tenía que asumir la contratación de la amante del general y el conseguidor de la trama se hicieron fotografías posando en la capilla de la Dirección General de la Guardia Civil y que luego fueron a comer a un restaurante, sumándose el general Espinosa Navas.

Asuntos Internos de la Guardia Civil señala, de hecho, que existen indicios que evidencian la existencia de “múltiples pagos en restaurantes, establecimientos hoteleros, vuelos, Tarjetas Correos Prepago MasterCard, otros favores e incluso la entrega de dinero en metálico”.

De acuerdo con la declaración judicial de Navarro Tacoronte, que recoge la Fiscalía en un escrito que forma parte del sumario, se referían al general con el alias Papá. El empresario destacó de Espinosa Navas que era “mucho más prudente” que Fuentes Curbelo “a la hora de hablar y también de recibir los regalos o pedirlos”.

En el sumario consta también un informe del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil, donde se recogen los movimientos bancarios del general que estuvo al frente del proyecto GAR-SI Sahel y su “relación fuera del matrimonio desde hace 20 años”.

Igualmente, reflejan que el propio general se refiere a su amante como el Chocho Volador. “El general pidió al declarante (Antonio Navarro Tacoronte) que le justificara un viaje a Fuerteventura para ver a su amante… Necesitaba un documento en que se dijera que iba a dar una conferencia, aunque nunca se llegó a celebrar”.

Además, pidió, supuestamente, al empresario Antonio Bautista Padro que contratara a la amante por 3.000 euros como comercial y a cambio el general de la Guardia Civil prometió a este empresario poder invertir en la instalación de placas solares en Mozambique y Cabo Verde por 35 millones de euros, “de lo que se llevaría un 10% por gastos de representación”.

Según la declaración de Navarro Tacoronte, al empresario “no le cuadraban las cuentas” y se niega a tal negocio, por lo que el general “se enfada y corta las relaciones” con el empresario. El considerado intermediario de la trama señala que el general lo que quería era “buscarse un futuro económico porque se iba a jubilar y tenía que buscar un porvenir tanto para él como para A.H.M.”.

Caso Unión

No es la primera vez que el mando de la Guardia Civil se ve involucrado en un caso de corrupción. Durante su paso por las Canarias estalló el caso Unión, una operación llevada a cabo por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el que se investigaron delitos de cohecho, malversación, prevaricación y tráfico de influencias. A Espinosa Navas le pilló de lleno.

El general estuvo imputado en la causa por revelación de secretos. Presuntamente habría avisado a la entonces alcaldesa de Arrecife de que iba a ser detenida antes de que los agentes la arrestasen. Este chivatazo se lo habría trasladado Ángel Ramón, el primo de la regidora. La acusación contra el uniformado se retiró porque el familiar de la política declaró que Espinosa no le había dicho nada.

Ahora la magistrada que instruye el caso investiga bienes “presumiblemente procedentes de actividad ilícita” del general de la Guardia Civil y de su entorno familiar en Bélgica, Mauritania, Níger, Malí, Senegal, Marruecos y Cabo Verde.

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