Colombia en sus horas decisivas
Colombia
Por Carlos Flanagan*. LQSomos.
El próximo domingo 19 de junio se llevará a cabo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. La votación en la primera vuelta del 29 de mayo tuvo dos características que es menester resaltar: la primera es que se produjo el menor abstencionismo en 20 años y la segunda, que por primera vez en más de 150 años, el candidato que resulte electo no será del Partido Liberal ni del Partido Conservador; fundados en 1848 y 1849 respectivamente
De acuerdo a las cifras oficiales, el domingo 29 de mayo acudieron a las urnas 21.441.605 votantes; un 54,98% de un total de 39.002.239 autorizados para hacerlo. El porcentaje de abstencionismo fue entonces de un 45,02%; el más bajo en los últimos 20 años. Sólo en la segunda vuelta de las presidenciales de 1998 entre Andrés Pastrana y Horacio Serpa el abstencionismo fue del 37%. En los comicios de los años 1990, 1994, 2002, 2006, 2010 y 2014 los porcentajes de abstenciones en todos los casos superaron el 52%. Vale recordar que en Colombia el voto no es obligatorio.
Los resultados de la primera vuelta
Tal como se anticipaba en los sondeos de opinión previos, triunfó Gustavo Petro, ex alcalde de Bogotá (2012-2015), candidato de la coalición Pacto Histórico conformada por varios partidos de izquierda y centroizquierda como Colombia Humana, Unión Patriótica, Partido Comunista, Polo Democrático Alternativo, el Movimiento Alternativo Indígena y Social, el Partido del Trabajo, Todos Somos Colombia y la Unidad Democrática.
Para esta elección sumaron su apoyo Alianza Verde, ADA (Alianza Democrática Afrocolombiana), MODEP (Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo), Congreso de los Pueblos, Poder Ciudadano Siglo XXI y Comunes, además de varias figuras políticas independientes. Si bien obtuvo una cómoda victoria con el 40,34% (8.541.617 votos), no alcanzó el 50% más un voto necesario para el triunfo en primera vuelta.
La gran sorpresa la dio Rodolfo Hernández, un ingeniero y empresario, alcalde de Bucaramanga desde 2016 hasta su renuncia en 2019. Creó la Liga de Gobernantes Anticorrupción con la que se presentó como candidato, y obtuvo 5.965.335 votos (28,17%) y el derecho de pasar a la segunda vuelta. Federico Gutiérrez, el candidato del “uribismo”, la extrema derecha, quedó tercero con 5.069.448 votos (23,94%).
Por último, Sergio Fajardo, exgobernador de Antioquia y ex alcalde de Medellín, apoyado por las coaliciones de centro Alianza Social Independiente y Centro Esperanza, cosechó un magro 4,18% (885.268 votos).
¿Quién es Rodolfo Hernández?
Una vez más un “outsider” irrumpe en la política. Sin un programa explícito, con un discurso lleno de lugares comunes contra la corrupción de la política, se negó sistemáticamente a participar en debates y ya adelantó que no participará de ninguno previo a la segunda vuelta. Juega con proyectar una imagen de empresario rico y exitoso (que por ende no necesita apropiarse de las riquezas del Estado), que manejará los recursos del país como si fuera una empresa, etc.
Ya hemos sufrido en demasía la aplicación de estos “criterios empresariales” como políticas de gobierno (o mejor dicho desgobierno) en nuestros países. La descripción que aporta el analista político venezolano Félix Roque Rivero nos exime de más comentarios: “Un fantasma recorre Colombia. Dejó su guarida de Bucaramanga y se mudó a Bogotá con la intensión de instalarse en el palacio de Nariño”.
“Se trata de Rodolfo Hernández, un sexagenario desconocido por el pueblo colombiano pero que, contra todos los pronósticos, quebrando los vidrios actuariales de las encuestas, obtuvo 5.950.484 votos en las recientes elecciones, logrando así pasar a la segunda vuelta que se realizará el 19 de junio, para disputarle a Gustavo Petro la Presidencia de la República.
“Espécimen raro este fantasma que emerge de las entrañas más oscuras de la política colombiana. Mucha gente se pregunta quién es este dinosaurio que, sin hacer campaña, sin expresar y exponer un programa de gobierno, se ha colocado en el camino de ser presidente de Colombia.
“El mismo Rodolfo Hernández se ha encargado de difundir quién es él. Es un tipo que vive cometiendo errores y no tiene ningún empacho en reconocerlo de manera desvergonzada. Es un personaje que amenaza de muerte a sus adversarios, tildándolos de hijos de…en plena calle.
“Un descarado que se burla de las necesidades del pueblo y se permite darle una paliza a un concejal para cobrarse justicia con sus propias manos. Un alcalde mentiroso y demagogo que le ofreció a los habitantes de Bucaramanga 20.000 casas y jamás construyó una.
“Amigo personal y declarado de Álvaro Uribe Vélez, uña y sucio con quien comparte negocios de todo tipo y a quien admira y respeta por los favores recibidos. Un hombre que desconoce la geografía y realidad colombiana, carente de propuestas para gobernar las crisis que allí se viven y padecen. Un déspota y patán abusador de las mujeres a quienes trata con absoluta falta de respeto y sin consideración alguna.
“Un admirador confeso de la doctrina y obra de Adolfo Hitler, el criminal fascista alemán. Un tipo que padece de agorafobia manifestando su odio a los pobres a quienes considera insectos en la sociedad y que por tanto hay que exterminar.
“Todo lo anterior lo ha declarado el mismo Rodolfo Hernández de manera abierta y pública. Este es el hombre que, en una carambola política expresada en alianzas con la ultraderecha, con el narcotráfico y el paramilitarismo, puede convertirse en el nuevo presidente de los colombianos.”, señala Rivero.
Las alternativas en juego
Más allá de nuestros fervientes deseos de que triunfe Gustavo Petro, debemos hacer un análisis concienzudo de las posibilidades de cada candidato. A la fecha las encuestas dan un empate técnico que ronda el 44% entre ambos candidatos. Hernández ya cuenta con el apoyo explícito del derechista Federico Gutiérrez quien llamó a sus electores a votar por su candidatura el próximo 19 de junio.
Estarán seguramente en disputa y serán fundamentales los casi 900 mil votos que recogiera Sergio Fajardo (cercano a Hernández para esta segunda vuelta). Su compañero de fórmula y líder de Colombia Renaciente, Luis Gilberto Murillo ya anunció públicamente su apoyo a Petro, lo mismo que hizo la Alianza Social Independiente, que apoyara a Fajardo en la primera vuelta. El porcentaje de abstenciones en ambos sectores de votantes será un elemento clave para el resultado final.
Pero en definitiva la forma del discurso que asuma Petro en estos pocos días que restan, será fundamental para ganar o perder la elección. Si opta por un discurso confrontativo que marque a fuego las características antidemocráticas, autoritarias y misóginas de su oponente, logrará entusiasmar no sólo a sus partidarios, sino a los votantes de Fajardo, reduciendo el margen de abstenciones para obtener esos dos millones de votos que le aseguren la victoria.
Si por el contrario repite el error cometido en su momento por las fuerzas progresistas de Argentina, Brasil y Uruguay de desideologizar el discurso, para “caer más simpático” en aras de “conquistar el centro” asistiremos a su derrota. Lamentablemente tendremos en el gobierno a un nuevo Mauricio Macri, que mantendrá a Colombia sumida internamente en la desigualdad económica y exclusión social y en política exterior como fiel aliado y punta de lanza de Estados Unidos y la OTAN en el continente.
Ojalá que no suceda.
* Ex Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Uruguay, exmiembro de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio, exembajador de Uruguay ante el Estado Plurinacional de Bolivia, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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