Coloquios de Adunia
El poder corrompe, se dice desde siempre. Y aun más los poderes de trascendencia pública: el poder político, el poder económico, el poder social y, no digamos, el poder espiritual…
Sólo hay un precario antídoto: el control
Pero las reglas del control las dicta el poder que ha de ser controlado.
Me resuelva ese problema, querido joven.
Estoy seguro de que tiene solución. Aunque no permanente, claro está; si lo fuese, se habría acabado la historia y entraríamos en una era de felicidad tan prolongada que moriríamos de aburrimiento y habría que inventar de nuevo la corrupción aunque sólo fuese para entretenernos.
Oído en el despacho del director general bancario
– Necesitamos recuperar la confianza de la gente.
– ¿Para qué?
– ¡Coño! ¿para qué va a ser? Para seguir engañándola.
– ¿Tú crees que es necesario tanto esfuerzo? La gente no necesita ayuda para engañarse.
Fases
Sales de la niñez cuando dejas de creer en los reyes magos, cualesquiera que éstos sean; hay quien vive toda su vida creyendo en los reyes magos y esperando ansioso sus regalos. Felices ellos.
Entras en la madurez cuando dejas de creer en los telediarios. Te llega el primer reflejo de sabiduría cuando dejas de creer en dios. Encuentras cierto descanso cuando dejas de creer en los políticos. Empiezas a liberarte cuando te haces cargo personalmente de la política, si es que llegas a ese punto vivo.