Combatir al EJE belicista, internacionalizando la Lucha por la Paz
Por Acacio Puig. LQSomos.
1.- ¿Liberar Ucrania o colonizarla militar y económicamente?
Tras muchos meses de guerra y mucha información, contrainformación y sobre todo propaganda, disponemos de buen volumen de análisis desde perspectivas enfrentadas. Loquesomos ha publicado bastantes… desde aquellos primeros artículos contracorriente que envió nuestro compañero Nónimo Lustre y que tanto contribuyeron a salir de la “dirección obligatoria” estimulando la investigación personal y pensamiento autónomo.
A día de hoy el dossier disponible es enorme pero la ceremonia de la confusión continúa entre muertes y destrucción, aunque lamentablemente, en ausencia de iniciativas contundentes a favor de la Paz. La escalada militar se acelera y días pasados, Alemania, EEUU … y hasta España! –entre otros países- se aprestan a enviar tanques a Ucrania añadiendo gasolina al fuego y alentando una irresponsable provocación de carácter criminal. Ahora el gobierno ucraniano pide más: aviones de combate y otra partida de misiles… y muy probablemente los obtenga.
Levantar acta de los desmanes de la administración Zelensky se hace cotidianamente desde medios críticos y minoritarios (falsedades, despotismo, corrupciones, provocaciones) pero son mucho más poderosos los intereses en mantener por todos los medios un régimen autocrático y de puertas abiertas a la venta de recursos a precio de saldo y a la colonización estratégico-militar.
Aun así, el 24 de enero diario 16.com recogía noticias de la BBC que informaban de la dimisión de altos cargos gubernamentales ucranianos por el estallido de nuevos escándalos de corrupción. Sin embargo, no trascienden dudas de los colonizadores sobre la gestión del “gerente de la colonia”. El muro de encubrimiento es total y cada justificación tapa el desmán anterior.
Si en la segunda guerra mundial se acuñó el término “Eje” para definir la alianza de potencias ansiosas de ampliar su espacio vital, hoy procede usar EJE para englobar las políticas de Biden, de Zelensky y de los gobiernos de la UE -incluída la fracción socialista del gobierno de España. Todos esos “agentes” – bajo el mantra de ayudar a Ucrania- esconden el mismo afán de ampliar el espacio vital que necesita el capitalismo occidental para vadear el crack sistémico en que está inmerso desde hace décadas.
Buscan territorios ricos en las materias primas que en occidente ya se esquilmaron en buena medida y quieren apoderarse de ellos por la fuerza. No hay más objetivos que esos bajo de los discursos de “defender Europa, defender Ucrania y defender los valores de occidente”: Palabrería que maquilla los objetivos reales del nuevo EJE.
El dogma de “Rusia agredió y Ucrania defiende su territorio”, machaconamente repetido por los Big Media, es una burda falsificación, un opiáceo suministrado a las poblaciones y que -por el momento- ha laminado también el pensamiento crítico de las fundamentales corrientes de la izquierda internacional, confusas y olvidadizas de los referentes que alentaron las políticas de Pacifismo Revolucionario durante la Gran Guerra, la de 1914 a 1918: Faltan el coraje y la clarividencia que esgrimieron entonces grandes figuras del socialismo revolucionario como Karl Liebknecht (que votó en solitario contra los créditos de guerra en el Bundestag de la época) y Rosa Luxemburg, coraje y clarividencia que les costó la vida a manos del patriotismo reaccionario de la socialdemocracia alemana de entonces.
2.- ¿Rusia agredió?
No comparto el que fuera así. Es importante revisar las causas de la intervención de Rusia porque, esencialmente, defendía su territorio de amenazas constantes y de larga historia, amenazas perfectamente analizadas en muchos documentos, por ejemplo aquí: https://www.globalresearch.ca/russia-ukraine-war-how-us-paved-way-moscow-invasion/5804749.
La operación militar rusa, de alcance inicialmente limitado en Ucrania, estaba plenamente justificada, como estuvieron plenamente justificados los referéndums de Donbass, condenados por el capitalismo occidental como “farsas” (aunque no enviasen observadores oficiales internacionales y se obsesionasen después con la persecución y castigo de los observadores civiles voluntarios). Esos referéndums respondieron a la necesidad de autodefensa de la población rusa de Ucrania, una población mártir como documentan pertinentes informes aparecidos desde 2014 y privada de cualquier instrumento de expresión cultural, mediática y política.
La escalada bélica, por el contrario, está siendo producto del envío masivo de armas defensivo-ofensivas al gobierno Zelensky y parece que se acrecentará hasta… ¿la hecatombe? si no logra frenarla un potente movimiento internacional por la paz, o bien la implosión sistémica o… un BIG-BANG de destrucción mutua, asesina e irresponsable.
Si en su momento se usó aquello de Sadam el nuevo Hitler y tuvo cierto éxito anestésico en la operación de destrucción de Iraq y el asesinato sin juicio de Sadam, EEUU retomó el slogan en el momento oportuno en versión Putin el nuevo Hitler, una consigna cohesionadora del nuevo EJE en su operación eslavófoba… (Desafortunadamente, la memoria se diluye pronto en estos tiempos de “noticia-tapa -noticia”)
Es lugar común entre gentes de la izquierda no belicista es definir el conflicto como un conflicto interimperialista alentado desde dos polos EEUU y Rusia. Y en medio se encuentran los que edulcoran más o menos el gobierno de Zelensky (para unos neoliberal y para otros “funcionalmente patriótico”).
Que EEUU es una potencia imperialista es evidente dada su bien conocida trayectoria, que la UE lo fuera a lo largo de su historia y que actualmente lo siga siendo en la medida de sus posibilidades (y su adaptación al rol de conserje de EEUU), también. Que Rusia y China sean la expresión neoliberal y colonialista del capitalismo oriental, es muy cierto: no encarnan el socialismo. Pero todo eso es ajeno a la necesidad de parar la guerra en marcha.
En un conflicto interimperialista por el territorio (que no resulta nada evidente que se esté produciendo simétricamente en Ucrania, porque EEUU “penetra” … mientras Rusia defiende sus fronteras y su país) la única política aceptable desde la izquierda es de nuevo, la del Pacifismo Revolucionario, es decir defender la solución basada en la negociación y la paz y seguir sentando bases de trasformación social (en occidente y en oriente).
Un Pacifismo Revolucionario que dicho sea de paso se acerca, inicialmente al menos, a la política de paz negociada que el pasado 24 defendieron en las Cortes corrientes como Podemos, Izquierda Unida -a través del secretario del PCE- ERC y otros compañeros de espacios políticos soberanistas.
Por el contrario, fueron PP, Vox y el PSOE los que se arrojaron a la cara el “¿quién propone hacer más por armar al gobierno ucraniano?” (y mejor decir gobierno ucraniano porque en un país corrupto, vendido a la multinacionales y sin libertades políticas, hay que diferenciar la población de los autócratas que la gobiernan con mano de hierro). Eso también es importante subrayarlo porque otro de los “argumentos maliciosos” que nutre la guerra y el apoyo a la OTAN es que los apoyos a Rusia solo los ofrece “la extrema derecha”.
El 24 de enero vimos todo lo contrario en España… como ya habíamos constatado con el belicismo irredento y rusofóbico de un país gobernado por la extrema derecha como Polonia, ya absuelto de sus “pecadillos fascistas” anteriores, a partir de su alineamiento con Biden, la OTAN y los Borrell de la UE. Solo Hungría constituye -en la UE- la excepción de un gobierno ultraderechista que rechaza la escalada bélica occidental y manifiesta simpatía por Rusia.
En conclusión, debería considerarse que Putin y su gobierno están dando muestras de una extrema prudencia y aguante ante la escalada de provocaciones que suma a las innumerables sanciones y confiscaciones de cuentas, el permanente y masivo envío de armas, equipamientos, instructores, mercenarios y jefes militares de que es responsable el capitalismo occidental. Todo ello tan inédito que solo es explicable como una desesperada operación de escapada del crack.
3.- Guerra a la Guerra
Más allá de las caracterizaciones sobre los gobiernos de Ucrania y Rusia urge retomar la política de Pacifismo Revolucionario ante la irresponsable escalada bélica que nos amenaza a todos en este período histérico e inmerso en el desarrollo y posesión internacional de armamento nuclear.
Las posiciones a favor de la negociación y la paz que emergieron en el debate en Cortes del estado español, prefiguran los fundamentales soportes organizativos de un movimiento por la Paz en este país y se trata de desarrollarlos en el ámbito de la acción política de masas porque No Hay Tiempo que Perder.
Por ahora -y como respuesta inmediata al envío de tanques Leopard- tienen lugar manifestaciones por la Paz en Berlín, Múnich y diversas ciudades del este de Alemania. Los medios de comunicación europeos las silencian, pero se anuncian más en el curso de los próximos días. Es de esperar que los envíos de armamento desde otros lugares de la UE estimulen políticas de paz en esos países, como recientemente ocurrió en Washington.
PD. – Como reflexión útil para conocer las raíces de la estrategia de Guerra a la Guerra, es reseñable el artículo de Patrick Puigmal, Doctor en Historia de la universidad chilena Los Lagos:
https://revistas.udec.cl/index.php/historia/article/download/244/568/567
…En cualquier caso: Tiempos oscuros estos en que hay que combatir arduamente en favor de lo que debiera ser evidente.
* Artista plástico. Militante de la izquierda revolucionaria, represaliado por el franquismo, activista memorialista de la Asociación “En Medio de Abril”. Miembro del Colectivo LoQueSomos
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Durante la guerra de Yugoslavia, la OTAN diseno la ley “Right to protect” que legitimo “por razones humanitarias” sus bombardeos de 1999. Esa Ley pasaba por encima de la ley de los pueblos y ante la pasividad de las tropas UNPROFOR, la OTAN intervino militarmente en Yugoslavia, destruyendo y sin pacificar la situacion.
Y Rusia ? no tenia derecho a proteger por razones humanitarias a la etnia rusa de Donetsk y Lugansk atacadas por Ucrania desde 2014?
Lo dificil de entender es que Rusia no interviniese hace anos en virtud de esa ley “Right to Protect”.
Como siempre doble estandard. Lo util y legitimo para Occidente no es util ni legitimo para Oriente.
Señor Mayoral, Rusia defendiéndose esta ganando la guerra y Putin tiene razón.
Y Acacio Puig también.
Qué fue en este país del movimiento del No a la Guerra que sacó a la calle a millones de personas contra la invasión de Irak por EEEUU?
A punto de cumplirse 20 años de aquellas protestas, produce escalofríos el panorama actual en torno a la guerra en Ucrania. El pensamiento único ha impuesto su relato, conforme al cual, lo que se está librando en el este de Europa es una guerra por la democracia, por la libertad.
Hemos olvidado que las guerras siempre esconden sucios intereses, que quien muere en ellas es la población civil y no los señores y señoras de la guerra, que esta es sobre todo un negocio, el negocio de la muerte y la destrucción y la reconstrucción de la que solo sacan tajada estos criminales.
Qué conmovedora la imagen de aquellas mujeres que en tiempos pasados se echaban a la calle para gritar que ellas no parían hijos para ser carne de cañón.
Cuándo aprenderemos. Cuándo reaccionaremos.
De acuerdo en intentar parar la guerra.
De acuerdo en que la OTAN y EE.UU quieren destrozar Rusia para robar su petróleo, gas y otros productos . Como ya han hecho en otros sitios.
De acuerdo en que los dirigentes europeos se apuntan para participar en la rapiña.
Putin y sus oligarcas no me merecen ningún respeto y su agresión a Ucrania es condenable sin ningún paliativo.